- Usa el tiempo que necesites mientras yo me preparo - Alejandro grito desde la sala hacia la habitación.
Con las piernas temblando y en contra de voluntad, comencé a retirarme la ropa que llevaba puesto, hasta quedar completamente desnuda. En la habitación había un espejo donde podía ver el reflejo de aquella hermosa mujer asustada. Me solté el cabello y comencé a colocarme lentamente aquellas prendas rojas de lencería siendo la primera vez que manipulaba tanto mis suaves pechos intentando hacer que calce todo a la perfección.
El cuerpo de Belén cada vez estaba más exitado y yo más nervioso ante toda la situación. Los pechos de Belén estaban sensibles y no podía evitar disfrutar una sensación placentera cuando los tocaba, pero al mismo tiempo me asustaba perder el control.
El conjunto incluía un par de medias naturales de muslo, algo que nunca había usado pero recordaba cómo Luisa se los ponía. Al tomarlas se sorprendió lo suave que eran, enrollé las medias y metí mi pie en una de ellas y comencé a deslizar suavemente acomodándola como lo hacía Luisa.
Finalmente las agarre con los ligueros que incluían en el conjunto, algo que me tomó mucho tiempo, pues era muy complejo. Mi inteligencia se mantenía intacta y eso era algo bueno o talvez Belén era igual de inteligente que yo. Finalmente me subí en los tacones de 15 centímetros, algo que aunque ya dominaba, la altura era un problema para caminar.
- Preciosa ¿ ya estás lista ? - Preguntó Alejandro desde la sala.
Yo tímidamente antes de responder decidí salir de la habitación. Era incómodo estar así, me sentía completamente desnuda y me iba a exhibir frente a un desconocido para mi.
Al pararme en la puerta, algo me sorprendió bastante. Algo que nunca me lo espere.La sala que Alejandro, se había convertido en un estudio fotográfico. Apenas me di cuenta lo que pasaba me lleve la mano a la frente y sonreí con un alivio pero también me llegó una nueva preocupación.
Nunca, jamás en la vida había modelado para las cámaras, estaba paralizado y no quería moverme de la puerta.
Alejandro me miró de pies a cabeza y me dijo.
- Te ves perfecta
- Ya llegó tu instructora de modelaje.
Nuevamente respire, pues no era tan grave la situación pero me asustaba que cada vez más al ver personas entrando al lugar. Algunos llevaban luces, otros acomodaban el lugar.
- ven mi amor - como los practicamos el domingo. - Dijo la instructora.
Ella se colocó sobre una especie de silla cubierta con una delicada tela blanca e hizo un par de posiciones que podían exhibir el conjunto que yo llevaba puesto. No se veía muy difícil o eso pensé.
- Muy bien mi vida - la instructora de levantó de lugar
- Yo ya estoy vieja para esto - se que lo lograras.
- la anterior semana lo hiciste perfecto.
- Porfavor ubícate
Con recelo me camine hacia el escenario mientras escuchaba el sonido de los tacones con cada paso llamando la atención de todos. Aunque podía tolerarlo, no era nada cómoda la situación.
Podía notar como el personal intentaba ocultar de manera fallida su mirada hacia mi, mientras yo intentaba acomodarme en la misma posición que me indicó la instructora. Me sentía completamente expuesto a todos, el pensar que no era yo y que era un "disfraz" era lo único que me mantenía algo tranquilo.
Al inicio pude ver cómo la instructora se llevaba la mano a la cara decepcionada por lo que estaba viendo. Respire e intente por un momento dejar de pensar en todos los que estaban al rededor. No podía jugármela tanto, mi objetivo era ser Belén y tenía que aceptar todo lo que conllevaba ser ella.
Estaba completamente nervioso pero al parecer el Cuerpo de Belén dominaba muy bien la posición, porque al poner mi mente en blanco, noté que la instructora se recuperaba de la decepción.
- ¡Sii, muy bien mi vida! - Así mismo es - la instructora se expresaba emocionada
Sabía que yo no iba a poder hacerlo y comencé a descubrir que el cuerpo de Belén sabía hacer muchas cosas que yo no. Solo tenía que dejar que fluya todo con tranquilidad, es algo difícil de explicar pero en el fondo sabía todo pero mi yo lo de tenía por una falta de "sincronización".
Pero no todo era color de rosa, pues cuando dejaba que todo fluya sentía que me iba, como si regresara a mi vida antigua. En un momento sentí como mis ojos se abrían en mi habitación por un momento y en cuestión de milisegundo regresaba a la sesión con Belén.
Lo extraño de aquel momento, fue que yo no estaba acostado en mi habitación, estaba frente al computador jugando videojuegos.
Acabé la sesión y al parecer todos estaban contentos por el buen trabajo que había hecho. Me dieron una bata y me fui a la habitación para cambiarme. Al cerrar la puerta me recosté sobre la puerta aliviando porque todo ya había terminado. Quien diría que esto era un día de trabajo normal para Belén, fue muy agotador y estresante.
Frente a mi había un espejo y no dejaba de sorprenderme lo hermosa que era Belén, al estar sobre aquellos tacones con ese tipo de lencería me dio mucha curiosidad de mirarme más detenidamente. Camine lentamente con pasos lentos y seductores hacia el espejo, puse una mirada seductora y comencé a posar para mi mismo frente al espejo.
Era un tiempo que tenía para mi con Belén, no podía dejar de mirarme y apreciar cada parte de mi cuerpo mientras comenzaba a acariciarme lentamente el ombligo. Con una mano iba subiendo hacia mis pechos, mientras con la otra mano iba bajando lentamente hacia mis piernas.
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Mi vida paralela
FantasyÚltimamente se a hablado de universos paralelos donde las probabilidades son infinitas. Nacer hombre o mujer, ser atractivo o feo, ser pobre o rico. Esta es la historia donde las probabilidades jugaron en contra de un chico de 20 años