Death

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—Muy bien, ahora que sabes todo lo que ocurrirá, solo necesitamos una colaboración de tu parte—

Grabriel hizo un gesto con su mano haciendo que los ángeles que sostenían a Crowley alzaran al mismo para así lograr que se quedara de pie.

—Cuando Aziraphale estuvo aquí y fue condenado a morir en el fuego infernal, su cuerpo no sufrió ningún tipo de daño. Igual que, según Miguel, tú tampoco sumergido en agua bendita. ¿Cómo es eso posible? —

Crowley se sentía demasiado alterado por la situación de Aziraphale, no tenía ganas de soportar a Gabriel y sus malditas preguntas, no quería seguir ahí, tenía que descender al infierno en busca de su pareja.

—No pienso perder mi tiempo con tus maldit-... —

Un fuerte golpe en el estómago propiciado por Gabriel lo sorprendió. Debía admitir que nunca creyó que los ángeles serían capaces de golpear así de fuerte.

—Tú y yo estamos de acuerdo con eso, no queremos perder tiempo. Así que sé breve y confiesa la depravación que tú y ese estúpido ángel hicieron—

... / ... / ...

—Así que no era más que un simple juego de rol— dijo Belcebú mientras recorría con la mirada el asustado rostro de Aziraphale —Una mentira muy efectiva—

— ¡Fue una burla! — gritó Dagon —Este maldito ángel se burló de todos en nuestras caras—

—Era la única forma, nosotros necesit-... —

— ¡Silencio! — interrumpió Hastur —Si es un maldito ángel entonces arderá como cualquier otro—

El grito entusiasmado de los demonios se escuchó con fuerza, pero Belcebú no estaba muy de acuerdo con ello.

— ¡Cierren la maldita boca! — gritó con firmeza — ¡Aziraphale pasará por el juicio de Lucifer antes de las torturas! —

— ¿Quieres que esperemos por eso cuando tenemos al hijo de puta que nos dejó sin batalla? — preguntó Dagon —El fin de la humanidad era lo único que teníamos ¡Y este maldito ángel nos los quitó! —

— ¡Matenlo! — dijo Hastur

Y entonces todo se descontroló, Belcebú no pudo hacer nada contra todos los demonios enojados que se abalanzaron a Aziraphale.

... / ... / ...

Un tono angelical y suave de repente se escuchó e interrumpió la tensión entre Crowley y Gabriel. Era el distintivo tono del comunicador celestial de Miguel. Tal vez hubiera sido una buena noticia para Crowley el tener un respiro, ya que el arcángel ya le había golpeado tres veces, pero no fue exactamente así.

—Oh, santo Dios— comentó Miguel

Gabriel frunció el ceño y se acercó a ella al igual que Uriel y Sandalphon.

— ¿Qué está ocurriendo? — preguntó el arcángel

Miguel simplemente estiró el brazo con el comunicar en su mano y marcó la opción de alta voz.

—Y eso fue todo, los muy imbéciles ya se encargaron de él—

Crowley reconoció la voz de Belcebú inmediatamente.

— ¿Quieres decir que ellos cambiaron de cuerpos y nos engañaron? ¿Así de simple? — preguntó Miguel

—Eso es ridículo— comentó Gabriel claramente indignado

Se escuchó a Belcebú resoplar con molestia —Eres tú otra vez—

— ¿Dónde está Aziraphale ahora? —

—Acabo de decir que se encargaron de él. Está muerto—

Crowley abrió los ojos completamente al escuchar esas palabras.

—El fuego infernal lo consumió por completo, ni siquiera lo escuché gritar—

... / ... / ...

Ya era tarde en la noche en Londres y el parque St. James estaba prácticamente vacío, tal vez por eso nadie fue testigo de la repentina caída de un ángel justo en medio del lago.

No se vio emerger el cuerpo de Crowley hasta después de casi una hora, él simplemente había dejado que su cuerpo descendiera lentamente mientras que lidiaba con la pesadez de sus culpas y su propia existencia.

Luego de aquella llamada, Gabriel y compañía tuvieron la información que necesitaban, Crowley estaba demasiado conmocionado para luchar, la muerte de Aziraphale lo había dejado sin motivo para seguir viviendo, así que él solo esperó la muerte ahí mismo. Pero él era un demonio que había vuelto a ser ángel, algo que jamás había pasado, así que tanto el fuego como el agua bendita podría ser el arma perfecta; sin embargo, hasta para él había un castigo peor que la muerte.

Fue desterrado, prohibido tanto en el cielo como en el infierno. Su condena sería vivir entre los seres humanos, con el peso de la muerte de Aziraphale sobre sus hombros. Quizás por la eternidad o hasta que un nuevo Armagedón sea debidamente planeado. No lo sabía. Lo único que tenía ahora era su propia existencia.

Is It Real Love? [Ineffable husbands]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora