Love Is Not Over (ZIAM)

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Liam dio un par de pasos con mayor fluidez, mientras recibía el apoyo de la fisioterapeuta, quien se había encargado de su rehabilitación los últimos dos meses. Sus piernas habían respondido a los estímulos gracias a las citas con la especialista y los ejercicios que esta le había recomendado. La silla de ruedas había sido reemplazada por unas muletas, las cuales lo ayudaban a movilizarse con un poco más de facilidad y lo guiaban en cada salida.

Josh sonrió en un lado de la habitación, sintiéndose verdaderamente feliz por la evolución notoria por la que había pasado su cuñado. Los pasos que daba Liam eran más frecuentes y con unas visitas más, podría caminar con normalidad y hacer largas caminatas como antes. La sonrisa de Liam era tan grande en ese momento que el, ahora, pelinegro no podía dejar de pensar en lo feliz que se sentiría su hermano por ver aquello.

Zayn había pasado su séptimo mes de embarazo, por lo que apenas si podía moverse con fluidez. Su vientre se hallaba tan crecido que resultaba algo molesto para el moreno movilizarse por largo tiempo, por lo que se hallaba imposibilitado de acompañar a su prometido a las terapias. No obstante, con Josh haciéndole compañía, el menor se sentía más seguro y relajado con respecto a ese tema, pues sabía que su hermano cuidaría a Liam de todo lo que ocurriera a su alrededor.

El castaño hizo un par de ejercicios más antes de que la fisioterapeuta le indicara los ejercicios que tendría que realizar en casa y los despidiera con una sonrisa. Liam caminó siendo ayudado por las muletas, mientras platicaba con Josh sobre el agotador día que tendrían en la empresa, después de tantos proyectos recibidos.

El señor Malik había conseguido regresar al trabajo después de que Liam se mantuviera a salvo.

Los proyectos incrementaron los últimos meses, por lo que Shawn, Josh, Jeff y el nuevo director de finanzas de la empresa, tuvieron que internarse en el trabajo.

Zayn y Liam habían acordado quedarse en la mansión Malik hasta que el mayor pudiera encontrarse completamente mejorado. Por esa razón, ambos dormían en la habitación que le pertenecía al moreno cuando vivía allí.

— ¿Vamos a casa? — le preguntó el pelinegro cuando se vieron al lado del auto.

Liam desvió la mirada unos segundos, topándose con la figura de un hombre que conocía muy bien, el cual no sabía si acercarse o continuar observándole desde la lejanía. El castaño lanzó un suspiro de alivio y volteó a ver a Josh.

— Tengo algo que hacer antes de ir a casa — mencionó.

Josh solo asintió confundido y observó como el castaño caminaba, siendo ayudado con las muletas, hacia un banco que se hallaba a las afueras del hospital. El hombre que los estaba vigilando captó el mensaje y se acercó hasta él, quedando de pie justo delante suyo.

— Ha sido un tiempo, Ten.

El azabache solo lo observó por unos segundos antes de esconder sus manos en su chaqueta y asentir levemente.

— Cumpliste con tu promesa — dijo después de unos segundos —. No me delataste como pensé que lo harías. Y, también, la protegiste.

— Tú cumpliste con la tuya — mencionó con una pequeña sonrisa — me ayudaste a escapar.

— Fue culpa mía el que estuvieras allí, en primer lugar.

— Pero, me ayudaste a escapar de ese infierno — volvió a decir — si no me hubieses ayudado, probablemente no hubiese regresado con mi familia, ni conocería a mis hijos.

— ¿El tal Zayn está esperando hijos tuyos?

— Exactamente.

Una pequeña risa se extendió por el ambiente, una risa genuina que ambos compartieron sin haberlo pensado.