Capítulo 31

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— ¿Por qué no me despertaste?— Camila cerró los ojos tan pronto como escuchó la voz de su esposa tan ronca y baja cerca de su oído, sus brazos envolvieron la silueta de la más pequeña.

— Me desperté muy trapano y vine a comer algo antes de que despertaras.— Dijo con voz quebrada. Estaba apoyada contra la mesa decidiendo si comer o no un plátano.

— ¿Y que quieres comer?.— Preguntó con la voz todavía arrastrada igual que la primera vez haciendo que Camila temblara por todas partes.

Lauren dejó algunos besos en el cuello de Camila haciéndola maldecir internamente por ver el doble significado de la oración pronunciada por su esposa. No sabía lo que estaba pasando con su cuerpo desde que experimentó la sensación de tener los labios de Lauren pegados a los suyos. "Debí volverme loca", esa era la única explicación, tragó saliva y se volvió hacia su esposa.

— Todavía no he decidido.— Dijo envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Lauren.

— Yo te ayudo.— Dijo Lauren mirando la nevera pero Camila llevó una mano a la cara de su esposa y la hizo mirarla de nuevo.

— Primero mi beso de buenos días— Dijo y Lauren sonrió ampliamente, nunca se acostumbraría a que Camila le pidiera besos, se inclinó y presionó sus labios contra los de su esposa. Camila sintió el ligero sabor a menta tan pronto como sus lenguas se encontraron, el sabor a menta debido a la pasta de diente que Lauren y ella usaban.

— Por el amor de Dios, no en la cocina.— Dijo Dinah entrando al lugar haciéndoles terminar el beso.— Ya deberías estar lista Jauregui.

— No voy a trabajar hoy, necesito controlar de cerca las condiciones de Rosalía.

— ¿Qué le pasó a ella?

— La noche fue mala, el doctor vendrá con los resultados hoy aquí y sabremos pronto lo que tiene.

— Todo estará bien no te preocupes. — Dijo Dinah y Lauren sonrió débilmente caminando hacia la nevera y sacando algunas cosas de ahí.— Pero entonces la pareja finalmente están bien ¿eh?— Preguntó sonriendo mientras lavaba una manzana.

— Estamos... Nosotras no mm..- Lauren comenzó incómoda, no sabía que pensaba Camila de eso así que no sabía como responder.

— Definitivamente si.— Respondió Camila haciendo que Lauren sonriera tontamente.

— ¿Pero que hay de lo demás? ¿Acaso ya tuvieron sexo?

— ¡¡Dinah!!— Ambas gritaron fuerte haciendo que Dinah detuviera la manzana en su boca.

— ¿Qué, chicas?— Preguntó finalmente mordiendo la manzana.

— Si... ¿Camz puedo hablar contigo más tarde?- Lauren preguntó en voz baja y su esposa asintió.- Perfecto.

Comieron en silencio y cuando casi había terminado llegó Normani junto a Ally y Jenna.

— Eva repetiré la comida, para no ser grosera con las chicas que acaban de llegar. — Dijo Dinah sonriendo alegremente.

— Veré si ha llegado el doctor.— Informó Lauren.

— Voy contigo.— Dijo Camila levantándose poco después.

— ¿Por qué el doctor?— Preguntó Ally preocupada. — ¿Estás bien?

— Lo estoy. Rosalía estuvo enferma anoche tenía dolores en el pecho y los exámenes llegarán hoy por la mañana.

— Que horror, espero que se recupere.— Dijo Ally.

— Si.— Jenna no dijo nada más.

— Tengan buen provecho. — Y así Lauren y Camila salieron por los enormes pasillos de la casa.

— ¿Laur...?— Camila llamó tan pronto como descubrieron que el médico aún no había llegado. Estaban cruzando el jardín para ir a la habitación de Rosalía.— Dijiste que querías hablar conmigo.

— Oh cierto. — Dijo deteniéndose y volviéndose hacia Camila, el sol hizo que los ojos de Camila se frucieran ligeramente y Lauren podía verse así misma en el reflejo de los ojos marrones.— Se trata de... Se trata sobre nosotras.

— ¿Qué tiene?— Preguntó Camila con miedo.

— Nos hemos estado besando y todo...— Comenzó Lauren, estaba un poco avergonzada de mencionarlo pero necesitaba saber.

— Si ¿Y qué? Eres mi esposa — Respondió Camila sonriendo.

— Tú... ¿Te sientes cómoda con eso? Quiero decir, se que es estupido preguntar pero realmente necesito saberlo.— Dijo mirando al suelo.— ¿No me estoy pasando de el límite? — Camila abrió la más bella de las sonrisa y Lauren volvió a hablar.— No sera porqué te duele que te hayas sentido culpable y lo estés haciendo por lastima ¿verdad? Quiero decir, no lo creo pero realmente...

Los labios de la chica más pequeña la silenciaron, no con un beso de lenguas sino con un casto y largo beso solo para que Lauren dejara de hablar.

— No seas paranoica. — Dijo riendo Camila mientras separaba sus labios de los de Lauren.- Siempre te beso porque quiero, y no, no lo hago por lástima.

— ¿De verdad te gusta besarme?— Lauren preguntó. En sus sueños más lejanos Camila le decía que si.

— Déjame ver...— Dijo Camila sonriendo mientras colocaba una de sus manos en la parte posterior del cuello de Lauren y volvía a pegar sus labios, Lauren debería estar ciega si no notara cuanto le gustaba a Camila besarla. La lengua de Camila invadió la boca de Lauren haciéndola suspirar y ceder al beso. Camila deslizó lentamente su mano libre hacia la espalda baja de Lauren entrando debajo de la camisa de la chica y sintiendo la suavidad de su piel bajo el toque de sus dedos.— No creo que lo haya decidido todavía.— Susurró Camila con sus labios a centímetros de los de Lauren.— Necesito intentarlo de nuevo.— y sin más besó a su esposa otra vez. Lauren sonrió en medio del beso mientras acercaba a Camila a ella. Camila chupó el labio inferior de Lauren y suspiró aplicando un último beso antes de mirarla a los ojos.— ¿Esto responde a tu pregunta?— Preguntó sonriendo.

— Creo que no— Bromeó Lauren haciendo reír a Camila, pero pronto se puso seria respirando profundamente.— No quiero que hagas nada que no quieras, no quiero que sea necesario que me beses cada vez que estén serca los soldados ¿de acuerdo?

— Pero me gusta besarte este o no estén ellos.— Camila finalmente habló apoyando su cabeza sobre el pecho de Lauren.

— De acuerdo entonces, pero si alguna vez hago algo que no te gusta dímelo.— Camila asintió suspirando para luego abrazarse a Lauren.

— Eres demasiado perfecta para ser real.— Dijo sonriendo levantándo la cabeza y besando suavemente la clavícula de Lauren.— Y por primera vez en mi vida me veo obligada a estar de acuerdo con mi madre.— Lauren frunció el ceño y parecía confundida.— Me hizo un gran favor cuando me mintió.

Lauren miraba fijamente el suelo también. Éste era un tema que no debía abordar, pero era inevitable imaginar a Camila besando la boca de otra persona, causó un dolor insoportable.

— Camz...

— No. Ella realmente me hizo un favor.— Dijo Camila mirando a Lauren.

— ¿Lo amas?

— No, creo que nunca lo amé.— Dijo convencida.- Un día pensé que estába enamorada de él, pero mi madre dijo algo...— Parecía recordar las palabras de su madre.— Y creo que tenía razón, creo que estaba encantada, era amable pero si fuera algo más fuerte no se habría ido tan rápido. ¿No crees?

— Bien.— Dijo Lauren.—Entonces. ¿Puedo pelear con él si viene a intentar a recuperar el corazón de mi bella dama?- Preguntó imitando la voz de un hombre, y Camila se hecho a reír y sacudió la cabeza.

— No hay necesidad de un duelo. Mi corazón sabe muy bien con quien quiere estar.— A Lauren se le revolvió el estómago cuando escuchó eso, tenía miedo de preguntarle por sus sentimientos, aún era temprano.

— Bien.— Dijo ella conteniendo el loco deseo de gritar por toda la casa la alegría que estaba sintiendo en ese momento. — ¿Vemos a Rosalía?

—Vamos— Y entrelazando sus dedos con los de Lauren caminaron hacia la habitación de la mujer.

Después Del Arcoiris ( Traducida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora