Después Del Arcoiris ( Traducida)

Capítulo 43

—Oh, lo siento. Soy torpe — Dijo la rubia mientras golpeaba a John en el hombro "sin querer". Ella se volvió hacia él y lo miró atentamente. — Espera ... ¿Eres el nuevo administrador o me equivoco?— Jenna preguntó fingiendo estar interesada y sonriendo al hombre.

— Si lo soy señorita. ¿Quién es usted? — Preguntó mirándola.

— Oh, disculpa la grosería. Mi nombre es Jenna, soy hija del ex administrador. — Dijo sosteniendo una copa de champán. —No vas a dejar que una dama beba sola, ¿verdad?— Pregunto y John miró su reloj. Tenía diez minutos para subir, tendría tiempo para tomar un vaso.

— De ninguna manera— Dijo sonriendo amablemente y estirando su mano para alcanzar la copa.

— Pero entonces Peter, estoy muy feliz de tenerte trabajando para mi padre. Camila elogió mucho su trabajo y eso me tranquilizó. — El hombre tomó un gran sorbo del líquido cuando escuchó la mención del nombre de su amor.

— ¿Ella habló bien de mí?

— Uh ... Camila habla de ti todo el tiempo. — Dijo bebiendo un poco del líquido de su vaso. — Es muy estresante y si no le hubiera escuchado decir que ama a Lauren, podría haber jurado que está completamente enamorada de ti. — El chico sonrió y bebió el resto de la bebida nuevamente.

— Esto ... — Dijo sintiéndose repentinamente mareado. —Eso es bueno.

— ¿estas bien?— Preguntó cuando notó la expresión desconcertada del hombre y él asintió, todavía mareado.

— Sí. Yo solo ... necesito subir. — Dijo, mirando la hora en su reloj. Cerró los ojos con fuerza, ya que no podía ver la hora, por suerte sabía que solo eran unos minutos y decidió no llegar tarde para subir. — Espero que no te importe. — Dijo sintiendo que su cuerpo comenzaba a sudar frío.

— Para nada, también tengo algunas cosas que resolver. — dijo ella sonriendo. El chico sacudió la cabeza tratando de ahuyentar el mareo, pero fue en vano. — Fue un placer, Peter.

— Fue un placer. — Respondió, dirigiéndose a la escalera pasando serca a Camila, que estaba hablando con Eleonora frente a la mesa de vasos. Respiró hondo sonriendo discretamente antes de subir.

Se dirigió a la biblioteca, revisó los pasillos para confirmar que nadie lo había visto y entró en la habitación. Llamó a Camila, pero nadie respondió, por lo que dedujo que aún no había llegado. Estúpido, obviamente no había llegado, pues había pasado cerca a ella, pensó.

Respiró hondo y deseó que su malestar pasara. ¿Qué demonios estaba pasando con él? Porque además de la visión borrosa y el aparente calor, se sentía enfermo.

Pasaron unos minutos antes de que las luces se apagaran de repente. John miró a su alrededor, sobresaltado, pero no vio nada.

— ¿Camila? — Preguntó, jadeando.

— Shh ... — Era lo único que podía escuchar antes de sentir que su boca se juntaba con otra. John fue tomado por sorpresa, pero cuando reconoció el perfume de Camila, inhaló profundamente el dulce aroma antes de devolver el beso con desesperación. Camila nunca lo había besado así antes y probablemente el anhelo le dio ese efecto.

— Te extrañé mucho. — Dijo entre besos, todavía mareado y con los sentidos cambiados. Gimió secamente cuando sintió las manos de su amante apretar su miembro sobre su ropa y sonrió ante la noticia. — Parece que estar con Lauren te hizo más inteligente, ¿eh? — Preguntó, escuchando una suave risa antes de sentir las manos abrir su cinturón, bajando sus pantalones. Gimió de nuevo cuando sintió la delicada piel de las manos de Camila envolviendo su polla y bombeándola, dejándolo erecto y duro como una piedra. — Qué delicia, Camila ... Siempre soñé con este momento. — gimió cerrando los ojos. — Pero te hacías la difícil.

Casi se desmayó cuando notó que Camila se inclinaba frente a él y se tragaba todo su miembro con esos suaves labios. No podía ver debido a la oscuridad, pero había imaginado este momento tantas veces que la visión no era necesaria. Le puso las manos en el pelo y comenzó a invertir en la boca de la niña.

— Qué boca tan deliciosa. — Gimió, sintiéndose alcanzando el cielo. recordó que Lauren posiblemente había tomado su virginidad y eso ni siquiera contaba, dedujo que ella era la primera persona en tener relaciones sexuales con Camila de verdad.

Cuando estaba a punto de venir, respiró hondo y levantó a Camila del brazo, la empujó hacia la mesa y le subió el vestido. Se dio cuenta de que la chica estaba un poco tensa, pero no le importó.

— Mantén la calma, te encantará. — Dijo, sintiéndola intentar liberarse de su toque, pero la abrazó más fuerte. — No tengo condón, pero no te preocupes no me vendré dentro de ti. Quiero disfrutarlo mucho antes de que tengamos hijos. — Dijo, ni siquiera se molestó en quitarle las bragas, solo se la puso a un lado y la penetró con fuerza, de inmediato. Escuchó a la chica quejarse de dolor en un susurro, pero no le importó, se tenía que venir.

Él comenzó a bombear a la chica, que todavía estaba seca, pero ella lo comenzó. Probablemente debería ser uno que no tenga lubricación natural. La penetro en seco, con fuerza sintiendo que la mujer hacía fueras para apartarse y le quería sacar la carne de sus hombros con los dientes, pero comenzó a sentir a la mujer mojada con su lubricación y sonrió.

— ¿Ves amor? Mi polla te ayudó. — Dijo sosteniendo a la mujer y girándola abruptamente sobre la mesa, comenzando a penetrarla por detrás, aún en su privacidad. — Te lo haré fuerte para limpiarte de esa esposa tuya. — Dijo sintiendo a la chica llorando suavemente debajo de él. ¿Se lo estaba tomando difícil? Le sorprendió la idea de recordar que ella quería y que ella sería su esposa, que le tendría que cumplir con sus deseos sexuales y por eso aceleró los movimientos, golpeando sin piedad en el sexo de la mujer. Comenzó a gemir en voz alta cuando sintió que vendría y, con disgusto, le quitó el pene del interior y se masturbo para poder vaciar su semen a fuera, luego manoseó las nalgas de la mujer con fuerza.

Cuando se ajustó el cinturón de nuevo, vio a la mujer huir, pero estaba demasiado mareado para seguirla.

— ¿Te lastimé? — Preguntó borracho. — Maldita sea. — Susurró apoyándose contra la mesa. Esperaría a que pasara su incomodidad. Nada en su cuerpo funcionaba bien, ni su vista, ni sus oídos, ni su sentido del espacio, pero tan pronto como mejorara, iría tras ella.

— Bastardo — susurró Jenna secándose las lágrimas. Se quejó irritada, sintiéndose totalmente adolorida. — El animal ni siquiera sabe cómo echar un polvo. —Dijo recuperando la compostura. — Pero, ¿qué no hago por ti, eh, Lauren? — Y, habiendo dicho eso al aire ya que estaba sola, se dirigió a la fiesta. La primera parte del plan se llevó a cabo, que era hacer que John creyera que había tenido un contacto íntimo con Camila.