Novia Por Contrato

21|La historia

Después de comer junto a mi madre, hablamos sobre mi vida en la ciudad, la universidad y como era vivir con mi mejor amiga. Mientras conversábamos, me di cuenta que tal vez ella no tenía idea de lo que pasaba con respecto a Nick, imaginé que las noticias de la gran ciudad no habían llegado a este pequeño pueblo, cosa que me alegró. Más tarde en la noche, papá había llegado y compartimos un emotivo momento, a pesar de lo que puedan creer, mi padre siempre ha sido el más sentimental de los dos.

Mientras mamá y yo acompañábamos a papá mientras cenaba, charlábamos sobre los recuerdos de cuando era más pequeña.

— ¡Siempre querías estar en el columpio! —Comentó papá con una gran sonrisa mientras rememoraba. — ¡Hasta hubo un día en que sugeriste dormir debajo del árbol!

—Me gustaba mucho —aclaro un poco apenaba, mamá solo ríe al ver mi reacción.

— ¡Solo querías presumirlo con tus amigas!

— ¡Ya basta! —hice un gesto de cubrirme la cara mientras mis padres se reían de mí. Observé sus caras y sonreí para mis adentros, este era uno de los momentos que más extrañaba, las conversaciones después de la cena.

—Recuerdo el día en que se lo mostraste a Johnny por primera vez, como si fuera tu posesión más preciada. —Dijo nostálgico pero me quedé helada ante la mención de ese nombre, papá no pareció notarlo hasta segundos después cuando me miró como si pidiera disculpas. —Lo siento, linda, yo...

—Descuida, no importa. —Dije restándole importancia. Mamá lo miró con desaprobación mientras papá hacia un gesto de disculpa con los hombros. —No importa, en serio.

Pero se quedaron en silencio.

Hasta que mamá dijo, —Ya es tarde y debes estar cansada, te prepararé tu habitación. Ve y date un baño.

Asentí y me levanté camino a las escaleras.

Mamá me había dado una toalla y con ella fui al baño, Al desvestirme y cepillarme los dientes, entré en la ducha y dejé que el agua tibia corriera por mi cuerpo. Fue como si todo el cansancio viniera de golpe y ya me sentía con mucho sueño. No duré mucho en la ducha y al salir me envolví en la toalla y fui hacia mi recamara en donde mi madre terminaba de arreglar la cama.

—Eso fue rápido. —Dijo al verme.

—De repente me dio mucho sueño.

—Es porque el agua relajó tu cuerpo. —Dijo y terminó de arreglarlo todo. Luego se voltea a mí y dice— Emma, sabes que tu padre no lo dijo con mala intención.

Sabía que a lo que se refería pero no contesté. Saqué un pijama de los cajones y comencé a vestirme. Ella continuó hablando.

—Cuando supo lo que pasó, estaba muy dolido. No solo por ti, tambien por él. Lo había querido como un hijo y no podía creer y menos perdonarle por lo que te hizo.

—Lo sé, mamá. Aun me duele y desearía que no, pero no quiero hablar de eso. No ahora, estoy muy cansada.

—Lo entiendo, cariño. Descansa. —seguido, sale de mi cuarto y cierra la puerta.

Tomo una larga respiración y termino de cambiarme, al finalizar, apago las luces y me tiro a la cama, quedándome dormida casi al instante.

(...)

A la mañana siguiente, me levanté temprano gracias a mi madre quien entra sin cuidado y me despierta con la excusa de qué le dé mi ropa sucia para lavarla. A regañadientes me levanto cuando se va ya que me había "espantado" el sueño.

Bajé las escaleras aun en pijama y veo a mi padre haciendo el desayuno.

—Buenos días. —Saludo y me sirvo un vaso de agua para luego tomar asiento en el desayunador.