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¡Alerta roja! Sonó por todo el recinto. Inmediatamente los agentes de campo salieron en los vehículos. Se estaba produciendo un ataque terrorista en el centro de la ciudad. Todos tenían claro sus posiciones, y al llegar comenzaron a contraatacar.

En medio de todos los tiroteos, explosiones, etc., Zonic buscaba a objetivo: Scrouge. Había rumores de que él estaba presente, y si estaba allí era porque ese ataque podía ser importante para aquellos delincuentes, o simplemente porque le apetecía. Daba igual la razón, lo importante era capturar a ese criminal, quien era uno de los jefes.

Mientras se escondía de una de las balas, alguien agarró al erizo y lo llevó a un callejón. Cuando se dio cuenta, vio que esa persona era el erizo verde al que tanto había estado buscando.

- Scrouge...

-¿Me echabas de menos? 

- No, la verdad es que no.

- ¿En serio? ¿Ni siquiera a mis puños? -preguntó seguidamente de un fuerte puñetazo en la cara.

Después de ese corto diálogo, comenzó la pelea. Peleaban a muerte, como siempre que lo hacían. Parecían igualados; después de muchos enfrentamientos ambos habían adquirido conocimiento de algunos puntos débiles de su contrario. Sin embargo, de esta vez el erizo azul no tuvo mucha suerte.

[...]

Zamy fue a la entrada del edificio con Rouge. Según le había dicho Zector, el Capitán había resultado herido y le habían llevado al hospital. Ella solo tenía que esperar a que volviera.

- No entiendo por qué te pones así. Solo es Zonic -habló Rouge.

- No hay nada de malo en preocuparse por la gente -alegó.

- Zamy, tú sabes perfectamente a qué me refiero.

- De acuerdo, supongo que tienes razón. 

- Ja. Sabía que te habías enamorado de Zonic -dijo con una sonrisa.

- ¡¿Qué?! ¡Yo no he dicho eso!

- Lo sé, pero se nota que te gusta -espetó sorprendiendo a la pelirosa-. Tranquila, no se lo contaré a nadie si no quieres.

- Vale, pero... ¡Zonic! -exclamó al verle caminar hacia ellas acompañado de un erizo plateado. Entonces fue corriendo hacia él para darle un abrazo-. ¿Estás bien?

- Sí. Solo me he roto el brazo, nada más -le enseñó su extremidad vendada.

- Emm... hola, soy Zilver -se metió en la conversación.

- Yo soy Zamy, encantada -dijo estrechándole la mano.

- ¿Eres la novia de Zonic? -preguntó provocando leves sonrojes.

- No, aún no -respondió el cobalto por ella.

- Ah, pues... Vale. Os veo luego -se despidió.

- Vamos, Zamy. Tenemos trabajo por hacer -dijo también entrando en el edificio.

[...]

Con esa fractura no podía hacer mucho. No podía entrenar en el gimnasio, no podía practicar sus habilidades con las armas... No le quedaba más remedio que quedarse allí, sentado en aquella silla vigilando los monitores. Zamy se había quedado en la oficina, terminado los reportes del ataque de esa mañana. Él estaba solo y aburrido. 

Aún le costaba asimilar que había perdido la pelea contra Scourge. Y es que odiaba perder. Cada vez que lo hacía se sentía como un inútil.

"Por culpa de ese idiota verde ahora estoy así", decía en su cabeza. "Pero no voy a consentir que esto me detenga..."

Se levantó. Se fue de esa pequeña habitación. Estaba seguro de que al menos sería capaz de disparar una sola bala. Caminó decidió a ir a ese lugar, pero alguien lo detuvo.

- Zonic, ¿adónde vas?

- No es asunto tuyo, Zails.

- Más te vale no ir a hacer ejercicio físico. Sabes que debes reposar; sino el brazo no se te curará. Te estás obsesionado mucho con esto -dijo.

Él frunció el ceño; se enfadó.

- ¡No tienes ni idea de lo que estoy pasado ahora mismo! ¡Ese idiota verde me ha humillado con sus golpes!

- ¿Y qué? Todo el mundo pierde alguna vez. Al igual que no puedes hacerlo todo perfecto, no puedes ganar todas las peleas.

 - Iré a mi despacho -dijo resignado.

[...]

- ¿Zamy? ¿Qué ocurre? -preguntó con algo de preocupación. Nada más entrar en su oficina, la había encontrado llorando.

- Nada, nada... -respondió sollozando.

- Zamy...

- ¡No! Ya basta. Déjame llorar tranquila -intentó salir e irse al baño, pero él se lo impidió.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué te pones así?

- Mi... mi hermano... me ha dicho que mi madre ha fallecido -dijo mostrándole el mensaje del móvil.

No pronunció ninguna palabra más. Simplemente se abrazó a él, y éste le correspondió rodeándola con su brazo sano. Lloró un poco, hundiendo la cara en su pecho. Zonic no sabía por qué, pero le gustaba esa sensación que se estaba creando en su interior: una sensación tal vez de paz, amor... La apartó un poco y le limpió con el pulgar las lágrimas que quedaban las mejillas de ella. La miró a los ojos, esos preciosos ojos color jade brillante como los suyos, unos ojos que le recordaban a su madre.

- Lo siento -le susurró.

Él más que nadie comprendía su dolor. Sabía perfectamente lo que era perder a una madre querida, la mujer que te había regalado la vida. 

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Lo sé, lo sé... Este capítulo es más corto de lo previsto, pero tuve que quitar algunas cosas que no quedaban muy bien.

(Este capítulo lo he escrito para celebrar que soy un año más vieja, jajaja)

El próximo capítulo saldrá muy pronto; ya casi está terminado.

☆☆☆☆☆Gracias por leer ☆☆☆☆☆


Zone Cop. Misión de Alto Riesgo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora