Capitulo 25

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Después de varios minutos sola en el baño, Ally llegó para ayudar a Lauren a quitarse la ropa. Camila escuchó algunos gemidos de dolor provenientes del baño y quería ir locamente ahí, pero sabía que Lauren no le permitiría ayudarla en lo absoluto. Después de lo que pareció una eternidad para Camila, Ally fue a su habitación respectiva y Lauren se fue a su cama, Camila ya estaba en la cama pero no dormiría sin tratar de hablar con Lauren nuevamente.

Levantó las sábanas para facilitar el trabajo a su esposa y ella solo la miró sentándose en la cama lentamente para posteriormente sentarse.

— Tienes ungüento en nuestra cómoda, ¿quieres que te lo aplique en los moretones?— Preguntó Camila con cautela.

— Llamaré a Ally no...

— ¡No llamarás a nadie!— Decretó Camila.— Estoy aquí y quiero hacerlo, soy tu esposa y no ella maldita sea.— Se quejó resoplando. Lauren la miró sin decir nada. — Déjame ayudarte.

La mayor se volvió hacia el otro lado sin decir nada y Camila decidió levantarse, cerrar la puerta con seguro y tomar el ungüento.

— Se que puedes estar odiandome ahora pero créeme cuando digo que no es una pena para mi ayudarte, estoy diciendo la verdad.— Dijo sentada en la cama y levantando la mano con cautela al primero de los botones de la camisa de Lauren.

Camila sintió que la mano de Lauren sostenía suavemente su muñeca suspiró aún sin darse por vencida.

— Piensa que la pomada ayudará con los moretones, me dijistes que amas tu trabajo déjame ayudarte a volver a el.— Sintió que los dedos de Lauren se soltaban del agarre y lo tomo como un si. Comenzó a desabotonar todos los botones de la camisa de su esposa y cuando la camisa estuvo  abierta revelando su piel blanca Camila tuvo que mantener sus pensamientos rectos.

—¿Podrías... ayudarme a acostarme boca abajo?.— Preguntó Lauren un poco molesta— No tengo sujetador y no quiero que me vomites.— La boca de Camila se torció cuando escuchó eso, pero lo ignoró ayudando a la chica a darse la vuelta y tan pronto como lo hizo, Camila respiró hondo y deslizó la camisa de su esposa por sus hombros lentamente no quería causarle más dolor, puso la camisa en cualquier rincón de la habitación.

Tomó el tubo de Ungüento y se puso un poco en los dedos, comenzó a trazar círculos sobre los moretones de Lauren. No pudo evitar notar lo suave que era su piel; rasgos femeninos, piel blanca, las hebras del cabello tirados a un lado, todo contribuyó a que la visión fuera totalmente sexy.

— ¡Ahh!—Lauren gimió suavemente cuando Camila aplicó demasiada presión sobre una de las marcas moradas, ella había sido distraída por la vista.

Lentamente pasó el dorso de su mano en una caricia de abajo hacia arriba y bajó su dedo índice sobre la curva de la columna vertebral de la mujer mayor, en un acto que hizo que Lauren temblara.

— Camila...— Advirtió Lauren y Camila se mordió el labio inferior.

— Perdón. — Dijo suavemente, devolviendo la pomada en los lugares morados. Tan pronto como terminó se inclinó tratando de detener su propio cuerpo, pero falló, por lo que terminó aplicando un ligero beso en la parte posterior del cuello de su esposa.— Date la vuelta, necesito aplicarte la pomada adelante.— Susurró y Lauren tragó saliva cuando sintió los labios de su esposa contra su piel, y luego el lento susurro que hizo que Lauren pudiera sentir el aliento de Camila rozando su oreja. Se giró lentamente con la ayuda de Camila para no lastimar su hombro lesionado en el colchón.

Camila se congeló cuando vio los senos y sus pezones rosados endurecidos de Lauren. Si no hacía frío ¿Por qué sus senos se veían así?

Frotó más pomada en sus dedos apartando sus ojos de los senos de su esposa y comenzó a hacer lo mismos movimientos circulares en las contusiones, en el abdomen y las costillas.

— Ally ya limpió la herida así que no hay necesidad...— Aclaró Lauren y Camila pronto entendió asintiendo demasiado tensa para decir algo. Quería besar esa piel, esos senos. ¿Qué estaba pasando con ella?

Respiró hondo y le quitó los pantalones cortos a Lauren haciendo los mismos movimientos en las contusiones de las piernas. Cuando volvió a mirar a Lauren a los ojos, se aplicó más pomada en los dedos y lentamente comenzó acariciar su rostro.

— Dios... te lastimaron mucho.— Camila dijo tristemente. — Odio verte así.

— ¿Terminaste? — Preguntó Lauren apartando la mirada de Camila.

— Si — Dijo Camila al ver desaparecer el ungüento entre los poros de la cara de Lauren.— Mañana estarás mucho mejor.

— Gracias.— Dijo Lauren tratando de agacharse para recoger su camisa pero Camila la detuvo en el acto.

— No es necesario vestirse, cerré la puerta — Dijo Camila en un tono suave.— Debe ser horrible ponerse la camisa con todos esos moretones.

— ¿Estás segura?— Lauren preguntó y Camila asintió inclinándose y dejando un beso en el cuello de Lauren uno de los únicos lugares donde no había heridas.

— Buenas noches Lern — Y se volvió hacia el otro lado. No podía dormir viendo a Lauren semidesnuda a su lado. De hecho no sabía si sería capaz de dormir sabiendo que Lauren estaba con poca ropa en la misma cama que ella.

Se mordió el labio inferior tratando de obtener la imagen de los pezones rosados y rígidos de Lauren a centímetro de su boca, se veían realmente deliciosos para probar a pesar de que nunca había hecho algo así.





                  •••




Fue en medio de la noche cuando se despertó al darse cuenta de que estaba acurrucada con Lauren, su brazo derecho sostenía posesivamente alrededor de la cintura de Lauren. Se inclinó y estudió el rostro de su esposa. "Tan hermosa incluso con todas esos golpes" pensó.

Miró el cuerpo de la mujer y vio que Lauren estaba semidesnuda y no pudo resistirse a darle un beso en el hombro bueno de Lauren, y luego subió un pequeño rastro de castos besos hasta la curva del cuello de la mujer. Le picaba la mano para subir un poco más y sostener esos senos, pero sería un error hacerlo mientras Lauren dormía.

Inhaló el olor de la piel de Lauren y apretó los ojos con fuerza evitando decir tonterías y luego recostándose en la cama.

-—¿Qué me estás haciendo Lauren? — Susurró en voz baja antes de pegar su cuerpo al de Lauren de nuevo, lo hizo demasiado lento para no despertar a su esposa y no lastimarla de más.

Pronto se durmió en el calor del cuerpo de Lauren pegado al suyo, sin saberlo Lauren había estado despierta todo ese tiempo, no pudo dormir debido al calor y fue testigo de toda la escena dando gracias al cielo de que Camila no notara su piel de gallina por sus toques.

Después Del Arcoiris ( Traducida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora