Hay cosas en las que soy muy buena, como inglés. Admito que me fascina saber palabras en otro idioma, frases, gramática, la verdad no encuentro algo más fascinante que todo aquello...
Pero últimamente estoy deprimida. Y las tareas de inglés se vuelven mi tortura, porque pierdo las ganas hasta de hacerla.Ayer tuve una crisis de esas catastróficas que pocas veces tengo...
Estaba en mi clase de inglés y nos hallábamos dando un tema nuevo: TOO y ENOUGH. Créanme, es una verdadera estupidez, pero me encontraba en el limbo durante toda la clase.
No podía prestar atención a lo que la profesora explicaba, ni a los ejercicios en sí. Casi no hablé nada con mis compañeros de clase, excepto las pocas veces que ellos se dirigieron a mí. Mi mente estaba muy lejos y yo poseía la peor de las ansiedades.
Cuando mi profesora me pedía para leer o corregir algunas de las actividades junto a mis compañeros, mi mente quedaba en blanco y no sabía ni en qué parte estábamos. Esto es lo que más repudio de las clases por Skype: que todos hablan por llamada y mi mente no puede concentrarse en la hoja y la actividad, sin contar que yo quise fingir fortaleza y hacer como que nada pasaba, cuando en el fondo estaba muy angustiada y ansiosa.
No participé durante toda la clase de inglés, y lo cierto es que yo suelo ser bastante participativa y densa con las cosas que me gustan, pero en aquellos momentos mi mente estaba a punto de explotar.
Hacía las actividades demasiado lento y todo por la falta de concentración, y sentía un nudo en la garganta, con un vacío en el pecho que me ahogaba.
Ya no disfruto ni de hacer las cosas que tanto me apasionaban, como lo son mis clases de inglés.
Y es que todos mis compañeros terminaban sus actividades super rápido y yo era la única que se quedaba atrasada, cuando casi siempre era una de las primeras en terminar.
La profesora explicó sobre TOO y ENOUGH, y yo no había entendido la explicación en lo absoluto, como si fuera incapaz de absorber hasta la explicación más simple.
Al final, hicimos actividades referidas al tema, y cuando a mí me tocó corregir una de las respuestas, comencé a excusarme, diciendo que no la había hecho porque aún no le había agarrado la mano al tema nuevo, porque sentía vergüenza de admitir que realmente no había entendido y porque no estoy para nada bien emocionalmente.
Luego, nuestra profesora nos dio otras tres actividades para hacer... y yo me quedé estancada en la primera, porque no había entendido la explicación y en ese momento no estaba lo suficientemente bien como para entender la actividad y hacerla.
Me sentí tan ignorante comparada con mis tres compañeros, porque incluso el más holgazán de ellos terminó antes que yo... y me empezó a entrar tanta ansiedad que no supe qué hacer. Le dije a mi profesora que no lograba concentrarme porque no entendía el tema... y ella pensó que yo no le había prestado atención y porque sí, incluso bromeó diciendo que me volví "lazy" (perezosa, holgazana), como uno de mis compañeros.
Llámenme "borde" o como quieran, pero esas bromas nunca me hicieron gracia y menos estando tan desbordada emocionalmente.
Empecé a sacudir mis manos (gesto que hago cuando ya estoy que estallo de ansiedad), silencié la llamada y dejé todo donde estaba.
Fui hasta mi madre, llorando, y le expresé mi desesperación.
Le dije que no podía concentrarme, que mi mente era un desastre, que todo me salía mal y que ni siquiera había entendido una explicación de lo más simple, y que eso me frustró demasiado.
Mi madre me pidió que me saliera de la llamada y que luego ella le explicaría a mi profesora. Se lo agradecí.
Apagué el celular por un buen rato y ni siquiera abrí mensajes.
El sentirme ignorante, angustiada, vacía, rota y desganada, me superó.
Aún así, luego tomé la medicación, me calmé y mi estado de ánimo cambió unas mil veces durante toda la noche.
Puedo pasar de estar muy feliz, a deprimirme por completo. Y eso es algo que mi psicóloga admitió que le preocupa, que hay ciertas cosas que son normales en la adolescencia, pero que no considera que mi inestabilidad sea de lo más normal.
Además, mañana tengo cita virtual con el psiquiatra, porque en persona se nos hizo prácticamente imposible acordar un encuentro que sea de lo más próximo posible.
Lo que me preocupa de mis cambios de humor es que suelen ser abruptos y por una insignificancia, ¿me explico? No es que tenga razones realmente necesarias como para ponerme eufórica por una tontería, o angustiarme como si fuera el fin del mundo.
Me voy al extremo por nada, y no es bueno que a tan corta edad comience a percibir todo de esta manera, porque en un futuro será incorregible.
Es decir, cualquier persona normal se enoja con otra, se alegra por algo que le sucedió o se entristece por la misma razón, pero saben canalizar sus emociones y no perder la cabeza... Eso mismo es lo que yo no poseo: algo con qué filtrar mis emociones.
Yo recibí algo como una cosa enorme, y así la voy a filtrar; y si a mí se me ocurrió que me tengo que deprimir por algo, me va a suceder y ya, no hay mucho misterio en eso.
Me hubiese gustado controlar un poco más lo que siento y con quiénes lo siento, porque la verdad es que se vuelve un ciclo tóxico conmigo misma y con nadie más.
Imaginen el estar en mi situación:
Alegrarse porque alguien les respondió.
Deprimirse porque la persona no les respondió.
Enojarse a lo extremo por ser tan estúpida y esperar demasiado por parte de los demás.
Ponerse eufóricos porque la persona quiere pasar tiempo con ustedes.
Enamorarse una y mil veces de la misma persona y solo por detallitos bobos y sin sentido.
Desenamorarse y odiar a la persona tan pronto como esta hace algo que a ustedes les decepciona.
Así se siente ser yo, y no justamente por el Asperger, pero saben, las personas con el síndrome tendemos a querer buscarle el lado lógico de todo, y ahí entro en conflicto entre lo que siento, lo que percibo y realmente pienso.
Es decir: puedo sentir que amo a una persona con todo mi corazón, pero al mismo tiempo puedo percibirlo como un amor demasiado extremista e intenso, y a la vez puedo pensar con la lógica que lo más viable sería odiar a la persona para dejar de sentir y dejar de sentirme tan débil ante un humano como yo. Ahí está el dilema.
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Diario de una chica Asperger. ©
De TodoEn este diario hablaré sobre lo difícil que es ser yo, convivir día a día conmigo misma, tener que ver las mismas personas, soportar porque no tengo opción. ¿Quién dijo que ser diferente era divertido, que sentirte la oveja negra o verde de la famil...