Capítulo 19

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— Lo hiciste mejor que las otras veces— Dijo Lauren riendo mientras Camila mirada ceñuda la cuerda que intentaba trepar de nuevo. Había pasado varios días desde que Eleonora las había visitado.

— Gracias por decirme en mi cara que todavía soy mala.— Dijo Camila cruzando los brazos y haciendo un hermoso pico.

— Toma tiempo, no seas impaciente nadie aprende algo que lleva tiempo y práctica en solo unas pocas sesiones de entrenamiento.— Dijo Lauren arrojándose al suelo cuando sintió que las gotas comenzaban a caer del cielo. Había estado demasiado cargado durante días, finalmente la lluvia hizo su presencia unánime.

— Esta lloviendo entremos.— Sugirió Camila cuando sintió las gotas tocar su piel.

— No quiero entrar, me gusta la lluvia. — Dijo Lauren luciendo nostálgica. Camila curiosa como siempre se tumbó en el suelo junto a su esposa y le tocó la mano. Algunos de esos guardias podrían estar observando y no quería complicar la vida de Lauren, después de todo solo se casó con ella porqué le rogó.

— ¿Que tiene de especial la lluvia?.— Preguntó Camila mirando al cielo, ahora nublado por un gris oscuro. Las fuertes gotas advirtieron que al menos llovería unas horas, Lauren la miró antes de mirar al cielo.

— Recuerdo a ver tenido esos sueños en los que mi madre aparecía en días lluviosos mientras dormía. En el sueño yo tenía alrededor de los cuatro años, al amanecer se sentía tan real.

—¿Ella te decía algo?.— preguntó Camila.

—Ella cantaba para mí.—Dijo Lauren sonriendo sinceramente.— Solo recuerdo sus ojos verdes, así como los mío y que le preguntaba por qué no podía quedarse conmigo.— Dijo Lauren. —Decía que siempre estaría conmigo y me dormía con sus caricias y su canto.

—¿Estás segura que eran sueños?.—Preguntó Camila y Lauren forzó una sonrisa.

—No lo sé pero prefiero pensar que sí, no me gusta engañarme con sueños— Confesó y Camila le estrechó la mano con comodidad.

—A pesar de lo que sabes sobre ella...

—Me gusta pensar que ella es o fue una buena mujer.— Lauren la interrumpió y Camila asintió. La mayor no llegó a conclusiones ni siquiera de alguien que decía ser prostituta y eso sorprendió a Camila, su esposa era mejor de lo que imaginaba.

—Bueno, bañemonos y comamos algo no te dejaré aquí para qué cojas una gripe.— Dijo Camila levantándose y tirándo de Lauren de la mano. Lauren sonrió y asintió poniéndose de pie y tomando la mano de su esposa entre las suya.


                 •••



Ya era de noche y Camila aún no podía dormir, escuchaba el sonido de la lluvia y los truenos caer, veía por la ventana la poca luz que entraba cada vez que caían los relámpagos. Camila no era el tipo de persona que temía a los truenos mientras dormía solo que en ese momento no podía dormir porque no dejaba de pensar en John. No era justo para Lauren hacer eso ni siquiera para si misma, y por eso estaba tratando de pensar en otra cosa. Cualquier cosa, siempre y cuando la hiciera olvidar de John, después de todo ellas ya había estado casadas por un mes.

Sintió que el brazo izquierdo de Lauren era arrojado sobre ella y por un instante se congeló en su lugar. Estaba pensando en levantarse y cerrar las grandes cortinas ¿Entonces tal vez los destellos de los relámpagos no la dejaban dormir? Pero después del movimiento de Lauren, no había salida. Pensó dos veces antes de despertar a su esposa, después de todo ella parecía cansada pero decidió despertarla de todos modos.

— ¿Lauren?— Dijo suavemente empujando su brazo. — ¿Lauren?— Insistió al ver que no se había despertado.

— Humm...—respondió aún medio sumergida en el sueño.

— No puedo dormir.— Confesó temerosa de que Lauren la maldijera por despertarla solo por eso.

Que podía hacer Lauren para ayudarla en su insomnio. Pero, contrario a lo que pensaba los ojos verdes se abrieron lentamente y el brazo que estaba sobre Camila tiró de ella contra el pecho de Lauren, la chica más pequeña sostuvo el aliento por el repentino gesto, pero trato de relajarse cuando sintió que Lauren le acariciaba el cuero cabelludo.

El olor natural de la piel de su esposa era suave y bueno, estar en los brazos de Lauren hizo que Camila se sintiera segura y protegida, como sin ningún pensamiento que involucrara a Lauren pudiera invadir la barrera que su cerebro  había creado al estar ahí.

Sus ojos comenzaron a cerrarse y se dio cuenta de que el sueño finalmente estaba llegando, el afecto de Lauren alternaba entre su cuero cabelludo y su espalda hasta la altura de sus omóplatos sentía un ligero escalofrío cada vez que la mano de Lauren le acariciaba la espalda y  la subía hasta la cabeza tocándole apropósito la nunca. Quería aplicar un beso en el cuello de su esposa que olía muy bien y donde la piel era tan suave, pero se contuvo y solo dejó su cabeza metida entre el hueco de su cuello después de todo ¿En qué estaba pensando? Besar el cuello de Lauren sonaría para ella como una broma y Camila no veía a Lauren con esos ojos, ni siquiera sabía si le gustaban las chicas. Solo quería inhalar más de serca y saborear la piel de Lauren en sus labios, pero no de una manera provocativa sino curiosa. Todo lo que quería era... Sacudió la cabeza para evitar tales pensamientos, pensar en eso solo empeoraba las cosas disminuía  su voluntad y confundía más a la chica.

— Gracias— Susurró, pensó que Lauren ya se había quedado dormida nuevamente porque no recibió ninguna respuesta inmediata, pero debido al afecto que aún recibía se dio cuenta de que no lo había hecho. Para ajustarse mejor a la posición de las dos, colocó su pierna derecha entre las de Lauren sin llevar el toque a la intimidad de la otra chica, trató de mantenerse a esa posición sin moverse para no rozarla.

— De nada.— La voz ronca salió baja y medio quebrada. Camila esperó que Lauren se quejara por lo que había hecho, pero parece que la posición las había hecho sentir más cómodas, ya que Lauren no se quejó. Suspiró aliviada y unos minutos después se quedó dormida, no había resistido al efecto de Lauren.

Por otro lado fue Lauren quien había perdido el sueño, ella sonrió como una idiota y le dio gracias a Dios por estar en esa oscura habitación por lo que no había riesgo que Camila viera lo mucho que un simple abrazo podría significar para ella. Ella trataba a Camila con respeto pero eso no significaba que podía gobernar su corazón.

Y bueno su corazón había elegido a Camila incluso antes de saber que se iban a casar, su corazón la había elegido hacía meses, solo esperaba que el mismo brillo que su esposa solía tener antes, volviera, porque seguramente Camila era la mejor versión de Camila

Después Del Arcoiris ( Traducida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora