Parte 11.- Primera noche

274 50 4
                                    

Los días comenzaron a fluir como el agua en el río que alimentaba el manantial, ligeros y cristalinos. Jin GuangYao en apariencia había dejado las mentiras y mostraba su lado más natural, aquel que se mantenía yacente bajo la máscara de engaño que durante tantos años había creído.

Al menos eso había querido creer Lan XiChen.

Por otro lado, Lan QiRen se había portado demasiado condescendiente con respecto a la estadía de su "huésped" en la Profundidad de las Nubes ocultando las intenciones de desdén en su contra. En términos sencillos se podría decir que confiaba en que el mismo líder de secta determinaría sobre hacer lo "correcto".

A diferencia de lo que había sucedido con su otro sobrino, Lan WangJi, confiaba ciegamente en que Lan XiChen tendría la determinación para dejar de lado el capricho que lo había llevado a cometer tan gran afrenta como traer a la vida a un criminal de tal envergadura.

Le permitiría hacer resguardo de Jin GuangYao más por evitar que las demás sectas se involucraran y señalaran el prestigio y los valores del Clan Lan, que por un apoyo genuino a sus decisiones. Después de todo el honor de la Secta más respetada estaba en juego por un hombre despreciable que había arañado la gloria y la había perdido de la manera más despreciable, todo porque una persona de su condición jamás podría aspirar a llegar tan alto.

Aquel que obra a través de la mentira y el engaño, pisoteando a aquellos que le estorbaban en el camino, está siempre condenado al fracaso y la humillación.

"El camino que eligió tu padre está hecho de sangre y dolor. El camino que eligió tu hermano también tuvo un precio muy alto. Confío en que sabrás evitar el sendero que te llevará a la miseria."

Lan XiChen conocía bien las intenciones de su tío detrás de aquella última frase había dejado aparentemente zanjado el tema.

El peso que descansaba sobre sus hombros no era sólo el de sus propias decisiones, era el deber como líder de secta complaciendo a su tío y los demás ancianos del clan que, así como lo alababan cuando sus decisiones elevaban el prestigio de la secta; lo señalaban con dedo inquisidor cuando sus decisiones eran de una cuestionable moral tal como el haber traído al mayor enemigo del mundo del cultivo a sus aposentos.

Jin GuanYao estaba en el lado contrario de la balanza. Qué tanto podría pesar con respecto a la responsabilidad que el clan ponía sobre su espalda, era algo que no había podido definir aún. Sin embargo, podía estar seguro que su objetivo era equilibrar ambas cargas.

Durante el tiempo que Jin GuanYao había sido mantenido en reclusión dentro del Hanshi, su temperamento se había mantenido fluctuante, a veces parecía estar de buen humor, aceptaba sus besos y algunas caricias, aunque sin permitirle llegar a la intimidad. Otros días parecía un gato arisco, negándose a aceptar que alguien lo tocara y maldiciendo el haber sido vuelto a la vida en contra de su voluntad.

Comprendía que se sintiera humillado, después de todo, las aspiraciones de poder de aquel a quien tanto amaba superaban con creces a las de cualquiera que hubiera conocido en el pasado.

Antes de que Jin Ling se marchara, había escuchado que lo aconsejó con respecto a su manejo de Lanling Jin, y le ofreció que cuando tuviera algún problema con sus decisiones fuera a verlo en su jaula dentro de Gusu, lo apoyaría como una sombra que nadie del mundo exterior sería capaz de detectar.

Eran detalles como este, lo que le hacían dudar sobre las decisiones que tomaría en el futuro, después de todo estaba en su derecho de querer tomar venganza contra aquellos que le habían hecho daño y él mismo le había puesto la espada sobre el cuello de los involucrados en su muerte.

Sin Restricciones (XiYao)Where stories live. Discover now