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Zayn sonrió cuando la última gota del biberón fue succionada y la pequeña risita de su bebé resonó por el salón.

Tomó al pequeño con delicadeza antes de colocarlo en su hombro y dejar que eructara antes de colocarlo en la cunita que se hallaba a un lado del sofá. Daryl se hallaba dormitando en la cuna de al lado, la cual había sido comprada exclusivamente para situaciones como esa: donde visitaran la mansión Malik y los bebés necesitaran descansar.

Por supuesto, las cunas eran pequeñas y capaces de transportar con facilidad, mientras que las verdaderas cunitas de los bebés se hallaban en su casa, donde vivían desde hacía un mes.

La mudanza había sido inevitable y ambos se hallaban tan felices de mantenerse junto a sus bebés que terminaban turnándose en el cuidado de los pequeños. Liam ya no necesitaba ir a la oficina con frecuencia, por lo que era más sencillo para él quedarse en casa y ayudar a su prometido con el cuidado de los niños.

Aunque, para suerte de ambos, los gemelos habían resultado tranquilos y no lloraban a menudo, como pensaron en un principio.

Con dos meses de nacidos, Daryl y Dylan disfrutaban de las atenciones de sus padres y el amor que ambos le brindaban en sus caricias, besos y pequeñas conversaciones. El ambiente en casa era bueno y calmado, logrando que los pequeños crecieran llenos del amor de sus padres y un extremo cuidado.

— Se ven tan lindos durmiendo — mencionó Caro mientras acariciaba la cabecita de los bebés antes de sentarse en uno de los sofás — son muy adorables.

— Liam y yo hemos aprendido sobre su rutina de alimentación y las horas que duermen durante el día. Pensábamos que serían difíciles de cuidar, pero no lo es tanto. Resulta algo agotador a veces, pero es bueno saber que él estará allí para ayudarme.

— Me alegra saber que mi sobrino está participando en la crianza de sus hijos — comentó con una sonrisa — es necesario que los niños crezcan rodeados de ambos padres. Así van a sentirse seguros y contaran con la presencia de ambos.

— No quiere perderse ningún momento de su crecimiento — el moreno se acomodó en el sillón, dejando una pequeña manta en sus piernas y balanceando la pequeña cuna para que Dylan pudiera conciliar el sueño —. Ha estado grabando todos los días, diciendo que necesita filmar todo lo que sus pequeños hacen. En verdad está emocionado con los pequeños.

— Su sueño siempre fue ser papá.

— Ahora que lo veo tan feliz, no me arrepiento de haberle cumplido ese sueño. Amo a mis hijos tanto como amo a Liam. Los tres son mi razón de vivir.

Ambos sonrieron, al mismo tiempo que observaban a los bebés. El tiempo había pasado demasiado rápido para el gusto de todos en el interior de la casa, pero adoraban la idea del cambio de las estaciones.

Agosto estaba justo por la mitad de su mes y la familia Malik no hallaba más que prosperidad. Los negocios se hallaban en pausa actualmente, pero los proyectos seguían desarrollándose a lo largo de los meses, la mansión se hallaba tranquila y la rutina había regresado de manera inevitable.

Era una costumbre ver a Niall y Adam en el interior de la mansión, al igual que Josh y Zedd, quienes seguían compartiendo una de las habitaciones, mientras buscaban un hogar para que pudieran mudarse. Yaser pensaba que se quedaría solo cuando aquello sucediera, pero la compañía de Caro era tan gratificante que no sentía la melancolía de los primeros años del matrimonio de sus hijos.

— Caro — llamó el moreno después de unos minutos en silencio — ¿sabes qué le pasa a Ni? No he podido platicar con él los últimos meses debido a los bebés, pero Liam me platicó sobre su estado de ánimo y me preocupa demasiado.

Love Is Not Over (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora