capítulo 6: Dayana

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Han pasado tres meses desde que mi padre murió en aquél accidente automovilístico, asumiendo yo toda la culpa.

Desde entonces me he dedicado a embriagarme y hacer mi vida una mierda.

Al no poder tolerar la depresión en la que vive mi madre y verla morir lentamente con mis ojos.

Me dejo caer en un sofá que se encuentra en la sala y de mi bolsillos saqué una cajetilla de cigarro y me pongo a fumar uno, mientras me iba perdiendo en mis pensamientos exóticos con Betty.

A la haber transcurrido unos cuantos minutos, mi celular me estaba alertando que había recibido un mensaje.

Desperté inmediatamente de mi pequeño sueño y apagué la colilla que aún sostenía entre mis dedos.

El mensaje que tenía en mi celular era de ¡Dayana! -invitandome a su departamento.

Por un momento pensé que se trataba de una broma. -ya que Dayana es la mejor amiga de Betty. -y nunca habíamos vuelto hablar desde que Betty se marchó de la casa.

Entonces accedí a su invitación y al llegar a su departamento encontré una nota sobre su puerta, la cuál decía: debajo de la alfombra he dejado mis llaves, recogela y entra por favor.

Al hacerlo, entré y la llamé por su nombre. -¡Dayana!- estás ahí.

-Sí Daniel, estoy justamente aquí esperandote en mi habitación. -ven enseguida y no se te olvide cerrar la puerta.

Hice exactamente lo que ella me pidió y me dirigí a su habitación. -ahí estaba ella posando con una lencería que tenía además unos accesorios alrededor de sus piernas, que estás mismas se sujetaban en el centro de sus senos, mientras se encontraba acostada en la cama. -atada de sus tan delicadas manos a través de un respaldo que se hacia pegado en la pared y a su lado derecho había un látigo, con el cuál deseaba ser castigada.

-Ven Daniel, haz me tuya. -abriendo sus cálidas piernas hacia los costados y dejandose ver en una postura tan excitante para el hombre.

Su área vaginal estaba completamente lubricada, desde sus labios externos y internos. Con un color amarronado que al solo verle se me antojaba en la boca.

Como todo un caballero accedí hacerla mía, introduciendome entre enmedio de sus ambas piernas hasta llegar a su boca. -sujetandome ella alrededor de la cintura con sus piernas.

Volví a incorporar me de pié, para deshacerme de mi ropa, sin quitarle la mirada en sus ojos.

La tomé de la cadera poniendola de"perrito", y con el látigo la castige una y otra ves, enrojeciendo aquella zona al instante. -ella se muerde los labios para no gritar muy fuerte, pero el ardor que habia en sus glúteos hizo que desoltara su boca, sacándole unos cuantos gemidos eróticos.

Dayana acomodó su cabello aún costado izquierdo de su cuello, pasando su mano por debajo de su cuerpo. -tocando me de esta manera los testículos y mirándome hacia los ojos apasionadamente. -mientras la embestia de columbron.

La satisfacción que demostraba en mi rostro, la excitaba tanto. -que empezó a empujarse hacia mí con mayor intensidad.

-Al sentirme al borde del precipicio, le pido a Daniel que no se detenga. -ya que siento una satisfacción muy rica, al trazar un círculo alrededor de mi clítoris con mis dedos. -Y a la vez sentirlo a él haciéndome el amor.

-¡Hay que rico Daniel! -le digo alcanzando un orgasmo en ese preciso momento -dejando caer mi cabeza sobre la almohada, trás quedarme sin aliento.

Daniel la cambia de posición, dejándola ahora de espalda sobre la cama. -guiando sus labios por todo el torso de Dayana, deteniendose en uno de sus pezones.

-La dulzura de sus dientes, al poner sus labios en mi pezón, hace que mis pezones se endurezcan y que mi vagina se humedesca aún más de lo que ya estaba.

Su lengua habia llegado hasta mi cuello, acariciando el lóbulo de mi oreja. -apretando de esta forma mi busto.

El hueso de su pelvis se frota sexualmente sobre mi vagina, favoreciendo me una buena estimulación en el clítoris. -colocando mis manos sobre sus glúteos, al contraer mi segundo orgasmo.

-Luego de haberle quitado las esposas de sus manos, Dayana se incorporó de pié. -obligándome que me sentara en el borde de la cama.

Ella se arrodilló tomando al mismo tiempo mi pene y lo condujo hacia su boca, moviendo su lengua de un lado a otro, como si estuviera comiéndose un helado. -donde me pedía que le diera de mi mermelada.

Al concentrarme le arrojé esperma por toda su boca, salpicandole hasta los pezones. -donde ella empieza hacerse el collar de perlas, mientras se saborea con su lengua lo que tiene derramado alrededor de su boca.

Tomando apoyo con mis manos sobre la cama, me reclino hacia trás, por la sensación que sentía en ese momento en mi cuerpo. -como si fuese el paraíso.

Entonces una chica que habia estado oculta debajo de la cama todo éste tiempo, iba comenzando a salir de su escondite. -llevando consigo un bate de béisbol, parándose justamente detrás de Daniel.

Al sentir una extraña presencia detrás de su espalda, mientras que la otra chica estaba jugando con su pene, Daniel abrió sus ojos y lo que vio fue algo descomunal. recibiendo así un fuerte golpe en su cabeza, dejándolo inconsciente.

 recibiendo así un fuerte golpe en su cabeza, dejándolo inconsciente

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MALDITA OBSESIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora