Capítulo 11

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Habían pasado unos pocos minutos desde que Camila ha estado viendo la imagen de Lauren balanceándose sobre una cuerda en el jardín. Llevaba ropa ligera y fresca ya que el día estaba caluroso, esto facilitaba lo que estaba haciendo. Camila dudaba en querer acercarse, le gustaba la compañía de Lauren pero solo como amiga y el miedo de que si lo hiciera causara que cualquier atmósfera de tranquilidad cayera a la tierra solo porque recordaran que no eran solo amigas sino novias. Tomó un poco de coraje por la presión de su madre de conocer mejor a su prometida, y cuando se encontró aburrida y curiosa por lo que Lauren estaba haciendo decidió caminar hacia la mayor.

—¿Cómo lo haces?— La voz risueña de Camila hizo que Lauren perdiera el equilibrio y se pusiera de pies.— Te asusté lo siento, no fue mi intención.— Lauren solo sonrió y sacudió la cabeza frenéticamente.

— No no! Está todo bien.— Respondió riendo.—¿qué pasa con tu primera pregunta de... como hago qué?— Preguntó frunciendo el ceño.

—Equilibrarte ahí sin caerte.— Respondió sonriendo.

— Bueno fue mucho tiempo de práctica hasta que logré esta hazaña.— Una hermosa sonrisa adornaba sus labios.

— Bueno apenas puedo pararme sobre mis pies, imagina en una cuerda.— dijo riendo.

—Pues bien ya veremos.— Dijo Lauren extendiendo su mano hacía camila, quien abrió los ojos un tanto temerosa.

—Oh no Dios no quise decir...no creo que pueda...yo...

— Vamos lo peor que puede pasar es que te caigas, pero no dejaré que te lastimes.— Camila suspiró asintiendo sentándose en el piso y quitandose los zapatos de sus pies. Luego se levantó y tomó la mano de su prometida.

— Bien. ¿Que hago ahora?.— ella preguntó.

— Solo sube y mantente enfocada y erguida, concéntrate en el momento y no dejes que tus preocupaciones te pesen ahora.

—¿Por qué haces esto?.— preguntó curiosa Camila.—¿Para olvidar los problemas?.— Lauren se río antes de responder.

— Si, también, pero también lo hago para aprender a equilibrarme es bueno mantener tu cuerpo en equilibrio en tiempos de guerra. Perder la cabeza podría ser peligroso.— Aclaró.— Ahora dame tu otra mano.

—Creo que no será una buena idea.— Camila dijo con temor y duda.

— Obviamente al principio no podrás equilibrarte, pero lo importante es intentarlo.— Camila se mordió su labio inferior antes de finamente darle su otra mano a Lauren.

— Ahora has lo que te dije.— Camila asintió poniendo un pie en la cuerda y empujandose con el otro. Su cuerpo se balanceaba de lado a otro pero el apoyo de Lauren no la dejó caer. Finalmente se ajustó en posición recta y sintió la mano de Lauren colocándose lentamente sobre su cintura, colocó un pies frente al otro dando su primer paso.

— Se siente bien— Dijo Camila aún concentrada.

— Ahora te voy a soltar y bueno probablemente te vas a caer.— Lauren dejó escapar una pequeña risa de su garganta.— Pero lo importante es tratar de permanecer ahí el mayor tiempo posible.— Camila asintió y Lauren lentamente comenzó a soltar su agarre. El cuerpo de Camila comenzó a tambalearse y ella abrió lentamente sus brazos para equilibrarse y evitar caer, pero era inevitable. Al ver esto Lauren corrió y se abrazó al cuerpo de Camila, sosteniendo su pequeño cuerpo que cayó torpemente sobre el de ella. Lauren perdió el equilibrio pero logró evitar que el pequeño cuerpo de su novia no tocara el suelo.

Una risa hizo que Lauren se diera cuenta que Camila no se había sorprendido por la caída. Durante unos segundos se vio atrapada por el sonido armonioso que se escapaba de la más pequeña y sin darse cuenta sonrió. Camila por otro lado no se había visto ligera durante varios días y por primera vez desde que se comprometió se encontró a gusto con Lauren.

— No creo que sea buena en esto.— Ella dijo y Lauren se humedeció los labios y la liberó del contacto para no avergonzar a la joven le encantaba verla tan despreocupada.

— Lo hicistes mejor que yo. La primera ves que me caí me torcí la muñeca.— Confesó riendo.

— Porqué probablemente no tenías una novia para salvarte de la caída.— Dijo Camila naturalmente y Lauren la miró con miedo, pero cuando vio que Camila no se había congelado cuando dijo esa palabra suspiró aliviada.

— Ciertamente no lo había.— Dijo riendo.— Bueno...— Dijo trepando la cuerda y caminando tranquilamente sobre ella.— Ahora ya no la necesito. Creo que fui lo suficientemente buena ¿eh?.— Dijo moviendo las cejas de manera convencida y Camila frunció el ceño todavía riendo.

— ¿Estas presumiendo de mi?.— Preguntó y Lauren palideció al pensar que había hecho algo mal. Pero Camila soltó una risita y Lauren comenzó a respirar normalmente.—¿Solo porque soy un desastre? Bueno Jauregui...— Camila empujó a Lauren de la cuerda haciéndola perder el equilibrio y cayó de espaldas al suelo.

Camila se río y Lauren entrecerro los ojos.

—Oh mal hecho...ahora me las paga señorita Cabello.

— No Lauren! Por favor...— Dijo riéndose mientras comenzaba a correr mientras veía a Lauren pararse y caminar hacia ella.— Por favor...— Corrió hasta que sus pulmones le advirtieron que no podía más. Sintió los brazos de Lauren a su alrededor y suspiró hondo para respirar, el echo de que ella se riera demasiado le hizo imposible respirar adecuadamente.

— Ahora me las pagas.— Los ojos de Camila se abrieron de sorpresa al sentir que levantaba su cuerpo. Lauren la sostuvo con una mano detrás de sus rodillas y otra detrás de su espalda. Cuando sintió que la empezaba a girar cerro los ojos rápidamente.

—Odio girar me pone enferma.— Dijo suplicando.

— Yo sé, me lo dijistes el día en que nos conocimos.— Confesó riendo.— Dije que me la ibas a pagar.

— Por favor Lauren... ¡Para!— Dijo escondiendo su rostro en el cuello de Lauren, y tan pronto como lo dijo sintió que los movimientos se detenían.

—Sus deseos son órdenes para mi señorita.— Dijo sonriendo. También se sintió un poco mareada pero no le importó. Camila respiró hondo inhalando la fragancia dulce del cuello de Lauren y cuando sintió que todo su cuerpo temblaba la mujer mayor decidió colocar a su novia en el suelo.— Castigo aplicado.— Dijo sonriendo.

— Idiota.— Camila dijo haciendo un puchero.

—Disculpe por eso, bueno creo que será mejor que entremos ahora, ya esta oscureciendo. — Camila solo asintió sin decir nada más durante el camino.

Esa fue la primera noche que no  recordó a John.

Después Del Arcoiris ( Traducida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora