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Coraline despertó en la madrugada, tenía calor, además de que no podía concentrarse en algo para dormir.
Se levantó a buscar un vaso de agua, quizás, también podría comer algo.
Su alimentación en los últimos días era su propia lengua, la comida que le daban no la apreciaba bastante.

Grave error.

Encendió la luz, tomó el vaso que se encontraba en el centro de la mesa, abrió la canilla, espero y se estiró para poder reaccionar un poco mejor.
Una vez listo, bebió del agua y suspiró.
El agua sabía a tierra. Le dió igual y buscó en el refrigerador algo de comer.
Encontró una deprimente y miserable manzana en el fondo. Podía estar podrida... pero no le importó.
Le clavó el diente, apagó la luz y se volvió a la cama, se detuvo cuándo sintió que algo correteaba en la casa. Se sentía asustada, pero, a la vez estaba normal.
La luz de la cocina se prendió otra vez, de la misma, venía una melodía suave. Fue allí, mirando de reojo la sala, viendo a su supuesta "Otra Madre".
Coraline notó cierto dolor en su expresión. Quizás por la última vez que se vieron en el mismo lugar en el que estaban ahora.
Coraline aclaró la garganta.

-¿No te dijeron que es mala educación entrar a una casa sin permiso?-preguntó la niña sarcástica.

-Oh... lo sé-la mujer le dirigió la mirada-. Pero, yo estube aquí mucho antes que tú, querida. Así que no valdría la pena pedir permiso para ello.

La niña se acercó, sin timidez, miedo u enojo hacia ella.
Sólo se dejó llevar por la situación.

-¿Vienes a buscarme? Sabes bien que no puedes matarme, no mientras esté fuera del otro mundo...-gruñó la joven, dejando en claro el poder que ella tenía en ese instante.

-¿Acaso vas a explicarme algo que ya sé? ¡No!-corrigió la mujer-. Solo venía a desearte unos dulces sueños, ¿Qué tan malo puede ser eso?

-Porqué tengo la sensación de que estas tramando algo...-la niña se le acercó, quedando a solo un centímetro del rostro de la contraría.

-Yo...-la mujer apartó la cara-. ¿Así eres con tu madre continuamente?...

-Sí.

-Bueno, no-corroboró la mayor-. Pero, tu tiempo se ha acabado~... y sabes lo que significa, y ya lo habrás notado... ¿Verdad princesa?

La niña dilató sus pupilas, relajando sus hombros, mirando por el rabillo del ojo a los lados.
Una vez tenía clara la respuesta, apretó los dientes y se le abalanzó.
La mujer no había predecido eso, así que no tuvo oportunidad de detenerla.
Cayeron al suelo, una vez Coraline la había tomado del cuello, le pregunto.

-¿Tú estás haciendo toda esta mierda?

La mujer chasqueo la lengua, tratando de agarrar aire.
Era sorprendente como Coraline había avanzado desde la última vez.
¿Tanta fuerza en tan solo pocos días?

-¿Para que mentir? Aunque era algo obvio... es mi dulce y pequeña venganza-aprovechando que sus manos estaban libres, clavó sus garras de aguja en la espalda de la joven, rasgando desde sus hombros hasta la espalda baja.

-¡Agh!-Coraline la liberó, tratando de tocar las heridas, pero eran inalcanzables.

-Lo siento por eso, pero no podía seguir esperando a que me soltases...

La mujer se incorporó, lamió la punta de las agujas, para saborear la sangre de su preciada hija.
La niña la miró fulminante, arrugando la nariz como un perro con rabia.
No tuvo tiempo de levantarse por lo tanto se quedó arrodillada.

-Ya sabes que soy buena, pero tengo mis límites... y tú has sobrepasado Todos-su voz cambio, dejando notar lo molesta que estaba-. Eres una mala hija, qué bueno que podré educarte bien... y pronto serás la hija que siempre quise, y merecía...

Coraline 2 "Botones De Porcelana"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora