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Veinticuatro horas pasaron, tiempo suficiente para empeorar la situación. Zonic ya sabía que aquel accidente acarrearía consigo muchos problemas. Como mínimo tendría que lidiar con los padres de aquella eriza, ofrecerles una explicación junto con sinceras disculpas. Seguramente la familia presentaría cargos en su contra, él obtendría una citación para el juzgado y una multa bastante cara. Pero cometió un error. Pensar que solo él tenía conciencia de lo sucedido resultó ser una equivocación, y estaba a punto de averiguarlo. 

- ¿Qué pasa? -preguntó el erizo azul nada más entrar en el despacho del General de la Zone Cop. Por lo menos once minutos habían transcurrido desde que fue requerida su presencia. El erizo azabache de vetas rojas se encontraba sentado en su silla de tapizado negro. 

- Siéntate -señalo con su dedo índice el asiento situado enfrente de su escritorio. Una vez que el cobalto se acomodó, le entregó un par de documentos en papel- Mira esto.

- Vale -murmuró antes comenzar leer. A simple vista pudo deducir que se trataba de un informe acerca de los resultados de una necroscopia. Quedó boquiabierto al ver el nombre de la mujer que alguna vez había considerado como su amada. Los textos redactados declaraban que aquella eriza había sufrido violación y una muerte violenta. Dirigió su mirada al erizo de ojos rojos que lo observaba de forma expectante- Va-vaya, esto es...

- A mí también me sorprendió cuando lo vi, porque esa chica siempre andaba rodeada de sus guardaespaldas. Aunque bueno, estaba claro que tarde o temprano alguno de sus haters se vengaría de ella.

- Sí, em... ¿Y cómo...? 

- Apareció muerta cerca del hospital. Se cree que el asesino fue quien dejó el cuerpo allí.

El erizo de púas negras siguió hablando. Las orejas de Zonic oían todas las palabras que salían de la boca del azabache, pero su mente no procesaba la información. No le prestó atención. Divagaba, le daba vueltas y vueltas al asunto. Poco a poco los nervios se hicieron presentes, empezó a sentirse intranquilo al pensar en las posibles consecuencias. Según la autopsia, la eriza púas cian había sido violada y acuchillada varias veces. Esos crímenes fácilmente podrían costarle muchos años de cárcel, sin mencionar la posibilidad de perder su título de Capitán de la Zone Cop. 

Sin embargo, los resultados de aquel examen eran incorrectos. Él no la había violado, ni mucho menos. Cierto era que lo del cuchillo había sido culpa suya, pero de ninguna manera había rasgado la piel de aquella eriza múltiples veces a propósito. Entonces, ¿por qué la autopsia mentía? En ese momento recordó al saboteador mencionado por su amigo. ¿Estaría también ese individuo involucrado en esto?

[...]

- ¿Dónde se habrá metido Tails? -se preguntó la eriza rosa a sí misma. Quería hablar con él, pedirle ayuda para un pequeño asunto, pero no hallaba al zorro por ninguna parte. Volvió una vez más al laboratorio, pues cabía la posibilidad de que él hubiese entrado allí cuando ella no estaba. Sin embargo, su lugar de trabajo seguía limpio e intacto. 

- Buenos días, señorita -se acercó una abeja vestida con una bata blanca- ¿Puedo ayudarle en algo?

- Estoy buscando a Tails, un zorrito de dos colas.

- ¿Tails? Oh, usted se refiere al señor Prower, ¿no es cierto? Lamento tener que comunicarle que el señor Prower no ha venido a trabajar desde ayer.

- ¿Ayer tampoco vino? -cuestionó Zamy algo sorprendida- Que extraño...

- Sí... Pero tal vez yo pueda ayudarte -se ofreció con entusiasmo.

- Gracias, pero... es un tema confidencial. 

- Creo que ya sé a qué te refieres. El señor Prower me comentó algo, ya que soy su ayudante.

Zone Cop. Misión de Alto Riesgo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora