Olimpiadas
(tsubasa Ozora)
La multitud nos ovacionaba, las paredes del gran estadio de España retumbaban por los gritos de los aficionados. Por primera vez Japón había logrado ser campeón en los juegos olímpicos, era un paso muy importante para el reconocimiento mundial de nuestro país. Esto lo logramos con la ayuda de mis compañeros de equipo, ahora celebrando el triunfo que tanto nos había costado. Mis ojos se posaron en mi pareja de juego, tan radiante y con algunas lágrimas en los ojos veía como colocaba su medalla en el cuello de su padre.
Cuando éramos pequeños me había confiado ese dorado sueño, me llenaba de felicidad ver que cumplía su meta y ser yo quien ayudó hacerse realidad. Sin darme cuenta estaba a lado de mi mejor amigo y con mi medalla en mis manos, lo abracé. Me miró asombrado mientras correspondía a mi muestra de afecto, todos los seleccionados se abalanzaron y en medio de la algarabía escuché una voz.
-Felicidades Taro!!- miré hacia la persona que pertenecía aquella voz tan aguda, la reconocí de inmediato.
-ella no es Sanae de Francia?- cuestionó con un tono de picardía Ishizaki, haciendo que una extraña sensación de incomodidad se instalara en mi pecho- cuando seguirás los pasos de tsubasa?
-ella es la novia de Misaki? Es linda- comentó Aoi, al instante Ishizaki le dio un golpe en la cabeza- eso dolió! Solo estaba haciendo un comentario- Aoi miraba con algunas lágrimas a Ryo, algunos de nuestros amigos no aguantaron la situación cómica entre ellos dos y empezaron a reír.
-ella no es mi novia, solo es una amiga- aclaró Misaki ante la perspicaz mirada de la selección japonesa
-quizás en el futuro recibimos las invitaciones de matrimonio, ella siempre está apoyándote, no Misaki?- cuando terminé de hablar, mis amigos me observaban con asombro y Taro forzaba una sonrisa
-que venga apoyarme no significa que me casaré con ella, Tsubasa- pasó por mi lado, sabía que estaba molesto- si algún día me caso, será con la persona que mi corazón elija.
Taro Misaki siempre fue un libro abierto ante mis ojos, desde la primera vez que nos conocimos logramos comprendernos con solo mirarnos. Siempre es divertido jugar futbol si lo tengo a mi lado, pero ver aquella sonrisa fingida hizo que mi corazón se detenga por unos segundos.
Estaba muy confundido, pensaba que el amor era estar con esa persona que dio su apoyo incondicional, apoyándote para alcanzar tus objetivos; pero escuchar a Misaki decir "mi corazón elija" fue como una apuñalada en mi pecho. Sé que tengo una esposa, pasamos por momentos difíciles en mi carrera pero siempre ella estaba apoyándome. Estoy seguro que ella me ama, pero yo a ella?
Sanae me esperó con los brazos abiertos, pero al verme lo único que hizo fue darme mi espacio. No podía con estos pensamientos que rondaban por mi mente, cada vez me decía que la decisión que tome al casarme era lo más lógico. Además estar casado nunca impidió ni fue obstáculo para mis objetivos en la vida, traté de seguir con el ritmo de mi vida con normalidad.
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El dueto dorado- tsubasaki
أدب الهواةDespués de salir vencedores en las olimpiadas y realizar el gran sueño de Misaki, Tsubasa se cuestiona sus sentimientos hacia su pareja de oro.