Si tan solo...

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POV...NAGISA

Desperté y lo primero que note, fue que los fuertes brazos de Terasaka rodeaban mi cuerpo. Me sonroje al verlo, pero de alguna forma hacían que me sintiera seguro y a la vez una sensación de calidez, la cual solo había sentí una vez antes de todo lo ocurrido.

Me solté de su agarre y con cuidado de no despertarlo, salí del cuarto y me queda para un momento pensando en todo lo que había ocurrido la noche anterior -Ahhhg...ayer fue una noche muy agitada - En eso, pequeños fugaces recuerdos pasaron por mi mente - *suspiro* me pregunto que le habrá pasado al Profesor Karasuma - Baje la mirada y cerré los ojos fuertemente evitando que las lagrimas salieran de nuevo.

#la la...la la-la la...larala-la la...la la-la la...larala-la la...la la...la la la la...-la la la la...la la la...#

Abrí los ojos y alce la mirada, encontrándome con Terasaka, quien tarareaba la melodía mientras acariciaba mis manos. Me tranquilice y sonreí, dándole a entender que ya todo estaba bien.

- Nagisa, no dejare que nada más te pase. Así que ya no estés triste - sentí como sus brazos me rodeaban y me besaba la mejilla suavemente. Me sentí muy afortunado de tener a alguien como él, pero de alguna forma no podía dejar de pensar en el profesor Karasuma.

Mire el reloj en la pared. Aun era temprano, así que le dije a Terasaka que: iría a mi casa para sacar algunas cosas, entre ellas el uniforme de la escuela; entonces caí en cuenta de que mi mochila se había quedado en la escuela y era el lugar donde había dejado mis llaves. Deje salir un largo y pesado suspiro - Ahg...como puedo ser tan descuidado, deje mi mochila en la enfermería de la clase E - Me puse a pensar en formas de solucionar el asunto y en aquel momento solo se me ocurría una manera de entrar, pero al ser la única no significaba que fuera buena, pero que otra opción me quedaba. 

Le pedí a Terasaka que me acompañara a mi casa y así fue, pocos minutos después de que se preparo con el uniforme y sus cosas, salimos con dirección al lugar donde vivo.

- ¿Estás completamente seguro de que puedes entrar aun sin tus llaves? - cuestiono mientras caminaba aun lado mío - Pues no es la forma en que me hubiera gustado, pero viendo la situación, creo que no me queda de otra - conteste. Llegamos al lugar antes de lo que esperaba, entonces saque unos pasadores que ayudaban a sostener mi cabello, los desdoble y los introduje en la ranura de la llave, realizando pequeños y suaves movimientos. Hice lo mismo alrededor de unos cinco minutos, hasta que finalmente se escucho como el pistillo de la cerradura se contraía, dando a entender que se había abierto.

- Ehh...tu ¿donde fue que aprendiste a forzar cerraduras? - Terasaka me miraba con asombro y confusión, pero quien lo culpa, después de todo ni yo sabía que podía hacerlo si no fuera por que Karma me enseño a hacerlo, en caso de una emergencia.

- Ahh...bueno, lo que pasa es que hace un año, Karma me enseño como forzar cualquier tipo de cerradura con lo que tuviera cerca, en caso de un emergencia - conteste mientras sonreí avergonzado. Entramos y mientras me cambiaba el me hacía reír con cada ocurrencia que tenía.

Luego de eso, mire que aun faltaba por lo menos una hora y media para que las clases comenzarán así que como muestra de agradecimiento por lo de anoche, nos prepare el desayuno. Cabe mencionar que al momento el se resistió a que lo hiciera, pero insistí en que aunque no quisiera lo haría, y solo de esa manera me dejo continuar.

Comimos tranquilos y en silencio, disfrutando de tener la compañía del otro. Terminamos y salimos juntos con dirección a la escuela, todo el camino me sostuvo de la mano y por más cosas dijeran de nosotros al vernos pasar, de hecho cada que lo hacían, él les dirigía una mirada de los más macabra, lo que los asustaba y callaba.

A mi Querido alumnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora