LA MELODÍA DEL AMOR ETERNO (LUNACOLN)

CAPITULO 19: YO YA AMO A OTRA PERSONA

Disfrútenlo muchas gracias!!.

Para recapitular, Luna se encontraba en la ciudad de Los Angeles debido a que Lincoln había ganado un concurso de música para ella en Royal Woods.

A su viaje la habían acompañado dos personas más, Danny y Jessy los cuales, no solo la acompañaron para escoltarla, si no también para convencerla de que se olvide de su amor por su hermano menor, y viaje con ellos a Inglaterra en dónde, con su voz y su talento, ella conseguiría fama, dinero y prestigio sin duda alguna, y para conseguirlo, prometieron que usarían todo lo que sea necesario para que Luna se olvide de Lincoln para siempre.

Parte del premio del concurso era conocer en persona a Mick Swagger, el idolo de la música Rock para Luna, y cuando lo conoció finalmente en persona sus sueños se habían vuelto realidad, era toda una fantasía poder hablar y disfrutar de un momento agradable con su ídolo.

Lo que Luna nunca vio venir, es que mientras conocía a Mick, apareció un jóven apuesto, alto y de muy buena familia, llamado Aaron el cual al mirar a Luna, quedó completamente maravillado y asombrado con su belleza, así que decidió acercarse a ella para conversar y ser algo más que un simple amigo.

Los días habían transcurrido con normalidad, Luna y Aarón se habían vuelto muy cercanos en poco tiempo debido a que compartían los mismos gustos cómo por ejemplo, la música de Mick Swagger, sus sueños de ser alguien grande en la música y cumplir todos sus objetivos.

Todas las veces que conversaban eran momentos muy agradables e inolvidables, ya que Luna había encontrado a un chico que le gustaba lo mismo que a ella, ninguna de sus hermanas le gustaba lo mismo, Lincoln tampoco, por lo que toparse con Aaron fué un golpe de suerte, mejor dicho, fué quizás el destino el encargado de hacer que se encuentren en su camino.

Aarón por su parte estaba empezando a enamorarse de Luna, ella también compartía sus mismos gustos, ya sea por la música, su ídolo Mick Swagger etc, lo que él no sabía era que Luna estaba enamorada de su hermano Lincoln, que eran novios y que llevaban una relación incestuosa. Danny nunca le dijo nada, solo dejó que Aarón conquiste solo a Luna y así convencerla de llevársela a Inglaterra.

La semana casi había terminado, solo quedaba un día para que termine el premio y con eso el viaje de Luna, y para celebrar el último día de Luna en los Angeles, decidieron hacerlo en Grande.

En la mañana, desayunaron en un restaurante el cual Mick y Danny invitaron, luego de eso fueron a pasear por toda la ciudad de los Ángeles en la limusina de Mick, llegando casi el medio día fueron al cine a ver una película que Luna y Jessy querían ver con todas sus ganas, Mick no dijo nada solo aceptó pero Danny sabía muy bien que eso iba a ser un martirio completo ya que la película que quieran ver era de amor ya saben, cosas cursis.

Así pasaron la mañana, Luna y Jessy estaban encantadas con la película puesto que era una de Romance y cosas cursis Drama, amor, conflictos sentimentales etc. Aarón simplemente estaba felíz de que a Luna le guste la película.

Danny y Mick se habían quedado dormidos debido a que les parecía aburrida la película, pero tenían que hacer feliz a Luna. Aarón no se quedó dormido, también miraba la película con algo de curiosidad, algo era curioso y gracioso debido a que una de las protagonistas era similar a Luna, ojos claros, pelo café divertida etc, por lo que Aarón miraba a Luna y pensaba...

—Luna en realidad es una señorita muy hermosa, es la chica más bella que mis ojos han visto, y desde que la ví, me gustó, aprovecharé esta noche para poder decirle lo que siento —pensó Aarón sin dejar de mirar a Luna que se encontraba a su lado contemplado su belleza.

Luego de eso, al salir del cine decidieron recorrer todo el centro comercial aún era temprano para regresar al hotel y aún había luz de día.

Mientras caminaban, alguna personas si habían reconocido a Mick, era famoso, y obviamente se acercaron a pedirle su autógrafo, una foto y en los casos mucho más atrevidos, un abrazo, o un beso en la mejilla para las señoritas.