Capitulo 17. Una razón más.
Lo primero que ve el omega con memoria eidética son las intensas luces de la cancha y por inercia cierra sus ojos pues la luz le empezaba a dar dolor de cabeza, era ya sábado y faltaba media hora para que el partido empezara, estaba en una banca apartada únicamente para los profesores al lado de JJ y Prentiss, mira sus manos con melancolía, no había dormido, ni comido, recuerdos y pensamientos para nada agradables le hicieron acostarse en su cama sintiéndose tan cansado, pero sin poder dormirse, pero ¿Cómo es que había terminado en el partido?, gracias a su omega, pues asi era su omega además de moverle y reburujarle cada parte de su ser en cada movimiento con el alfa de nombre también podía controlar tanto sus pensamientos para salir obligadamente de la cama, por ende termino ahí.
El partido había empezado, los jugadores entraban, calentaban y se acomodaban en sus respectivos lugares, el arbitro llego con la pelota y la entrego a uno de los equipos, salió para al final dar el pitido que anunciaba el principio de la jugada, el omega a pesar de todo el cansancio que sentía y de la tristeza se empezaba a sentir cómodo, reía al ver como Morgan gritaba y parecía que en algún momento empezaría a sacar humo de las orejas.
¿Recuerdan las pastillas que Spencer toma? Pues las encontró y empezó a tomar nuevamente, pero parecía que esta vez había algo extraño, los aromas de todos empezaban a calarle en su nariz, parecía que estaba empezando a enfermarse, pero como había leído era una consecuencia, pero no que su vejiga después de tres cafés este a punto de explotar, así que se disculpó con las maestras y salió corriendo al baño, sin darse que alguien lo empezó a seguir. Cuando llego al baño el omega no pudo retener un suspiro, termino se limpio y salió, se empezó a lavar las manos hasta que unas manos tomando sus cintura y volteándolo, sacándole un pequeño grito a Spencer.
--¡Tobias! – exclamó Spencer sorprendido por ver al beta que ahora estaba más grande
--Spencer, hace un año que no te veo – dijo Tobias sonriendo
--te ves de maravilla, ¿viniste a ver a Matt? –preguntó sobre el hijo del contrario, que había recuperado después de que estuviera en un curso de recuperación y empezara a tomar correctamente sus medicamentos.
--claro, hoy pateara el trasero de los lobos – se burló y Spencer negó, se separe de el y se acomodó mejor.
--ya quisieras, ¿Qué te parece apostar? –pregunto con una sonrisa socarrona
--pensé que habías dejado las apuestas –contesto Tobias con seriedad
--claro que si, es solo una apuesta. . .de quien pagara la cena – se justifico
--entonces me parece perfecto –accedió
El omega y el beta salieron del baño mientras seguían platicando hasta llegar a las gradas donde se separaron no sin antes intercambiar su celular nuevamente por parte del Omega, el juego transcurrió con los sentimientos de adrenalina a tope hundiendo los sentimientos antiguos recordando lo que era apostar para Spencer, lo que con un poco de dilaudid era mas como un pecado, un hermoso pecado, en el que no caería otra vez. . .¿verdad?

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Una razón más
RandomAlfas, betas, omegas, ya sabes por dónde va está historia. Spencer Reid tiene memoria eidetica, puede leer más de dos mil palabras por minuto, se graduo muy joven de la universidad, es profesor de literatura y filosofía, pero todos lo ven como un si...