Nie HuaiSang había autorizado que Wei WuXian tuviera acceso al ataúd con la condición de entregarle el cuerpo y el sable de su hermano libre de cualquier maldición. Sin embargo, había un pequeño detalle, no podía trabajar en el Reino Impuro ya que para lograr sus dos objetivos se requería de una enorme cantidad de energía resentía, así que sólo existía un lugar capaz de albergar tal requerimiento y ese era los Túmulos Funerarios en Yiling.
Con esta condición se generó un inconveniente y ese era el traslado del ataúd de Qinghe a Yiling, ya que el líder del clan Nie había sido muy determinante respecto en que él no ayudaría, ni involucraría a ninguno de los cultivadores de su Secta, era responsabilidad por completo del Clan Lan.
Pensar que sería tan sencillo conseguir traer de vuelta a Jin GuangYao había resultado bastante ingenuo de parte de Lan XiChen. Tampoco podía dejar que Wei WuXian se encargara de todo él sólo, así que debía pensar bien en la estrategia a seguir, aunque eso retrasara sus planes.
Primero que nada debía abandonar la reclusión, ya que no había otro pretexto para salir de la Profundidad de las Nubes por tantos días, incluso semanas que pudiera llevarles el proceso completo.
De cualquier forma debía hablar con su tío y convencerlo de que era necesario emprender un largo viaje antes de anunciar a la secta su salida de reclusión. Por supuesto que confiar en que Lan QiRen aceptaría de buena manera a pesar de que Lan XiChen era el líder, era demasiado aventurado, sin embargo era un riesgo que estaba dispuesto a correr.
Siendo las cosas de esta manera, aprovecharía la visita de Lan QiRen, para hablar dentro de la intimidad del Hanshi, el único lugar dónde podría asegurar que nadie escucharía lo que fuera que hablara. Y no es que no confiara en los discípulos de la Secta, más bien era un asunto que se debía tratar con la mayor discreción para no provocar que tuviera que rendir explicaciones ante los demás mayores del clan.
El viejo tío acostumbraba a beber té con su sobrino por las tardes, le informaba sobre los asuntos relevantes de la secta y entre los dos tomaban la decisión de cuáles serían las decisiones más beneficiosas para el rumbo que definiría el destino de la Secta.
Cuando Lan QiRen entró al salón el actual líder en reclusión ya tenía preparado el té. Las tazas de porcelana bellamente pintadas con motivos de nubes se encontraban dispuestas sobre la mesa, esperando ser servidas con la infusión de flores que había traído de su viaje a Yumeng.
—XiChen que gusto verte de regreso. Espero que asistir a la boda del líder Jiang te haya incentivado a salir de la reclusión.
Un golpe certero como siempre, y apenas había comenzado. Estaba seguro de cuál era el rumbo que tomaría la conversación si no lo frenaba ahora.
—Tío tome asiento, no hay porque apresurar las cosas. Le serviré el té — respondió con cordialidad, alejándose para ir por la tetera, al menos así podría pensar en cómo abordaría el tema.
Llenó dos tazas con el té y se sentó enfrente de donde se encontraba su tío, le dirigió una sonrisa y continuó con la conversación.
—Saldré de reclusión, pero antes de ello debo hacer un viaje — prefirió ser directo en ese sentido, siempre había creído que así se evitaba dar más explicaciones.
—¿Viaje? ¿Con qué motivo? — el ceño de Lan QiRen se frunció y golpeó la taza de la que acababa de beber contra la mesa.
—Le daré los detalles en cuanto el momento indicado llegue, por ahora no puedo decir más al respecto, más que pedir que confíe en mí — Fue bastante tajante en su determinación, pero bien sabía que no había otra forma para evitar revelar sus planes.
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Sin Restricciones (XiYao)
Hayran KurguLan Xichen ha pasado cinco años en reclusión expiando las culpas de haberle dado muerte a su hermano jurado más joven a pesar del amor que sentía, anteponiendo el deber y la justicia sobre sus sentimientos más profundos. Una idea cruza por su mente...