Zone Cop. Misión de Alto Riesgo.

2

Una vez más se levantó tras oír el insoportable ruido de su despertador. Se aseó, desayunó, se vistió y salió de su departamento. Condujo su coche en dirección al edificio de la Zone Cop, su lugar de empleo. No tenía muchas ganas de ir; sabía que probablemente no tendría mucha acción ese día. Caminó por los pasillos para dirigirse a su oficina mientras que iba recibiendo saludos por parte de sus compañeros. Cuando llegó, abrió la puerta y entró, no antes sin pasar por la cafetería de allí y pedir un café. A continuación se apoyó en su escritorio y, justo antes de comenzar a sorber su bebida...

- ¡Hola Zonic! -apareció el zorro amarillo de dos colas-. ¿Tomándote un café?

- Eso iba a hacer, Tails. Necesito más energía.

- Lo sé. Ahora vamos. Hoy te toca reunión -dijo yéndose.

- Ya voy...

Con su café sin terminar se fue a aquella sala. Pronto todos los demás agentes llegaron a la sala destinada para reuniones. Un erizo azabache con vetas rojas se presentó. Él era el General de la Zone Cop.

- Como todos sabemos -comenzó diciendo el General-, Scourge ha desaparecido. Ha escapado de la cárcel otra vez. Uno de los criminales que capturamos la semana pasada ha confesado que él es responsable de la mayoría de los delitos que han ocurrido. Necesitamos descubrir cómo está dirigiendo todos esos ataques; será una pista que nos ayudará a capturarlo de nuevo. 

[...]

- ¡Aaaaaaaahhh! ¡No me lo puedo creer! -exclamó una coneja emocionada al otro lado de la línea telefónica- ¿Es en serio? 

- Sí, Cream. ¡Voy a ir a la Zone Cop! 

- Estoy tan contenta por tí, Amy... Bueno, a partir de ahora tendré que llamarte Zamy.

- ¿Qué?

- ¿No lo sabías? Para diferenciar a los policías normales de los policias de la Zone Cop, suelen añadir una 'z' al nombre -recordó.

- Oh sí, es verdad. Echaré de menos mi nombre real.

- Yo también -soltó una carcajada-. Te extrañaré muchísimo.

- Y yo a tí, Cream. Pero recuerda: siempre serás mi mejor amiga.

Tras despedirse, colgó el teléfono. Había sido difícil dejar atrás a su familia y a sus amigos. Aunque mudarse había sido un gran desafío, aún así no estaba dispuesta a volver. Se habia esforzado mucho para entrar en la Zone Cop y no iba a rendirse tan fácilmente.

Por fin, llegó al edificio de la Zone Cop. Alzó su cabeza y observó la gran construcción que se lucía delante suya. "No te pongas nerviosa", se dijo a sí misma mientras se dirigía a la entrada. Una vez dentro, fue hasta la recepción.

- Buenos días. ¿Qué desea señorita? -le atendió una mujer amablemente.

- Vengo por el nuevo puesto de trabajo.

- Oh, ¿eres Amy Rose? -preguntó con curiosidad una murciélago blanco que estaba allí escuchando la conversación. Ella iba vestida con una camisa roja y una falda negra ajustada, resaltando así sus bien definidas curvas.

- Sí, soy yo. ¿Me conoce?

- He visto tus expedientes. Eres muy buena -halagó-. Helena, yo me encargaré de llevarla -le dijo a aquella mujer-. Zamy -recordándole el asusnto de su nombre-, acompáñame.

Ambas subieron a la tercera planta por el ascensor.

- Bien, te voy a presentar a uno de tus superiores: el Capitán Zonic. Debes mostrarte firme y respetuosa -le comentó la murciélago mientras caminaban por un pasillo-. Te advierto que a veces él puede ser algo severo e imponente, pero no tienes por qué ponerte nerviosa, ¿de acuerdo?

- Claro -contestó con una falsa seguridad.

- Lo harás bien. Por cierto, mi nombre es Rouge.

- Encantada de conocerte, Rouge.

- Lo mismo digo. Y, cualquier cosa que necesites, aquí tienes a una nueva amiga -dijo con una sonrisa.

- Gracias. Y, ¿dónde está el Capitán?

- Aquí es -se detuvo. 

Allí, frente a ellas, había una con una placa en donde figuraba el nombre mencionado anteriormente: Capitán Zonic. Amy dio un suspiro. La murciélago llamó a la puerta de la oficina, escuchando inmediatamente una respuesta desde dentro indicando que podían pasar.

- ¡Hey Zonic! Vengo a presentarte a Zamy Rose, la nueva.

- Genial... -espetó sarcástico el erizo azul ignorando la presencia de la chica. Apenas despegó su mirada de la computadora de su escritorio.

- Ella estará contigo por ahora; está a tu cargo. Son órdenes de arriba -concluyó para después marcharse.

El ojiverde miró a la chica. A la vez que se levantaba de su cómodo asiento, la inspeccionó rapidamente con sus ojos. Era una eriza de pelaje rosa, con púas de mediana longitud y ojos esmeralda, como los suyos. Llevaba puesto una camisa de un tono blanco, una falda medio ajustada de color gris oscuro y un par de tacones negros. Ella notó su mirada y, como consecuencia, sus mejillas se pintaron de un leve color carmín.

- Bien... supongo que estarás esperando a que te dé el uniforme y que te diga de qué vas a ocuparte, ¿cierto?

- Sí.

- Pues no. Puede que hayas llegado hasta aquí, pero me tendrás que demostrar que mereces ese uniforme. Por eso, vas a empezar haciendo las tareas más humildes -le explicó con un tono de seriedad.

- ¿Tareas más humildes?

- Sí. Por ahora, empezarás con las partes aburridas del trabajo: el papeleo.

- ¿Qué? Yo no he venido para ser una simple secretaria -protestó algo molesta y confusa.

- No protestes -dijo enfadado-, a menos que quieras irte a tu casa.

- "Tranquila, cálmate... No des una mala impresión" -se dijo a si misma-. De acuerdo... -contestó con fastidio.

- Bien. Ahora vete, tengo trabajo por hacer -habló con molestia en su voz.

[...]

- ¿Y bien? He oído que tienes una nueva compañera -comenzó Tails la plática. Él y su amigo se encontraban en la cafetería.

- No es mi compañera, no hasta que yo diga lo contrario.

- Si tú lo dices... ¿Y cómo es?

- Normal, aunque un poco irrespetuosa. Ya veremos cómo trabaja -continuó comiendo el bocadillo que había pedido.

- Okey...

[...]

- ¿Cómo te fue? -preguntó una voz femenina a través del celular.

- No como esperaba. Conocí a una chica muy maja llamada Rouge, que de hecho me dijo que podríamos ser amigas. Pero, no se puede decir lo mismo del Capitán.

- ¿Por qué?

- Es... No parece muy amable, que digamos. Y me dijo que, antes de poder ser parte del equipo, tengo que demostrárselo. Dijo que tendría que empezar por lo más humilde. ¿Adivinas qué? ¡Tendré que trabajar como una secretaria y encargarme del papeleo!

- Vale, pero tranquila. Llegaste muy lejos, tienes que seguir. Imagina que él es como un obstáculo que debes superar -trató de animarla-. Todo saldrá bien.

- Gracias por apoyarme, Cream.

- Para eso está tu BFF. Descansa. ¡Suerte en tu primer día!

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Aquí tenéis el nuevo capítulo. Espero que os guste ^^