Capitulo 11. Una razón más
Su padre no estaba en casa y su madre estaba en su cuarto descansando, mientras que el se encontraba sentado frente la puerta esperando a que Frank tocará y hacerlo pasar, así pasaron los minutos y las horas, pero Frank no llegaba y Mark sentía sus ojos arder.
--cariño, se me olvidó comentarte esto. . . Este Frank ya no está, el se mudó a otra ciudad, lo lamentó– su madre comentó viendo con lástima a su pequeño que la miraba con una mirada desgarradora con lágrimas cayendo y una sonrisa.
--o.okey está bien, yo sí, pero volverá, ¿verdad?– preguntó con miedo a la respuesta
Su madre negó y Spencer se soltó llorando, hasta que los años pasaron, algunas cosas mejoraron, mientras que otras empeoraron.
(· · ·)
La luz aterrizaba en sus ojos causándole incomodidad, intento moverse, pero estaba aferrado a alguien y viceversa, abrió sus ojos soltando un leve gruñido por la luz y por el dolor en su cabeza, sintió un mareo y salió de la cama sin ninguna delicadeza, entro en lo que suponía era el baño, se inco en el retrete para vomitar todo lo que se albergaba en su estómago, sintió alguien detrás de él y no volteo por pena.
--yo. . .no recuerdo, yo. . .¿que pasó?– pregunto limpiando sus labios con su muñeca
--ven, vamos a alimentarnos primero– la voz de Morgan sonó, mientras tomaba por la cintura al Omega para levantarlo.
Los dos bajaron y Spencer fue sentado en la mesa de la cocina, pasaron varios minutos de silencio y aura incomoda hasta que Morgan termino de preparar y servir.
--provecho. . .–dijo Morgan y se sentó empezando a comer al igual que el menor, el aroma del Omega cambio al parecer más dulce detonando su bien humor y tranquilidad al tener comida en su estómago.
Al parecer los dos decidieron negar los hechos ayer, como un tema olvidado, en el cual tenían demasiadas preguntas, preguntas de parte del menor, como si fueran amigos de toda la vida estaban sentados viendo un programa de vida silvestre.
--¿Que pasó ayer?– pregunto con nerviosismo sin alejar la vista de la televisión
--tomaste y decías que todos los shots que te daban las chicas eran gomitas derretidas, no tomé demasiado pues yo tenía que hacerme cargo de ti ya que te tenía que llevar hasta que fuiste al baño y tardaste. . . minutos y fui a ver qué pasaba. . .yo, emm estabas a punto de ser abusado, estabas muy ebrio para defenderte y eso fue lo que ese alfa aprovechó. . .solo eso– contó con trabas sin retirar de igual manera su vista de la televisión, sin decir nada al sentir al Omega tensarse y temblar
--oh dios. . .creo que voy a vomitar, no se cómo sentirme– susurró y el alfa no supo que hacer, levantó su mano para acercarlo a el como hace años, pero no lo vio correcto así que se alejo.
--si te hace sentir mejor ya no dañará a nadie por un rato– dijo
--¿lo golpeaste?– pregunto
--lo golpe– afirmó.
--. . . gracias–

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Una razón más
AléatoireAlfas, betas, omegas, ya sabes por dónde va está historia. Spencer Reid tiene memoria eidetica, puede leer más de dos mil palabras por minuto, se graduo muy joven de la universidad, es profesor de literatura y filosofía, pero todos lo ven como un si...