Capitulo 14. Una razón más
¿Alguna vez has sentido que tú vida es demasiado monótona? Morgan si, toda su vida cuando se mudó se volvió un color grisáceo, recordaba que solamente se levantaba para sacar adelante a su familia, el era el único alfa de la familia su padre había fallecido y sus hermanas eran beta y omega, cuando consiguió su trabajo de maestro juro comprarle una casa a su madre y cuando lo logró, el color grisáceo empezaba a disiparse, hasta que Savannah llegó, Morgan nunca fue bueno expresando lo que en realidad quiere y al parecer la Omega aprovecho eso y se aferró a él, aumentando la monotonía día tras día sin importar cuánto placer se dieran, Morgan quería más, más que el deseo carnal, el quería amar y se amado, no ser celado, no ser. . .usado, que patético alfa se decía cada noche.
Hasta que hubo un estruendo de color, un estruendo que te deja queriendo más sin ninguna razón, con un olor a café dulce y libros entre ese Omega que parecía que odiaba el contacto humano, que con solo una mirada le hizo despertar a su alfa que hace años solo estaba caliente en debidos meses.
Después la monotonía se veía como niebla y los colores volvieron a la vida, cuando el alfa descubrió que Spencer era su pequeño e indefenso Mark y que lo necesitaba otra vez, pero ahora había algo que le molestaba y era el dejar a Savannah que lo reclamaba suyo además de intentar hacer que Spencer le recordara o al menos lo volviera a amar.
(· · ·)
La escuela había terminado y Morgan ahora estaba sentado en una banca viendo a sus jugadores entrenar, el aire había decidido salir por lo cual el entrenamiento iba a ser terminado una media hora antes. El aburrimiento empezó a hacer efecto en el entrenador así que empezó a gritar órdenes y regaños a sus jugadores, pues el recuerdo del partido el sábado hizo que la adrenalina ahora saliera disparada, necesitaban ganar este juego para estar en la final.
Llegó la hora y Morgan despidió a sus jugadores, cuando vio que la cancha ahora estaba sola un impulso le hizo correr al centro donde una pelota se encontraba y la pateo con tanta fuerza que salió volando hasta desaparecer en la tenue oscuridad de las 6:30.
--no quisiera ser esa pelota– una voz lo sobresalto volteo, vio a JJ mientras sonreía y caminaba hacia él
--JJ, ¿Que te traer por aquí?– preguntó Morgan trotando hasta llegar a ella
--prentiss me contó lo sucedido– JJ dijo llegando al punto, mientras veía al Alfa que tomo aire
--no se por que se preocupan tanto por Spencer– confesó un poco harto, no quería un regañó, no ahora.
--hey, no puedes culparme, literalmente está en mi naturaleza– la Omega sonrió –y Prentiss se preocupa porque este Spencer tiene algo que te hace querés estar con él y protegerlo de todo– confesó
--tienes un punto en eso– admitió Morgan desviando su mirada al cielo –estar con el JJ, es como fuegos artificiales pintando el oscuro cielo. . .oh dios sueno como una adolescente omega– se quejo ganándose un pequeño empujón de JJ
--yo nunca me exprese así de nadie. . .tienes bonitos sentimientos Morgan, lástima que los gastes y guardes en un cajón– confesó JJ –queria saber si nos puedes llevar a Spencer y a mí a nuestras casas, nos quedamos ayudando a los chicos de teatro a crear su utilería– pidió JJ y Morgan asintió sin titubear
El carro de Morgan estaba lleno de risas, anécdotas y pequeños cantos por parte de los dos omegas y el alfa, cuando dejaron a JJ nada cambio, Morgan supo más cosas de Spencer que claramente antes no sabía y viceversa, llevándose grandes sorpresas se dieron cuenta que la presencia de cada uno era agradable y que inconscientemente estaban creando un gran lazo, Morgan dejo a Spencer en su departamento y se fue no sin antes prometer seguir con su plática de superhéroes.
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Una razón más
OverigAlfas, betas, omegas, ya sabes por dónde va está historia. Spencer Reid tiene memoria eidetica, puede leer más de dos mil palabras por minuto, se graduo muy joven de la universidad, es profesor de literatura y filosofía, pero todos lo ven como un si...