Parte 8.- Descanso

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La fuerza del cadáver feroz Nie MingJue no había disminuido siquiera un ápice. Entre todos los talentosos cultivadores reunidos apenas lograban contenerlo y evitar que se acercara al sitio en donde Jin GuangYao se encontraba recostado.

El sable que portaba en vida había sido colocado en una caja cubierta de talismanes con el fin de sellar el instinto asesino que poseía. Por lo que la prioridad de quien alguna vez fue un poderosos y afamado líder de secta se convirtió en buscar su tan adorado sable.

Wei WuXian verificó una vez más el pulso y la respiración de Jin GuangYao, al comprobar que estos se mantenían estables, se dirigió a Lan XiChen con urgencia.

—ZeWu Jun, por favor cuide de LianFang Zun, yo ayudare a los demás a controlar ChiFeng Zun.

Una milésima de segundo de distracción por parte de Jin Ling fue suficiente para que Nie MingJue lo reconociera como el objetivo de su resentimiento. El joven líder colocó la empuñadura de su espada Shihua con la intención de detener el golpe.

Cerró los ojos esperando el terrible impacto, pero nada llegó. Cuando los abrió para indagar qué había sucedido, descubrió que Lan WangJi había detenido el puño que se había lanzado contra él con furia, con sus propias manos.

El corazón del joven líder latía desenfrenado, bufo con arrogancia y después masculló:

—Lo habría detenido yo sólo.

Lan XiChen que había volteado a ver a Weri WuXian cuando le llamó, alcanzó a ver de soslayó como su hermano con gran esfuerzo había detenido a Nie MingJue, sosteniendo ahora un duelo de fuerza con él.

—WanJi, déjame ayudarte — aunque estaba seguro que de nada serviría tratar de razonar con él, aun se sentía responsable por lo que había sucedido en el pasado con sus hermanos jurados.

—Ve a lado de LianFang Zun, él te necesita más — el tono de voz de Lan WangJi no dejaba derecho a réplica.

—HanGuang Jun — gritó Lan SiZhui antes de lanzarse en un ataque combinado con Lan JingYi. Las espadas de ambos chocaron contra la espalda de Nie MingJue, distrayendo su atención del segundo jade y por lo tanto de Jin Ling.

Wen Ning no tardó mucho en unirse a la batalla convirtiendo la ofensiva en un ataque conjunto. Por separado difícilmente habían logrado restringir los ataques de Nie MingJue. Aunque había una consideración que no les permitía usar la totalidad de su poder espiritual, ya que debían liberar el alma y el cuerpo del líder Nie, no destruirlo, lo que dificultaba su trabajo.

Sin tener más alternativa, Lan XiChen se apresuró en llegar a lado de la cama de piedra en donde un inerte Jin GuangYao aun dormía. Examinó el cuerpo, la sangre se había impregnado en las ropas antes blanco y doradas, a pesar de los años que habían pasado, parecía que aquella tragedia había ocurrido ayer.

Sonrió dulcemente y acarició el rostro, el que no creyó tener oportunidad de volver a ver; a pesar de todo seguía siendo hermoso. Sacó un pañuelo de su manga y comenzó a limpiarlo, la batalla había pasado a segundo término para él, en un instante con sólo verlo.

—Los dejó solos — comentó Wei WuXian mientras se alejaba tímidamente preguntándose si es que así se veía cuando se ponía cariñoso con Lan Zhan, ahora podía entender la incomodidad en los demás. Aunque con la cara tan gruesa que tenía, difícilmente dejaría de hacerlo.

Sacó a Chenquing y la llevó a sus labios, dudando un momento sobre si cualquier melodía sería suficiente para calmar el fuerte espíritu de justicia de Nie MingJue.

Lan WangJi entendiendo lo que pretendía hacer por lo que dejó el ataque y sacó su guqin con la intención de acompañar a Wei WuXian en un dueto de Descanso. No era conveniente invocar a otros cadáveres feroces dadas sus intenciones.

Sin Restricciones (XiYao)Where stories live. Discover now