Bajé las gradas y podía sentir la ligereza de aquel vestido que a diferencia de los que usaba como hombre se sentía tan natural y agradable. Al llegar a la cocina lo primero que noté fue que un señor, me imaginé que el papá de Miguel me miró de pies a cabeza como si deleitara con mi presencia. Su mirada me incómodo por un momento haciendo que acomode mi vestido intentado cubrir mis piernas.
- Belén
- Ven ayúdame con las frutas Porfavor.Camine lentamente intentando ignorar a aquel señor y comencé a picar las frutas. Después de unos minutos sentí como unas manos envolvían mi ombligo mientras unos labios acariciaban mi cuello.
Un escalofrío pasó por todo mi cuerpo, una sensación de peligro que me hizo saltar.
- Tranquila mi amor soy yo - Reacciono Miguel.
No normal creo que hubiera sido sonreír y regresarle el cariño, pero la realidad era que yo no conocía a Miguel y mi cuerpo estaba lleno de sensaciones nuevas que no podía asimilar. Cualquier caricia era algo insoportable, como si mi cuerpo estuviera muy sensible.
- ¡Porfavor aléjate! - Reaccioné como último recurso.
En ese momento Miguel y sus padres se quedaron en silencio.
Yo compartiendo el silencio reaccione inmediatamente abrazando a Miguel.
- Mentira mi amor - Estaba bromeando - Respondí fingiendo una sonrisa.Apenas acabe de decir aquellas palabras, sentí una barba rosaba mis labios, hasta sentir unos sus labios rosar con los míos. Cuando sentí eso, pude controlarme antes de reaccionar mal nuevamente pero no pude evitar cerrar los ojos lo más duro posible mientras apretaba mis labios. Sonreí y no pasó ni un minuto y fingí querer ir al baño.
Una vez en el baño, asegurándome que la puerta esté cerrada, grite en silencio mientras limpiaba mis labios con mis manos. No podía creer que mi primer beso sería con un hombre.
Si, con la edad que tenía no había recibido ni un beso pues ninguna mujer había aceptado darme uno, y las veces que tenía una oportunidad me ponía muy nervioso.
Ahora era una mujer y debía ser algo normal, además Miguel es "mi novio". Que raro que se escucha eso, tengo un novio. Antes de salir del baño me mire nuevamente al espejo para afirmar mi feminidad y me agarre el cabello con una cola para sentirme más fresca.
Con una sonrisa salí y me senté cuidando mis gestos femeninos. Cruce mis piernas y continué la mañana. Al terminar, subimos a la habitación. Mientras lo hacía, no sabía cómo reaccionar ni cómo hacer para que todo esto parezca un día normal.
Antes de entrar a la habitación, Miguel me dio unos tacones más altos y una cartera.
- Toma mi amor .
- Vístete rápido para llevarte al curso.
Yo sin saber lo que pasaba, solo hice caso y me coloqué unos tacones más altos, salí de casa hacia el vehículo y me subí intentando mantener el silencio durante el camino.
Ahí estaba nuevamente, saliendo al mundo como una mujer pero esta vez me sentía más preparado, esta vez usaba vestidos como una mujer. Intentaba imaginarme que tenía un disfraz y nadie sabrá quien soy yo.
- Estás muy callada mi amor - pero entiendo que estés cansada por lo de ayer.
- Si que la pasamos bien - Sonrió Miguel.
Yo lo único que podía hacer es regresarle la mirada y sonreír también mientras su ansiedad subía.
- Llegamos mi amor - apúrate que ya es tarde.
Regresé a ver a Miguel y con un suspiro abrí la puerta.
- ¿No te vas a despedir ? - Preguntó Miguel.
Con la mirada hacia afuera cerré los ojos lamentándome por lo que iba a pasar. Mire a Miguel y con un beso rápido me baje antes que haya más preguntas o pedidos.
Una vez afuera, esa sensación que sentí en aquel momento de la universidad regresó. Pues me sentía observado e incómodo pero esta vez podía tolerarlo. Me había acostumbrado a usar ropa femenina y a tener más atención.
Sin saber que hacer me senté en una banca de la calle.
Mientras practicaba mis gestos femeninos hasta pensar que hacer, un mensaje sonó.
- Hola mi amor.
- ¿Ya llegaste ?.Inmediatamente respondí el mensaje con una respuesta positiva a ver si Miguel me daba más pistas de que hacer . En cuestión de minutos un chico se sentó alado mío, tomó mis caderas y me beso la boca. Esta vez fue un beso más apasionado, algo que me impactó pues no dejaba de sorprenderme lo que pasaba pero lo que me sorprendió más fue que aquel chico no era Miguel.
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Mi vida paralela
FantasyÚltimamente se a hablado de universos paralelos donde las probabilidades son infinitas. Nacer hombre o mujer, ser atractivo o feo, ser pobre o rico. Esta es la historia donde las probabilidades jugaron en contra de un chico de 20 años