Diario de una chica Asperger. ©

68. Literalidad.

Mi literalidad es una de las cosas que más odio de mí, principalmente porque no puedo pasar desapercibida con ese pequeño detalle.
Soy tan literal que, si no me dicen las cosas directamente, no las entiendo.
Más de una vez me pasó que se me han declarado de manera implícita... Y hasta que no me lo dijeron de manera directa, no lo entendí.
Muchas veces la gente teme ir de frente y decir lo que piensa, pero conmigo no deben temer, porque yo, sencillamente, no entiendo las indirectas y hasta me ponen de mal humor.
Otra cosa que detesto, que entra en esta categoría, es el hecho de que tarden tanto para decirme algo que es más simple de lo que parece, de este estilo:

-¡Hola! Yo... te quería decir algo.

-Sí, adelante, cuéntame.

-Bueno... déjame pensar a ver cómo lo digo...

-Deberías decirlo tal cual es.

-Sí... pero tal vez te enojás o te lo tomás mal...

-Si me enojo, ya va aparte de lo que me vas a decir. Vamos, dime.

-No... no sé si decírtelo...

-Bueno. Vas a lograr que me enoje.

-Es que ¿cómo te lo puedo decir?

-¡Como se dice, maldición! ¿¡Cómo más lo vas a decir!?

-Mejor no te lo digo... porque capaz te enojás.

Odio ese tipo de diálogos. La gente debería decir las cosas sin rodeos y sin temer a que la otra persona se enoje, al diablo.
Soy tan literal que, mientras más vueltas den para decirme algo y más tarden en decírmelo, menos lo voy a comprender.
Por ejemplo, mi humor se adapta a como soy yo: nunca tiene chistes de doble sentido y cosas así... Más bien, tengo un humor más punzante y agrio, que se amolda con el de pocas personas... Por eso no bromeo con todo el mundo, ya que se lo suelen tomar mal.
También, soy de esa clase de personas que, a sus amigos más cercanos y allegados, suele tratarlos de "imbécil", "idiota", "tarado", "estúpido" y un sinfín de insultos, pero porque, en definitiva, no me gusta ser igual al resto de las personas, creo que, siendo como soy, estoy bien y soy única a mi manera... Y, generalmente, mis amigos no suelen ofenderse por mucho que los insulte y por más mal que los llegue a tratar, es más, algunos son similares a mí y me siguen el juego, como también hay otros que no les gusta... pero se tienen que amoldar a mí, tal y como yo me amoldo con ellos, y se tienen que aguantar mi forma de ser y mis insultos, porque es eso o dejar de ser los amigos que más quiero.
Creo que con la única persona que soy yo al cien por ciento, es con mi ex actual. Ninguna persona me conoce más que ella/él (para no especificar su género, porque al fin y al cabo a la gente le vale quién sea mi ex pareja), es alguien que me analizó y me exploró a tal punto que descubrió muchos de mis misterios que, ante los ojos ajenos, pasan completamente desapercibidos.