Corazón de Fantasma y la Reina de Arena

Capitulo 12, Conociendo el antiguo Egipto II

_Meryth-Neit: ¿Dónde está tu Nemes?
_Chriss: ¿Qué es eso?
_Meryth-Neit: lo que cubre tu cabeza del sol.
_Chriss: ahh, el gorro de faraón, lo tire por el piso, espera.
Comienzo a buscarlo ella solo se ríe haciendo negación con la cabeza, una vez que lo encuentro, me lo pongo.
_Chriss: ya estoy listo.
_Meryth-Neit: está biblioteca es especial es un regalo de los dioses.
Caminamos saliendo de la zona agrícola,  el atardecer se miraba a lo lejos . La brisa salina picaba en nuestros rostros.
Llegamos a la gran esfinge, quedé maravillado con su aspecto, tenía colores, en perfecto estado, tenía nariz y aquella barba típica egipcia, un lago lo rodeaba lleno juncos y demás plantas acuáticas, unos cuantos patos y ganzos disfrutando de las apacibles agua estancadas.
_Chriss: ¡Es fantástico!
Ella se rie.
_Meryth-Neit: hecha un vistazo a las pirámides.
Levanto la mirada, están cubiertas de piedra blanca y pulida, un aspecto impecable, digno de reyes.
_Chriss: mi tía moriría por ver este lugar así en sus inicios.
_Meryth-Neit: es gracioso que lo menciones, me rio con cada error que comenten al decir con tanta afirmación sobre nuestra cultura, hay muchas cosas que no saben y fingen ser los que saben todo.
_Chriss: no es fácil, saber con exactitud lo que pasó hace Miles y Miles de años ¿En qué año estamos? Por cierto.
_Meryth-Neit: hmmm, según como ven ustedes el tiempo, sería ...
Se queda pensando unos segundos.
_Meryth-Neit: el 2.927 a.c.
_Chriss: era realmente sorprendente está esfinge.
_Meryth-Neit: lo es, ven entremos.
Me sorprendo al escucharla.
_Chriss: ¿Entrar?
_Meryth-Neit: si, ven conmigo.
Me toma de la mano y corre halandome sonriente hasta llegar justo debajo de las patas en forma de león.
_Meryth-Neit: ¡Hesent! Necesito que abras.
Dice a un hombre, resultado de esto, en el suelo se abren dos placas de piedras con un mecanismo que las rodaba, podía escuchar el crujir del mismo.
_Chriss: ¡Joder!
Sonrío frenético, me siento como Indiana Jones. El hombre le hizo entrega de una mecha impregnada en aceite , una especie de lámpara, bajamos unas largas escaleras luego un largo pasillo y de nuevo subir escaleras.
_Chriss: cuántas escaleras.
Ella solo se reía continuando su camino. Llegamos a un salón, con la pequeña luz de la lámpara no podía apreciar bien el espacio de esta habitación.
_Meryth-Neit: espera un momento.
Hago lo que me dice, ella acciona un mecanismo en la pared, escucho nuevamente el crujir. Sorprendentemente una luz lapislázuli invade la sala, dejando apreciar su grandeza, abrí mi boca ante tanta belleza, muchos pilares y estanterías con Miles y Miles de pergaminos.
_Chriss: estoy sin palabras de verdad.
_Meryth-Neit: ¿ Qué quieres saber? ¿Matemática? ¿Geometría? ¿Astrología? ¿Anatomía? Bienvenido al mundo del saber.
_Chriss: ¿Astrología?
_Meryth-Neit: siii, ven, corre conmigo.
Sonrío corriendo con ella por la gran biblioteca , comenzamos a subir unas escaleras, miraba en los muros platos pulidos como espejos que llevaban la peculiar luz al interior, las paredes de granito pulido hacían un brillo alucinante, con curiosidad lo toco y una estática hace que los bellos de mi brazo se levanten.
_Chriss: ¿Qué rayos?
_Meryth-Neit: no te detengas.
Subimos más escaleras hasta llegar a otra recamara, el  techo de esta un artefacto que jamás vi, piedras preciosa sujetas a líneas hechas de cobré. Ella acciona otro mecanismo y este artilugio se mueve acomodando sus cristales, interponiendose a la luz lapislázuli, sus reflejos hicieron impacto en el suelo, como una proyección. Pasaba por debajo de estás luces, era todo tan increíble, era mágico.
_Chriss: ¿Es real esto? Es decir... ¿Realmente lo estoy viviendo?
_Meryth-Neit: pienso que es de verdad, lo siento verdad.
_Chriss: y... ¿Qué es este holograma?
_Meryth-Neit: representa los cielos, las estrellas y todo aquello que miramos tan lejos de nosotros, un regalo de los dioses.
Observó detalladamente, frunzo el ceño.. ¡No puede ser! Parece el sistema solar ¿Pero como?
_Chriss: no puedo creerlo... Esta figura borrosa color rojizo parece Marte, este más grande parece Júpiter... ¿Pero como es que...? Ya me están dando escalofríos.
_Meryth-Neit: somos grandemente bendecidos por los dioses, comparten con nosotros su sabiduría, nos abren el entendimiento de nuestra existencia...
_Chriss:... Los dioses.... Ya me dió miedo.
_Meryth-Neit: jajaja, no debes temer a lo desconocido, aprender es mejor que temer.
Observó hacia arriba, toda la habitación alumbraba tenuemente como un prisma de colores representando el espacio, estrellas y planetas. Quedó pensativo, es verdad ¿Cuántos secretos, cuántos misterios? Depronto el toque de su mano a mi hombro, me saca de mis pensamientos.
_Meryth-Neit: ¿Te gusta?
_Chriss: es maravilloso.
Ella se acerca lentamente a mi rostro para besarme.
_Chriss: No se me olvidan los textos extraños que leí.
Ella se detiene, mirando mis ojos.
_Meryth-Neit: ¿ Te enfadas conmigo por la mañana?
Sonrío haciendo negación.
_Meryth_Neit: enfadate conmigo en la mañana, pelea conmigo en la mañana pero esta noche... Se mío.
Una sonrisa pícara escapa de mi, miro al techo, siento sus besos en mi cuello, cierro mis ojos, diciéndole en susurro.
_Chriss: mañana serás sincera conmigo, ok.
Entre besos y lamidas a mi cuello me responde.
_Meryth-Neit: seré honesta contigo ... Mañana.
La tomo entre mis brazos y beso ardientemente, sintiendo su pasión desbordarse, las ganas toman dominio de mi cuerpo, un estado frenético, un ambiente místico, aumentaba el éxtasis del momento. Se abalanza sobre mi, hasta dejarme tendido en el suelo de esa habitación, comprimía mi abdomen con sus manos, su cabello hacia el contraste con la luz que se colaba por sus hebras, realmente parecía una diosa. Toma dominio de mi, de mi cuerpo, me dejo, me siento atrapado en un embrujo del cual no puedo ni quiero salir. Ella recorre mi cuerpo con caricias y besos, rodeando con sus piernas lado a lado, su cuerpo movía como una danza erótica egipcia, su vientre en movimiento saco de mi jadeos deseosos a los que se unieron los de ella, retumbaban los sonidos haciendo eco de nuestros gemidos, aumentando mi líbido. Despojamos las prendas con premura, nuestros cuerpos vibrantes y sudorosos fueron un solo deseo, un solo sentir, en esa noche mágica de Egipto.