48. No puedo con mis nervios. II

211 22 1
                                    

2/2

Fui a declarar a ese lugar. Sinceramente no dormí bien pero tampoco pensé mucho en el tema, eso sí, en el camino me sentía calmada, pero tenía un malestar enorme en mi interior, pero no estaba nerviosa al 100%, sólo tenía una sensación de incomodidad.
Y hasta que no llegamos al lugar y tuve que esperar, no me sentí nerviosa. Hasta ahí, ya que empecé a mover mis manos con nerviosismo. No quería entrar ahí.
Peor fue cuando nos hicieron entrar al lugar a esperar al psicólogo o a la psicóloga. Me hubiera gustado que fuera una psicóloga, tengo una extraña fobia a quedarme sola con un hombre mayor aunque sé que él no querría perjudicarme.
Un señor salió de la puerta y nos observó con seriedad, hasta que sonrió y dijo que sólo le estaba poniendo suspenso al momento. Mala idea señor humorístico, lo único que logró fue que algo dentro mío quisiera quedarse atado a esa silla sin moverse.
Pero al fin y al cabo entré a una cámara donde había muchísimas puertas y abrió una que daba a la dichosa cámara Gesell y dejó una cámara grabando y me explicó que era para analizar todo más tarde.
Él se sentó y me hizo un par de preguntas, pero siempre con ese aire a seriedad y cambio brusco a una sonrisa. Llegué hasta a sentirme aterrada y cuando pude salir de allí, sólo me sentí aliviada.
Había hecho algo por mí misma, por eso me sentía orgullosa y sabía que si ella me tocó, si ella me puso sus asquerosos dedos donde no debía, las iba a pagar tarde o temprano, y ahora sólo voy a esperar a la justicia y lo que decidan.

Diario de una chica Asperger. © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora