Saúl no paraba de pensar en la chica desconocida que había permanecido varios minutos en su cama a solas con él ¿Cuánto había pasado desde la fiesta? ¿Una? ¿Dos semanas? No lo sabía, pero desde aquella noche cuando despertaba lo primero en que pensaba era en ella, en lo suave que se había sentido su piel en sus manos o los carnosos y llenos que debían ser sus labios; cuando despertaba inhalaba con fuerza el olor que desprendía su cama pues a su derecha se había quedado impregnado en sus sabanas el olor dulzón a rosas que de ella brotaba.
Ya no podía inhalar la esencia de sus sábanas pues su madre las había lavado, lo que antes olía a rosas ahora olía a lavanda. No sabía si agradecerle a su madre por quitar el olor a rosas el cual lo estaba poniendo a pensar en corazones y bobadas o molestarse con ella por haberle quitado aquel privilegio.
A pesar de que su aroma había desaparecido de su habitación jamás saldría de su cabeza, ya le empezaba a gustar el olor que desprendía aquella desconocida.
-Todos están muy silenciosos hoy -escuchó la voz de David. Era cierto, todas las noches cenaban juntos en el comedor y siempre mantenían una bullosa conversación en la cual Saúl no era partícipe, pero aquella noche mientras cenaban todos estaban más enfocados en sus propios pensamientos que en entablar una conversación entre ellos.
Dean pensaba en la constructora mientras que Aleksandra recordaba como aquella tarde se había encontrado con un amigo de la infancia el cual no veía hace alrededor de diez años, Sarah pensaba en el chico con quien salía a escondidas de todos en la casa y ambos hermanos, mayor y menor, pensaban en la misma chica.
Mientras que David pensaba en lo hermosa que era Kala y en que debía comprarle un pequeño regalo para que su disculpa quedara perfecta, Saúl se preguntaba cuando sería la próxima vez que se encontraría con la chica desconocida. Si quisiera solo tenía que preguntarle a su madre o a Sarah quien era aquella chica, solo tendría que darle algunos detalles de su rostro y ellas le dirían de quien se trataba pero Saúl sabía que en el momento en que preguntara aquello todos en la familia harían preguntas, en especial el por qué aquella chica había estado en su habitación cuando ninguna otra había entrado en cinco años.
Mejor investigaba por sus propios medios, se dijo.
Tomó un trago de agua solo escuchando el ruido que hacían las respiraciones de todos en la mesa pero el silencio fue interrumpido cuando empezó a timbrar el celular de David con Hero de Sterling Knight, tenía ese timbre de llamada desde que salió la canción en el dos mil diez. David se disculpó para atender la llamada y se alejó del lugar para dirigirse a su habitación.
Cinco minutos después el timbre de casa sonó ocasionando que todos se pregunten quién les visitaría a estas horas de la noche.
- ¿Quién será? -preguntó Aleksandra haciendo señas con las manos para que Sarah vaya a abrir la puerta. Luego de varios segundos Sarah regresó al comedor.
-Es una chica -dijo Sarah volviendo a tomar asiento en el comedor-. Quiere ver a Saúl -Todos en la mesa se sorprendieron, en especial Saúl puesto que nunca recibía visitas.
Sin decir nada Saúl tomó su bastón, arrastró su silla hacia atrás y caminó para dirigirse a la sala donde descubriría que chica buscaba verle, no recordaba haber hablado con otra chica además de la desconocida de la fiesta ¿Sería ella? ¿Querría verle? su corazón aceleró su ritmo. Se detuvo en la sala esperando que quien sea hablara.
-Saúl -arrugó la nariz confundido al no reconocer quien se encontraba allí, no era la chica desconocida pues ésta no sabía su nombre.
- ¿Si? -preguntó relamiendo sus labios.
- ¿No reconoces mi voz? ¡Soy yo, Saúl! -Aquella chica se arrojó a los brazos de Saúl aferrándose a su cuerpo como si de un salva vidas se tratase. Saúl estaba confundido ¿Quién era esa chica y por qué lo abrazaba? Estaba a punto de alejarla de su cuerpo cuando las palabras que salieron de sus labios lo dejaron en shock.
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Aunque no pueda Verte
RomansUn trágico accidente automovilístico le quito a Saúl una de las cosas mas valiosas en el mundo: su vista. Lo que antes era un chico rebelde y extrovertido ahora se ha convertido en un hombre prepotente y amargado, sin amor para pedir ni amor par...