🍀 ; Cabe aclarar que está historia es...una mejora de la anterior que había echó.
No me gustaba el rumbo que estaba tomando.
Además de que todo estaba casi mezclado.Bien, aquí vamos de nuevo.
Quizás esto sea largo, quizás no, eso depende del tiempo que yo crea que llevó escribiendo.Aquí las cosas empiezan de otro modo, fuera de la zona de confort de Coraline (Su casa, básicamente)
✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨
La peliazul recorría los pasillos de la nueva escuela en busca de su sala asignada.
Cada sala por la qué pasaba dejaba oír gritos y golpes de niños salvajes, sin control ni disciplina.
Nadie los cuida, no les importa.
Coraline se detuvo en seco, había llegado a su destino, su sala.
Entró y se quedó parada en la puerta, nadie le dirigió la mirada, ni siquiera siendo la chica nueva.
La profesora tampoco la miró.
Todos estaban atentos a lo que escribían.
Coraline estaba nerviosa.
Se sentó en la mesa del fondo, junto a otra niña, que tampoco se fijaba en ella.
Coraline sentía que no encajaba allí, al verlos a todos tan callados, educados y sin apariencia de querer hacerle daño a alguien.
Todos eran santos.
Coraline no estaba dispuesta a preguntar “¿Que materia es esta?”, solo se tragó sus palabras para luego escribir lo que estaba en la pizarra.
No había distracciones, no había problemas, no había vida ahí adentro.
Desde afuera, voces gritando...«Silencio»
«Cállense»
«¡Basta!»¿Será que Coraline tenía suerte?
Su sala solo reproducía sonidos de la mina de lápices rayando las hojas al uni-sono.
Coraline suspiró.(🍀)
En el recreo, todos los niños salieron uno por uno, sin golpes ni gritos.
Todos educados.
Todos pacientes.
Pero Coraline...ella si se limitó a empujar para salir, estaba cansada de esperar.
No la miraron con mala cara simplemente la ignoraron, como si no estuviera allí.
Los niños correteaban y chillaban.
El patio era gigante, era hermoso.
Coraline estaba en una esquina fría. Sentada, aburrida.
A una corta distancia de ella estaba un grupito de niñas consentidas.
En la otra, niños rebeldes y torpes, con suerte encontraría uno con buenas intenciones.
Curiosamente, así fué.
Un niño con el peinado algo desordenado, dando hacia arriba, de estatura un poco más baja que ella y con una actitud algo nerviosa se le acercó.
Coraline no se quejó, es más, no lo miró.—Hola—Saludo tímido.
—Hola—Correspondio ella. mirando hacia abajo, literalmente no quería tener contactó.
—¿Cómo te llamas?—Preguntó curioso el niño.
—Coraline—Respondió.
—Es un lindo nombre—Dijo educado—. Soy Norman.
—Mmh...
Coraline hizo cierta expresión desagradable, el niño no se ofendió por la forma en la que lo estaba tratando e intentaba generar algo de confianza entre ambos.
Se apegó a ella, Coraline lo esquivo.—¿Eres nueva aquí, no es así?—Dudó él.
—Si...—Aun sin mirarlo— Me mudé aquí hace unos meses, no vengo de esta zona en realidad.
—¿De dónde eres?—El niño se estaba sintiendo cómodo mediante seguían con la charla.
—Pontiac—El niño ladeó la cabeza, eso le hizo recordar bastante a su amigo—, Michigan.
—Oh, genial—Sonrió algo emocionado—. Debe ser muy lindo allí.
—Ha, lo es...—Se atrevió a mirarlo—. Pero ya no sé nada más de ahí así que no tengo que seguir hablando de eso.
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Coraline 2 "Botones De Porcelana"
FanfictionCoraline esta a varios dias de entrar en un estado de locura e impotencia, ya que la Otra Madre estaba perturbando sus pensamientos en cada sueño o pesadilla que ella tuviera. Aqui, ella conoce nuevas amistades y un nuevo rumbo en su vida, fuera del...