Sin Restricciones (XiYao)

Parte 13.- Decisiones

Esa noche hicieron un juramento que uniría sus vidas por la eternidad, la única decisión egoísta que Lan XiChen había decidido tomar en el tiempo que había transcurrido de su vida.

Por hacer lo correcto lo perdió una vez, no se permitiría perderle una vez más.

Al amanecer sus piernas estaban entrelazadas, el brazo de Jin GuangYao rodeaba su cintura como si no tuviera intenciones de dejarlo ir. Lo comprendía, después de todo quién estaría a gusto encerrado todo el día, cuando no era por determinación propia.

—Lan Huan, quédate un poco más — tal y como lo había supuesto la voz ronca de su amado le detuvo en sus intenciones de abandonar la cama.

—A-Yao, quisiera quedarme contigo, pero bien sabes que tengo que atender el trabajo, recientemente han llegado muchas peticiones de villas que tienen problemas con cadáveres feroces que han abandonado sus tumbas o espíritus que atormentan a la población.

—WangJi se puede hacer cargo — al levantarse su cabello cayó como una cortina sobre su hombro, contrastando su color oscuro con la tonalidad pálida de su piel desnuda.

Sobre su clavícula destacaban algunas marcas rojizas que comenzaban a tomar tonos violáceos.

—Estás siendo caprichoso. Tú siempre has sido responsable y comprensivo. — Lan XiChen se levantó al ser liberado del abrazo que lo mantenía cautivo.

—Er ge dijo que no quería que le mintiera de nuevo, así que decidí ser honesto sobre mis deseos. — peinó su larga cabellera hacia atrás en un evidente coqueteo.

—Conoces bien mis debilidades — se recargó con una rodilla sobre la cama, rompiendo la distancia le dio un beso en los labios.

—Tus palabras y acciones deben tener una advertencia de peligro — murmuró contra sus labios.

—Si crees que es peligroso dejarme hablar porque no usas el hechizo silenciador, bien sabes que no podría hacer algo en contra de tu voluntad.— le dio un beso que terminó con una mordida sobre su labio inferior.

—Es imposible que selle tus labios de otra forma que no sea con un beso —volvió a besarlo. Sin darse cuenta lo estaba retrasando de sus deberes.

—Seré yo quien te silencie entonces —al tener sus bocas unidas, introdujo su lengua en la cavidad de Lan XiChen, sorteando sus dientes dio inicio a una apasionado beso.

Habiendo sucumbido ante la pasión que le generaba, acarició sus hombros y lo llevó de vuelta a la cama, haciendo que su espalda chocara contra ella. Las manos no se detuvieron pasando a su pecho, explorando cada línea y cada curva de su cuerpo.

Jin GuangYao estaba a punto de enredar sus piernas alrededor del cuerpo de Lan XiChen, cuando este último se alejó de pronto dejándolo pasmado ante la repentina acción.

—Lo siento A-Yao, no puedo. Hoy hablaré con mi tío. Ya no puedo seguir mintiendo — le dijo con voz seria y un semblante estoico.

—Ciertamente preferiría que no se enterara, no quiero darte problemas — se envolvió en la sábana como si tuviera la intención de resguardarse ante lo que sea que viniera.

—Ya hemos hablado al respecto, no es ningún problema, es una decisión que yo he tomado y asumiré las consecuencias pase lo que pase. Mi prioridad eres tú y estoy dispuesto a sacrificar lo que sea con tal de mantenerte a mi lado — dijo con firmeza.

—¿Incluso ser líder de secta? — preguntó con cierta malicia.

—Incluso renunciaría a mi posición si es la única forma de estar juntos — mientras hablaba terminó de colocarse las túnicas que vestía.