Capitulo Dieciséis

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Todo estaba en silencio, el ruido en la casa había parado, hasta las criaturas nocturnas decidieron guardar silencio, o tal vez todo seguía exactamente igual pero Kala no escuchaba los ruidos de su alrededor; la sangre había abandonado su cuerpo, sus oídos zumbaban, su corazón latía apresuradamente sobre su pecho y su boca se había quedado seca.

¿Acaso había escuchado bien? ¿Saúl había tenido sexo con Maritza? Rió nerviosa, esto era una locura, por supuesto que todo era mentira, miró a todos lados esperando que Aiden o hasta el mismo David saliera del baño con una cámara de video diciendo que todo era una broma, pero eso nunca sucedió, en vez de eso todo se mantuvo en su lugar y Saúl tiró de su cabello con bastante fuerza.

— ¿Qué? —Kala relamió sus labios repetidas veces y con sus manos temblando esperó a que Saúl repitiera lo que había dicho antes, estaba muy nerviosa, quizás había escuchado mal lo que había pronunciado.

—Me acosté con Maritza —Kala rió, no, se carcajeo con mucha fuerza, tanto que tuvo que sostener su estómago, algunas lágrimas escaparon de sus ojos, miró a Saúl.

—Estas bromeando.

— ¿Parece que estoy bromeando? —preguntó apretando la mandíbula y cruzando los brazos sobre su pecho. Kala dejó de reír y con las yemas de sus dedos limpió las lágrimas que habían escapado de sus ojos y humedecían sus mejillas, la sonrisa desapareció de sus labios.

— ¿Por qué? —nerviosa inspeccionó la figura que se encontraba frente suyo, Saúl estaba rígido, apretaba la mandíbula y bufaba varias veces, se preguntó qué había pasado ¿Qué había hecho mal?

—Estoy soltero, Kala. Puedo acostarme con quien se me dé la gana.

—Por supuesto que no, estábamos juntos —susurró dando un paso hacia atrás, su pierna chocó con la cama y se alejó de allí lo más rápido posible, miró las sábanas desarregladas pero sus ojos se quedaron estancados en las bragas negras que colgaba de una de las esquinas.

— ¿Quién dijo que estábamos juntos?

—Eres un idiota —Kala estaba molesta, su sangre se calentaba a cada segundo y sus uñas se clavaban en las palmas de sus manos a pesar de eso su mirada seguía en la cama, allí habían yacido Saúl y Maritza, allí había compartido más que besos y abrazos, allí habían hecho añicos el corazón de Kala.

—Y tu deberías dejar de comportarte como una novia celosa, no somos nada Kala.

— y ¿Los besos?

—Solo era para pasar el rato —Saúl se encogió de hombros y dejó caer los brazos a cada lado de su cuerpo, se sentía como un idiota, estaba lastimándola con sus palabras pero era mejor así—, ¿Qué pensabas?

—Creí que...

— ¿Qué creíste? ¿Qué seríamos novios? Por favor, pensé que sería más inteligente, esto me pasa por meterme con niñatas.

—Eres un hijo de puta —Las lágrimas resbalaban por sus mejillas, no podía detenerlas, agradecía que el rubio no podía verla en ese estado. Era una tonta, una ilusa que no se había dado cuenta de las señales, señales que habían estado ahí, parecía que la ciega era ella.

—Y tu una tonta que imaginó corazones donde no los había —Saúl soltó un suspiro con pesadez—, Vamos no te sientas mal no es tu culpa, además se nota que no eres nueva en est...

Las palabras quedaron a medias cuando el puño cerrado de Kala se estrelló con la mejilla de Saúl, para ser una chica bastante pequeña y con poca fuerza había hecho perder el equilibrio a Saúl y hasta había logrado hacer sangrar a su labio, Aiden la había enseñado a tirar unos buenos ganchos. Saúl estuvo confundido por varios segundos para luego caer en cuentas de que Kala lo había golpeado.

Aunque no pueda VerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora