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Dos días.

Dos jodidos días.

Liam terminaría su proyecto y entonces la pesadilla que estaba viviendo Zayn al ocultar las fotografías que le fueron enviadas, terminaría. Y es que no es porque quisiera hacerlo, simplemente decidió seguir lo que su razón le indicaba.

Las fotografías sin duda le habían perturbado emocionalmente y ni hablar de la ansiedad y desconfianza que afloró en su interior al momento de observarlas. No obstante, no quería empezar una discusión sin fundamento con su pareja, demostrando que la confianza que habían prometido tenerse iba yéndose por unas simples fotografías, como había ocurrido en su matrimonio.

Zayn estaba tratando de no darle importancia a ese tonto mensaje y las fotografías adjuntas, pero seguía siendo algo demasiado difícil para él, pues la presencia de esa mujer seguía interrumpiendo su tranquilidad.

Su maldita presencia seguía tomando protagonismo en una historia donde solo debían estar dos, donde solo Liam y él debían perdurar.

— Es otra prueba, ¿cierto? — Se preguntó a sí mismo, siendo incapaz de poder hallar una respuesta concreta a lo que sentía. — Es una prueba para medir mi confianza en él.

Zayn era una persona madura, alguien que siempre demostraba ser capaz de solucionar sus propios problemas y poner en orden sus pensamientos, pero cuando se trataba de Liam todo eso cambiaba. Ahora, se sentía como un crío incapaz de manejar sus propias emociones, yendo al lado extremo de la situación y pensando en aquello como una jugarreta del destino difícil de sobrellevar.

¿Era tan difícil confiar en la palabra de su pareja y no en simple fotografías que tenían intención de perturbarlo? Tal vez, debería ser un poco más sencillo inclinarse hacia la palabra del castaño, pero le era algo difícil hacerlo. Ya habían pasado por eso, ya habían terminado con todo por la falta de confianza que fue creciendo entre ambos, ¿por qué tenía que ser así?

— Esas fotografías no son un indicio contundente de una posible infidelidad, Zayn. — La voz de Niall era demasiado seria en aquel momento. Era algo extraño de escuchar, pero era justo lo que necesitaba. Su mejor amigo podía ser el hombre más risueño y divertido del mundo, pero en situaciones que involucraban a sus dos amigos, la cosa cambiaba completamente. — Ni siquiera hay un beso en ellas.

— Ya lo sé.

— Entonces, ¿por qué estás dudando de él?

Zayn no lo sabía.

Ni siquiera era la duda de su fidelidad, era la misma sensación de molestia que se instalaba en su pecho y le incitaba a empezar una discusión que no tenía fundamento alguno. Era aquel desahogo que iba acumulándose en su garganta con la intención de explotar en cualquier momento. Zayn ya lo había pasado, ya lo había perdido y temía volver a lo mismo.

— Liam nunca te fue infiel. — Volvió a decir, su mirada era tan amenazante que Zayn juraba poder ver algo más dentro de aquellos orbes oscuros. — Y no sería capaz de serlo ahora que han retomado su relación.

— Malditamente lo sé, Niall. Pero, ella sigue siendo importante en su vida. ¿Y qué pasa si él termina escogiéndola?

— No lo hizo cuando tuvo la oportunidad de iniciar una nueva vida y no lo hará ahora que te tiene de regreso. No tienes que pensarlo mucho. Estas fotografías estaban esperando justo esto, hacerte dudar sobre algo que no debería ponerse en tela de juicio porque Liam te ha demostrado con hechos el amor que siente por ti.

La desconfianza de pareja no nace por la inseguridad que uno mismo siente, nace por las circunstancias que rodean su relación. La separación, la supuesta infidelidad y el divorcio, todo eso estaba alrededor de su relación y era difícil de borrar. Zayn no desconfiaba de Liam, desconfiaba de sí mismo y de su impulsividad, porque lo había hecho anteriormente. Habían roto su matrimonio por ese factor: la confianza.

Love Is Not Over (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora