Bestia [Omegaverse]

Cinco

Esa mañana sería especial, luego de tanto viajar y por fin ubicarse en un lugar estratégico los más veteranos ubicaron a las presas más difíciles: los venados, grandes y hermosas criaturas astadas que sorprendían al joven Mahamy, los otros niños estaban temerosos, pero el joven omega confiaba en su arco y flecha más que en cualquier otra arma, pero había otro problema: notó que los betas quienes llegaron con ellos no dejaban de susurrar a sus espaldas, eso lo incomodaba, también los otros niños lo rechazaban, quizás porque no reconocían su rostro, Mahamy fue criado para llevar el rostro siempre cubierto de pintura, así daría honor a su raza omega, pero en ese lugar, con el rostro limpio y a la vez semicubierto por la túnica él no era el honorable hijo de los jefes: era un beta que no reconocían.

Su primer encuentro con un venado cara a cara fue más que emocionante, él había tenido la oportunidad de tirar la primera flecha sorprendiendo a todos los que se encontraban presentes al ver lo diestro que era en ese arte. Había logrado cazar a su primera presa, un hermoso ejemplar hembra de su especie, eran algo más pequeños de lo que se imaginaban al tenerlo de cerca, pero hermoso de igual manera, claro que sus hermanos felicitaron a Mahamy por el nuevo logro en su vida. Todos los demás veteranos sospechaban de aquel extraño niño y observaban cada uno de sus movimientos.

Pero aquello era lo de menos, quizás sí, le incomodaba un poco ser observado, pero estaba contento solo con estar con sus hermanos y disfrutando con ellos el gusto de cazar, algo que por fin podría hacer. La noche pasó rápido, él comió una enorme porción de carne de venado pues se lo había ganado y sus hermanos se la habían dado, contento durmió abrazado a ambos alfas y con el estómago lleno. A la mañana siguiente estaba emocionado, despertó antes que todos y se preparó, amarró su ropa y contó cada una de sus flechas justo antes del amanecer, debían salir temprano, sus hermanos despertarían minutos más tarde, pero mientras Mahamy observaba a lo lejos el sol que se asomaba por el enorme prado, el sonido de las aves sobre los árboles que lo resguardaban era lo único que podía escuchar, cerró los ojos inhalando el aroma del rocío mientras se concentraba en todas las sensaciones que lo rodeaban, escuchó ligeros pasos detrás suyo, casi imperceptibles, pero fue suficiente para ponerse en alerta y tomar una piedra que se encontraba a su lado disimuladamente, si aquel que estaba detrás suyo era tan delicado como para intentar no dar ningún indicio de su llegada, seguramente tramaba algo.

Fue un segundo, alguien lo tomó del hombro y tiró su capucha a la vez que el joven omega con reflejos de gacela se hizo a un lado y giró bruscamente para golpear el rostro de esa persona con la piedra, observó con los ojos bien abiertos de la impresión cómo el golpe provocó que uno de los betas con los que viajaba caiga a un lado tocándose la mandíbula a la vez que se quejaba.

—¡Hijo de puta! ¡¿Quién te crees mocoso?! —el beta estaba cabreado, de su boca salía baba sanguinolenta a la vez que se la frotaba, escupió lo que parecía ser un diente mientras giraba hacia Mahamy, el pobre chico estaba asustado, nunca creyó que una persona le daría más miedo que un animal—. ¡Me la pagarás maldito!

El beta se levantó como para atacarlo, en medio de la euforia no reconoció el rostro del joven y este solo se cubrió el cuerpo con miedo procurando defenderse de alguna manera, pero el ruido que había hecho el beta fue lo suficientemente fuerte como para despertar a ambos hermanos alfas.

—Dirígete con más respeto a tu princesa, bastardo —dijo Yasthar con su voz de alfa, la misma que no tuvo efecto alguno en Mahamy porque este aún no terminaba de crecer, pero que aún así le llamó la atención en demasía, al lado de Yasthar estaba Loryam observando a aquel beta que detuvo su marcha hacia quien ahora reconocía, detrás de ambos hermanos alfas los otros dos betas observaban con los ojos abiertos de impresión a quien sería la princesa de la tribu, allí, a kilómetros de donde debería estar honrando a sus padres.