capítulo 5: Damián

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Cada una de las personas que los acompañaba en el entierro de mi padre Efraín, murmuraban tanto a nuestras espaldas, sobre como mi padre mantuvo una larga relación con su mucama, sin que nuestra madre se diese cuenta de la infidelidad de mi padre.

Entonces cansada de tanto murmullo, decidió darle fin a tal incómodo suceso.

-Maldigo todos aquellos que estén hablando mal de mi familia y por lo que a mi respecta, todos se pueden ir al carajo. -tomando en ese momento un florero de rosas y arrojandolo hacía la gente.

-Ya basta madre de estar maldiciendo al público, detente por favor. -te meterás en grave problemas.

-Es que no soporto que hablen mal de mi familia, Daniel. -llorando en ese momento Martha en el pecho de su anhelado hijo.

-Ven conmigo madre, te llevaré a casa para que puedas tomar tus pastillas y logres dormir tan siquiera un poco.

-Esta bien Daniel, me orgullese tener un hijo como tu. -que se preocupa por mi salud, no como Damián que solo se la pasa de fiesta con sus amigos.

Daniel acompañó a su madre hasta su hogar y al salir nuevamente de la habitación de su madre se topó con Betty en el pasillo.

-Lamento mucho lo que paso con tu padre, Daniel.

-Por que no me dices de una sola vez, aque has venido hasta aquí.

-Daniel he venido para que volvamos estar juntos y construyamos un nuevo comienzo.

-No Betty, yo permanezco aquí, nada ara que yo me aleje de mi madre. -asi que vete tu y no cuentes conmigo. -Y otra cosa que quiero que tengas en mente, que al salir de aquí olvides que existo, igual como yo haré contigo.

-Por que eres tan duro conmigo Daniel.

-Tu misma te lo buscaste en el momento que te volviste a remolcar con mi padre. -Y por favor mujer levantate del piso, no necesito ver tus lloriqueos.

-Entonces dejame darte un beso Daniel y con eso me despido de ti.

Saboreé por últimavez sus labios y el cariciar de su cuerpo sobre el mío. -no quería demostrar que aún la amaba, pero no quería dilucionar a mi madre. - al verme en los brazos de la mujer que arruinó su matrimonio.

-Fue asi como Betty se retiro de la casa hacia un nuevo destino.

Betty iba conduciendo a eso de las nueve de la noche por la desoladas calles de los Ángeles, donde sus neumáticos sobre pasaron por encima de un bache, pinchando de esta menera uno de ellos.

-Maldición lo que me faltaba, ni tan si quiera puedo cambiar un maldito neumático.

Por suerte un carro aparece y se orilla a unos cuantos metros del vehículo de Betty. Y de la oscura camioneta se baja un tipo quién viene siendo nada más y nada menos que el hermano menor de Daniel.

- Que casualidad que me haya aparecido en esta situación, la cual no hago muy a menudo. - dijo Damián de una forma fría y desinteresada.

-Se que soy una de esas personas que no quieres encontrarte a estas horas de la noche. - Pero necesito ayuda para cambiar uno de mis neumático, serás tan amable en ayudarme.

Damián ayuda a Betty en cambiarle la llanta del auto. -Betty le agradece con un abrazo, pero Damián no la suelta y le dice: creés todavía que eres la persona menos indicada que desearía encontrarme a estas hora de la noche. -dejame decirte que estas equivocada, tu eres la persona la cual estaba buscando.

-Pero que clase de broma es esta Damián. - por favor suelta me que me estás asustando.

-Quién dijo que esto se trataba de una broma. -Al hablarles a sus amigos que se encontraban en la camioneta, para que se fueran a divertir con Betty un poco.

-Pero que clase de loco eres Damián. -exclamó Betty al tratar de soltarse de él.

-El único que conocerás esta noche. - Dijo Damián tras llevarla aún oscuro callejón desolado, donde la golpearon brutalmente.

La ataron de las manos a una tubería y ahí desgarraron de su ropa y empezaron a divertirse con ella como nunca antes lo habían hecho con una prostituta.

Grabaron cada escena con una videocámara para conservarla de recuerdo y al finalizar con Betty la metieron aún baúl y la vendieron en uno de los burdeles más prestigiado de la ciudad. -Para que sufriera hasta el último respiro de su vida.

Eso se suponía que sucediera, pero nunca se imaginaron que las cosas se les iba a salir de las manos.

MALDITA OBSESIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora