Is It Real Love? [Ineffable husbands]

Traitor

Hastur permanecía serio al lado de Belcebú quien, con los brazos cruzados miraba aburrida como los demonios empezaban a hacer escándalos.

— ¡Ya cállense, maldita sea! — gritó —Ninguno de nosotros puede ir allá arriba y esa mierda de arrepentirse no se aplica a nosotros, así que cierren la maldita boca y escuchen—

—Será esta noche— continuó Hastur —Los demonios involucrados no serán llamados, solo Belcebú subirá a hacerse cargo—

El desorden inmediatamente se volvió a formar entre los demonios.

—Son órdenes de Lucifer, ¿quién será el imbécil que irá a reclamarle? — preguntó Belcebú haciendo que todos los presentes guardaran silencio —Yo me encargaré del lío en la Tierra, pero ustedes tendrán su venganza aquí abajo—

Las sonrisas no se hicieron esperar en los demonios, incluso Hastur traía una gran sonrisa en su rostro. La venganza por no tener la tan esperada batalla del fin del mundo por fin sería realidad.

—El traidor de Crowley pagará por todo lo que nos hizo— dijo Hastur

—Ya saben qué hacer para entonces, tengan todo listo— finalizó Belcebú

Los demonios presentes empezaron a moverse en desorden dispuestos a seguir con el plan, todos ansiosos de satisfacer sus reprimidas ganas de venganza.

Hastur y Belcebú se quedaron solos en cuestión de pocos minutos.

— Torturaré a ese maldito ángel, será el castigo para Crowley— dijo más para sí mismo, luego simplemente miró a su compañera — ¿Cómo lo mataremos? — preguntó Hastur

—Dejaremos que todos se diviertan con las torturas hasta que encontremos la manera de destruirlo—

— ¿Qué tan seguro es que los idiotas de arriba cumplan su palabra? —

—Aziraphale y Crowley no pueden morir de maneras convencionales, son más poderosos, son... híbridos que amenazan el equilibrio. Y sabes cómo es de grande el ego de un ángel— Hastur respondió con una sonrisa burlona —Si quieren mantener el equilibrio, les conviene que todo salga bien—

—Ligur se divertiría con esto—

—Sí, podrás vengar la muerte de tu marido con esto— respondió Belcebú levantando una ceja

— ¡¿De qué mierda estás hablando?! —

— ¿Crees que nunca supimos por qué las paredes estaban sucias? —

— ¡¿Pero qué...?! ¡No tengo idea de lo que estás hablando! —

— ¡No te hagas el imbécil! ¡Esas mierdas no eran saliva! —