Después Del Arcoiris ( Traducida)

Capítulo 13

Como es habitual en todas las fiestas de los miembros del ejército y familias nobles la celebración duró largas horas. Lauren estaba sentada en la silla más grande del lugar destacandola por ser la novia, Camila estaba sentada en su regazo de una manera educada sin faltar al respeto solo por tradición. La leyenda dice que la pareja que se sienta en esa silla serían feliz por toda la eternidad, algunas parejas se sentaron ahí al principio para prolongar su relación si es posible por toda la eternidad según la leyenda. A lo largo de la década la gente a convertido estas creencias en costumbres entre ellos.

Los brazos de Camila estaban alrededor del cuello de Lauren y no era tradicional, la morena simplemente decidió que ambas estarían más cómodas así.

— ¿Estás cansada?— Era la quinta vez que Lauren le preguntaba eso a Camila. Notó los ojos rojos y caídos de su esposa que bostezaba cada cinco minutos, la más joven estaba realmente agotada solo quería quitarse el vestido, darse un largo baño y dormir, pero el hecho de que esa noche fuera en particular su noche de bodas la tenía en una certidumbre, se estaba acurrucando a Lauren lo mas posible pero el cansancio no le permitió mentir por quinta vez consecutiva.

— Si — Respondió en un susurro permitiéndose rascar sus ojos, Lauren solo asintió y le dio unas palmaditas en la cadera para que se bajara. Camila entendió y pronto se levantó haciendo que todos gritaran de emoción.

— ¡La pareja consumará el matrimonio!.— Uno de los hombres gritó de emoción por las dos.

— Cállate Mahone.— Lauren le dijo a su amigo quien a pesar de ser un poco estúpido y desconectado, era un buen hombre.— Tengan todos una buena noche, gracias por venir a esta unión de matrimonio. Sigan disfrutando de la fiesta, hasta mañana— Dijo Lauren a sus invitados, estos le sonrienron felices. Y sin decir nada más Lauren tomo la delicada mano de su esposa guiándola por los pasillos del lugar hasta su habitación que estaba en la parte superior de la inmensa casa, que Camila consideraba la mansión más importante.

Una vez dentro la habitación se llenó de un silencio incómodo la cual fue interrumpido por Camila.

— Bueno voy a... Bañarme.— Dijo Camila un poco incómoda y Lauren asintió mirando a la más joven sacar algo de su armario y desaparecer en el baño. Si, las pertenencias de Camila ya habían sido transportada a la habitación de Lauren, esa también era una tradición allí. Lauren se acercó a la gran ventana y levantó una de las enormes cortinas para mirar afuera.

Los ruidos que se hicieron en el salón principal de abajo se podía escuchar desde ahí, la fiesta probablemente duraría toda la noche. Lauren admiraba la vista al cielo e internamente le pidió a Dios fuerzas para guiarla por el camino correcto. Si, a pesar de no asistir a la iglesia Lauren creía en ella y tenía mucha fe en Dios.

Se quedó quien sabe cuántos minutos mirando al cielo, decidió sentarse en el borde de su cama y masajearse sus talones ya descalza. Ella eligió algunas ropas en sus pertenencias y las preparó para que cuando Camila saliera del baño ella pudiera entrar a deshacerse de su vestido y bañarse.

Fue el sonido de la cerradura de la puerta lo que hizo que Lauren la viera rápidamente y casi se ahoga cuando vio que su esposa llevaba un camisón de seda blanco muy corto y solo nada más cubría su cuerpo dejando a la vista sus largas piernas morenas que Lauren no pudo resistirse en recorrer con la vista.

La mayor se levantó sin dejar de verla y caminó hacía Camila lentamente. La más joven parecía asustada y su respiración se alteró debido al latido rítmico de su corazón.

— Voy a bañarme.— Lauren susurró y respiró hondo antes de entrar al baño.

Camila dio un suspiro de alivio y se sentó en la cama, recordó lo que su madre le había dicho y obedeció tratando de sentarse sensualmente en la cama y abriendo dos de los botones superiores se su camisón. Su propia madre le hizo repetir la posición que debía tomar para asegurarse de que no iba arruinar las cosas. Levantó su camisón ligeramente de una manera que hizo que sus muslos fueran más visibles, quería llorar o fingir estar dormida pero se dijo que si no era ahora de todas forma esto algún día sucedería.

Se dijo internamente miles de veces que no iba a doler, y que Lauren sería amable porque era lo menos que merecía, había sido obediente hasta entonces no importaba que el destino la ayudara un poco al hacer que su esposa fuera tierna.

— No puedo entender tus planes Dios mío — Susurró suavemente con los ojos cerrados. — Pero confiaré en ti incluso sin entenderlo.— Camila dijo una oración rápida.— Solo por favor no me lo quites. Por favor por favor...que haya algo mejor que el arcoiris.

Después de eso pensó en John quien a pesar de que estaba enamorada de él, nunca pensó en hacer tales cosas con el. Al menos no hasta la boda y como eso estaba muy lejos de ser, ni siquiera pintó la idea de los dos juntos durante los tres meses de noviazgo incluso cuando estaba visiblemente ansioso por eso.

Dejó su ensueño cuando escuchó la cerradura de la puerta del baño y su corazón volvió a latir como loco, le sudaba las manos le temblaban las piernas y no se sentía cómoda.

Lauren la estudió desde lejos dejando que su mirada recorriera a su esposa durante largos segundos. Camila aún no había visto esa mirada en Lauren, ignoró el hecho de que se mordió el labio cuando la vio usando solo una pequeña camisa que dejaba sus muslos libres y marcaba sus curvas.

Lauren respiró hondo y desvío la mira a la ventana por donde se podía ver un poco del cielo estrellado de esa noche, Lauren cerró sus ojos y suspiró perdida en sus pensamientos, los abrió y volvió la vista a su bella esposa que estaba en la cama mostrándose un poco para ella, se acercó sentándose en la cama e inclinándose para apagar la lámpara. El silencio fue todo lo que ambas escucharon hasta que el ruido de Lauren acercándose a Camila en la cama estuvo presente. Camila cerró los ojos con total desesperación repitiéndose a sí misma que Lauren era una buena mujer y por supuesto muy hermosa.

— Se que odiaste el factor principal del día en caso de que te conviertieras en mi esposa.— la voz ronca de Lauren salió en un susurro.— Pero espero que al menos la fiesta te haya gustado. Ally dijo que el color lila es tu color favorito y por eso lo hice decorar así.— Le Confesó.

— Todo fue muy... Hermoso. — Dijo Camila serena tratando de que Lauren no notara la desesperación en su tono de voz, el hecho de que el aliento de Lauren le golpeara su cara no ayudaba mucho.

— Genial — contesto la mayor respirando profundamente, poco después Camila hizo lo que le dijo su madre y pasó el dedo índice lentamente sobre la clavícula visiblemente de su esposa. No podía negar que su piel era suave y que la mujer era sensual.

Camila pudo escuchar el largo suspiro de Lauren y notó que sus dedos se apretaba sobre el colchón. Un silencio inquietante invadió la habitación poco después, la respiración de Lauren era todo lo que se podía escuchar, sintió el movimiento exacto en el que su esposa se inclinó hacia ella pero para su sorpresa o alivio le dio un largo beso en la mejilla y tomando su mano que aún estaba apoyada en su cuerpo para darle de igual forma un beso en la mano antes de alejarse.

— Que tengas buenas noches Camz.— Susurro Lauren lentamente y se cubrió con la sábanas volviéndose hacia el otro lado sin decir nada más y sintiendo miles de sensaciones por su cuerpo que trato de ignorar cerrando los ojos  con una sonrisa para después quedar dormida con su único pensamiento que Camila ahora era su esposa.