En cuanto el sonido hizo eco en todo el ambiente, la hermosa figura de Seoho que se esforzaba por taparse cuanto más podía...comenzó a desintegrarse hasta llegar a convertirse en nada más que simple polvo.
Los ojos de Hwanwoong no podía creerlo, sus piernas no dieron más y sus lágrimas se desbordaban con tanta emoción que casi ni podía ver, así como sus lamentos de agonía que, en más de un momento, desafió el temperamento del demonio.
RAVN por su parte no dejaba de mostrar dominio con cada paso que daba, pues ni en un segundo volteó la mirada para corroborar su cometido, a excepción de cuando terminó de vestirse.
—Deberías superarlo ya, era su destino. No es mi culpa —su falta de sentimiento golpeó una fibra del ajeno que no pensó tener.
Sin poder entender, su cabeza chocó contra la pared de atrás. Adolorido, intentó liberarse de aquel agarre desgarrador solo para divisar que se trataba de un simple humano...o al menos, a simple vista.
—Como te atreves a decir eso de él...Tú...¡TÚ LO LLEVASTE A ESE CAMINO! —su grito era desgarrador y casi de ahogo posible— ¡Prometiste no tocarlo! ¡Lo prometiste!
El joven de cabellos negruzcos intentó zafarse del agarre, pero por alguna razón...su poder, ni siquiera el del inframundo, era capaz de vencerlo. Eso le aterró, pero no quiso dejarlo en evidencia.
—Bueno sí, pero las cosas pasan Hwanwoong...no es com...
Antes si quiera de que pudiera acabar de hablar, su cabeza fue estrellada una vez más con fuerza en la pared hasta dejar casi una fractura en la pared y un hilo de sangre corriera por la mejilla del ya mencionado.
—Ese no fue...el trato...
—Hwan...wo...—el dolor le quemaba como ningún otro.
—¡CÁLLATE! —en cuanto dijo eso, lanzó el cuerpo por la ventana haciendo que esta se rompiese en mil pedazos diminutos.
Hwanwoong sentía su corazón roto, sentía un enorme hueco en su pecho y su cabeza le zumbaba con miles de ideas venidas de diferentes voces. Sentía que, si seguía así, se volvería loco, sin embargo, cuando abrió los ojos de nuevo...ya estaba viendo como el cuerpo de RAVN era lanzado por la ventana y esta se rompía sin piedad.
Corrió a la ventana para divisar alguna señal del cuerpo, mas para su buena suerte no había ni rastro. Solo algunos pedazos de vidrio, pero nada que no pudiese limpiarlo.
—¿Qué fue eso? —se dijo a sí mismo mirando sus manos asombrado.
Solo para ir al baño y revisar de nuevo su apariencia; esta se veía igual, a excepción de sus ojos que comenzaban a tener un brillo singular y poco reconocible.
ESTÁS LEYENDO
𝐓𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐌𝐞
Fanfic𝑆𝑖 𝑙𝑎 𝑣𝑒𝑛𝑔𝑎𝑛𝑧𝑎 𝑦 𝑒𝑙 𝑠𝑒𝑥𝑜 𝑛𝑜 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑐𝑟𝑒𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑚𝑜𝑛𝑖𝑜𝑠 𝑎𝑛𝑡𝑖𝑔𝑢𝑜𝑠...¿𝑄𝑢𝑖𝑒́𝑛 𝑓𝑢𝑒 𝑒𝑛𝑡𝑜𝑛𝑐𝑒𝑠 𝑒́𝑙 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑠𝑎𝑏𝑙𝑒? 𝐍𝐎𝐓𝐀 ¶ 2° 𝙻𝙸𝙱𝚁𝙾 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝚃𝚁𝙸𝙻𝙾𝙶𝙸́𝙰 [...