Capitulo 50

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— Camila ... — murmuró Lauren sintiendo a Camila caminando entre los besos, haciendo que Lauren llegara a la cama. No pudo controlarse cuando Camila la besó así y la hizo olvidar incluso su nombre. — Necesitas dejar de besarme ahora ... — Dijo, su voz vacilante, entre besos, mientras Camila la hacía sentarse en el colchón y luego la guiaba a un lugar más cómodo en la cama.

— No, necesito hacerlo ... — Susurró en la boca de Lauren, mordiendo el labio inferior de Lauren.

— Podemos ... — comenzó Lauren, dándole a Camila un último beso y riéndose.— ¿Podemos conversar?

—¿Acerca de? — preguntó Camila deslizando la punta de su nariz sobre la piel de la cara de Lauren, haciendo que la mujer mayor suspirara y cerrara los ojos para disfrutar de la caricia.

— Bueno, ¿sientes que necesitas algo más en la relación? Algo así como ...— Lauren se sonrojó y se mordió el labio inferior. — Ayer, um, tuviste ...

— Dios mío, Lauren. No necesitamos un pene, ¿de acuerdo? — Dijo Camila tan pronto como se dio cuenta  a qué se refería su esposa.

— Es solo que ... Nunca tuviste ... — Camila se rió de la repentina timidez de su esposa y suspiró.

— Me empujaste al límite. Me impedistes venirme cuatro veces y sí, lo hice. ¿Te das cuenta de lo doloroso que se siente al sostenerlo? —Lauren se echó a reír y torció la boca.

— Perdón. —Camila se inclinó y le dio un beso a Lauren, estaba sentada a horcajada sobre la mujer mayor

— No fue porque tenías un pene, mi vida. — aclaró Camila. — Fue porque estaba contigo; fueron tus toques, tus gemidos, tu aliento contra mi piel, tu mano tocándome y bueno, me provocaste demasiado.

— ¿Entonces no siempre necesitamos usarlo? — Camila rio y sacudió la cabeza.

— Ni siquiera lo usaría más. Lo encontré bastante incómodo.

— Ayer no parecías incómoda. — dijo Lauren riendo, haciendo que Camila entrecerrara los ojos.

— Ayer me prendiste que lo chupara ... — dijo Camila frotando sus labios con los de Lauren, usando su tono de voz capaz de volver loca a la mayor. — Muy sabroso, antes de usarlo. Y luego ... — dijo Camila mordisqueando la boca de su esposa. — Me masturbaste deliciosamente mientras lo llevaba puesto.— Lauren contuvo el aliento cuando las palabras salieron de la boca de su mujer.

— Solíamos hacerlo más... lindo. — dijo Lauren riéndose, pero sintiendo un calor repentino al mismo tiempo después de lo que Camila había dicho. Desde el principio, Camila siempre había sido así, desvergonzada cuando estaban dentro de las cuatro paredes.

— Solíamos no tener relaciones sexuales. —dijo Camila riendo, deslizando el vértice de su nariz sobre la piel desnuda del cuello de Lauren, haciendo que los escalofríos le recorrieran la espalda.

—Camila ... —Su voz fue ahogada por los labios de la chica más joven sobre los de ella, mientras sentía que Camila se inclinaba. — Camila ... — Lo intentó de nuevo, sintiendo a Camila entrar en su camisa con una de sus manos. La lengua de la pequeña mujer masajeó la suya y con cada segundo se hizo más difícil salir de allí. — espera — dijo Lauren de repente, interrumpiendo el beso. — ¿Cómo sabía Jenna que supuestamente  me traicionarías?

— Jenna me molesta incluso cuando no hay motivos. — susurró Camila, sintiéndose un poco emocionada. —Porque claramente fue ella quien hizo todas estas payasadas. — dijo Camila

— No tenemos evidencia, aún no juzgaremos.

— Oh vamos, Lauren — dijo Camila indignada. —Ella mintió diciendo que me llamaste allí y luego aparece semidesnuda ofreciéndose, sabiendo cosas que no debería saber y cuando le pregunté si era ella, bueno, me guiñó un ojo. ¿Quieres algo más obvio? Bueno, ella está enamorada de ti, de hecho, obsesionada, porque la pasión no suele ser una locura como esa.

— ¿Dijo que te llamé? — Camila asintió y Lauren entrecerró los ojos, amenazando con salir de la cama.

—Espera ... —dijo Camila, abrazando a Lauren para que no se fuera. — Gracias por creer en mí. — Murmuró sintiendo su corazón satisfecho.

— Me da vergüenza haber dudado. — confesó.— ¿Me perdonas?

— Bueno, yo dudaba de ti y mira, ni siquiera estaba borracha en ese tiempo, así que digamos que descubrí el dolor de no ser tomada en serio. —dijo Camila

— Yo solo ... me quedé ciega de rabia. Imaginar que estabas cogiendo con ... — Lauren apretó la mandíbula, pero se relajó cuando sintió a Camila besar su mejilla.

— Ha pasado ya. — susurró Camila, tratando de domar a su esposa. — Nadie más que tú me ha tocado, Lauren. — Reafirmó, sosteniendo la mano de Lauren y besándola. — Solo soy tuya en cuerpo y alma.— Lauren sonrió ante eso.

— Bueno, entonces qué suerte tengo. — Respondió en medio de una risa genuina.

—Qué suerte para nosotros. — susurró Camila besando la cara de Lauren nuevamente. —¿Podemos quedarnos aquí y salir más tarde? — Preguntó poniendo un puchero en su expresión, haciendo reír a Lauren.

— Solo un poco, ¿de acuerdo?— Camila asintió, rozando sus labios sobre los de Lauren. Abrazándose a la curva de la más grande y se besaron de nuevo. Camila, sin perder el tiempo, volvió a insertar su mano dentro de la camisa de Lauren, jadeando en su boca cuando sintió la piel suave bajo su toque. —Camila, estás muy cachonda. — asumió Lauren riéndose entre besos.

— Nunca dije lo contrario. — confesó riendo, sintiendo a Lauren sacar su mano del interior de su camisa. Ella resopló ante el hecho. —¿Qué tiene de malo querer tocarte? Tu eres mi esposa — dijo Camila extendiendo besos alrededor del cuello de la mas grande. — Hermosa y ardiente ... — Más besos. — Acabamos de descubrir el lado sexual de la vida. Es normal parecer un conejo. — Dijo riendo, haciendo reír a Lauren también.

— Tuviste múltiples orgasmos ayer. — dijo Lauren

— Exactamente Ayer — Dijo como si fuera obvio. — Hoy tengo la intención de volver a tenerlos. — Habló mordisqueando el lóbulo de la oreja. — Además, estamos bajo mucho estrés, necesitamos aliviar nuestras tensiones. — Lauren volvió a reír con la voz que Camila usó, dándole un beso rápido.

—Primero tenemos que resolver lo de Jenna, luego, si lo desea, podemos permanecer encerradas en la habitación durante una semana seguidos haciendo el amor, deteniéndonos solo para dormir y comer, porque en el baño probablemente también te haría mía.

— Sabes que lo voy a querer, ¿no?—Lauren volvió a reír, acariciando la cara de su esposa.

— Yo se. ¿Por qué crees que propuse eso? — Camila se mordió el labio inferior y la miró.

— ¿Ni siquiera un rapidito entonces? — Lauren entrecerró los ojos y contuvo la risa. — Por si acaso pregunto.

— No. —Camila resopló y asintió resignada.

— Está bien, pero ¿qué hago con mis bragas mojadas? — Preguntó levantando una ceja.

— Cambialas bebé Ahora discúlpeme, necesito visitar a tú ex novio. — Habló levantándose. — Escuché que todavía está aquí.

— No puedo creer que me estés rechazando. — Dijo Camila fingiendo estar lastimada, pero luego se levantó y asumió su postura seria, libre de juegos. — Voy contigo, amor.

— ¿Está segura? — Lauren preguntó.

— Quien nada debe nada teme, no tengo miedo y por eso, estoy segura en acompañarte amor. — dijo Camila solemnemente.

— Pero ya te advierto ... Si él sigue la mentira, no seré tan buena. — dijo Lauren, recordando todas las veces que Camila temía por John.

—Bueno, si él continúa con la mentira, yo tampoco tendré consideración.

Después Del Arcoiris ( Traducida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora