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Zayn empezó a reír al ver como su esposo se detenía en la entrada de la pequeña casa de playa para alzarlo en sus brazos e ingresar como una verdadera pareja recién casada. La sonrisa en los labios de Liam le indició que el mayor se mantenía feliz por hacer aquello y revivir la noche de bodas de su primer matrimonio, cuando los consejos de Niall le habían indicado que aquella era la mejor manera de empezar con su luna de miel.

- ¿En serio tenías que hacerlo? - preguntó el moreno al ser transportado hasta el sofá.

- Teníamos que ingresar como una verdadera pareja recién casada. Quería rememorar lo que pasamos en nuestra primera luna de miel.

Zayn sonrió antes de acercar su rostro al de su esposo y repartir besos dulces por su rostro, creando un ambiente dulce y tierno entre ambos. El viaje había sido largo desde la ciudad hasta aquel pequeño espacio en la playa, pero habían disfrutado mucho de la boda y el camino en carretera.

Al principio, Caro había querido regalarles un viaje de luna de miel a Paris, pero ambos no querían separarse mucho de sus bebés, por lo que decidieron quedarse en Londres y tomar la oferta de una casa en la playa.

Su pequeña burbuja se rompió cuando el menor decidió ponerse de pie y tomar la pequeña maleta de mano que trajo consigo hacia la entrada.

El castaño solo observó sus movimientos con una sonrisa, viendo como el moreno despeinaba sus cabellos para, segundos después, empezar a desabrochar los botones de su camisa.

- ¿Por qué no sacas las maletas del auto mientras voy a nuestra habitación y me preparo para nuestra noche de bodas? - sugirió con una sonrisa coqueta.

El moreno caminó seductoramente hasta su esposo una vez más para dejar un profundo beso en sus labios y una pequeña mordida que le prometía disfrutar de aquella noche. Liam quedó maravillado con las acciones de su pareja, al igual que con la promesa sutil que este le brindaba a través del beso.

Zayn se perdió en las escaleras, mientras el castaño desabrochaba los dos primeros botones de su camisa para tomar un poco de aire y relajarse para disfrutar de su noche de bodas. Obedeciendo las palabras de su amado esposo, el mayor se dedicó a sacar las maletas del auto y adentrarlas al interior de la casa de playa, donde se hospedarían un par de días antes de regresar a casa con sus hijos.

Apenas si habían llevado una maleta cada uno para permanecer en aquel lugar, no era mucho la ropa empacada, solo algunos cambios de ropa y los objetos personales de cada uno. Tendrían todo en aquella casa, por lo que no se preocuparon de los alimentos o algo parecido. Observar el mar resultaba relajante y él agradecía enormemente haber obtenido aquella opción entre sus destinos.

- Y pensar que en nuestra primera noche de bodas viajamos a EU - se dijo a sí mismo - recuerdo haber grabado nuestro viaje, pero con todo el ajetreo de la mudanza no sé dónde terminó ese vídeo. Sería mejor buscarlo cuando regrese.

Esa vez, el mayor se propuso grabar a su esposo en el mar, disfrutando de las olas y la playa, sonriendo al zambullirse en el agua y besarse al atardecer como había planeado en el camino. Observó su reloj y decidió que había pasado mucho tiempo para seguir esperando en el primer piso.

Por esa razón, apenas dejó las maletas cerca de los escalones, subió hasta el segundo piso, topándose con una habitación grande, amueblada, de paredes con colores exóticos y un gran balcón que les permitiría disfrutar de la vista.

Sin duda, Niall y Caro habían escogido un buen destino.

Su mirada se paseó por la habitación hasta dar con la figura esbelta de su pareja, quien se mantenía con un sonrojo en sus mejillas al ser consciente de la travesura que su mejor amigo había hecho con su ropa de dormir.

Love Is Not Over (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora