Novia Por Contrato

23|En la gran ciudad

Dos días después Chloe y yo volvimos a la ciudad. Acabábamos de llegar, yo estaba desempacando la maleta improvisada que había hecho cuando me fui mientras que Chloe hablaba con su abuela por teléfono. Al terminar su conversación, Chloe se acercó a mi habitación quedando apoyada en el marco de la puerta.

—Oye, Emma. —volteo a ver a mi amiga quien ahora come una manzana— ¿Que vas a hacer con Nick?

—No tengo ni idea. —Explico, pasándome la mano por mi cabeza— Quisiera hablar con Ben sobre lo que pasó.

—Primero debes hablar con Nick.

—Sí, lo sé.

—Sé que quieres ver a Ben. —Me dice, termina de entrar a la habitación y toma asiento en mi cama.

—Lo he extrañado.

— ¿Y a Nick no? —pregunta en tono de broma pero no respondí.

Me percaté que en todo el tiempo que me fui, evité pensar en Nick, así como evité sus llamadas y mensajes. No quería volver a verlo pero la verdad no sabía si ya estaba lista para hacerlo. En ese momento que vino a mi casa con el periódico estaba enfadada con él, sentí que no tenía derecho a reclamarme nada pero después de reflexionar me di cuenta que la que estuvo mal todo este tiempo era yo. No solo le había mentido, también había roto una de las cláusulas del contrato que yo misma había firmado. Rayos, ni siquiera pensé que podría tener problemas legales por eso.

Al terminar de empacar estaba cansada, más mentalmente que físico, así que decidí tomar una larga ducha con música relajante. Tenía mucho en que pensar y la ducha era un buen lugar para hacerlo.

—Tomaré una ducha. —le avisé a mi amiga quien ahora desempacaba sus maletas.

—Ujum. —la escuché decir.

Al terminar la ducha me di cuenta que ya era de noche, mi estómago avisó que era hora de darle comida así que me puse mi pijama para luego ir a la cocina con intención de hacer la cena pero en cambio encontré a Chloe con una caja de pizza al lado mientras veía Friends en la televisión.

— ¿Por qué no me dijiste que pediste pizza? —pregunté mientras me sentaba a su lado.

—Te lo dije pero como no respondiste lo tomé como un "si".

—Me estaba bañando, claro que no te iba a escuchar.

Negué con la cabeza y tomé un pedazo de aquella suculenta pizza, el estómago me rugió aún más al llegar ese exquisito olor a mi nariz y di el primer mordisco.

— ¡Que buena está! —expresé con felicidad al probarla.

— ¿Verdad que si? Es de un nuevo local que abrió. —me dice igual de emocionada.

— ¿Que pizzería es?

—Pizzería Calvatti. —responde. Tragué en seco al escuchar el nombre, no sabía de dónde pero me hizo un mal sabor en la boca después de oírlo.

— ¿Calvatti...?

— ¡Si, Emma! De la familia de Alex.

— ¿Qué? —Espera un momento— ¿Que Alex?

— ¿Cómo qué cual Alex, niña? El amigo de Nick, el Alex que ya conoces.

—Ah. Ese Alex. —respondí sin más, ahora entendí por qué aquel mal sabor de boca.

— ¿No te agrada él? —pregunta al ver mi reacción.

— ¿No te había dicho? Me odia, siempre está menospreciándome.