Arcade

capítulo tres

   
— ¿Quien primero? —pregunta ____ llegando junto a los chicos, y en ropa interior, por lo que fácilmente desvía su atención.

— A-Ah... no sé —dice Eddie muy sonrojado.

— ¿Richie no quieres ir primero? Digo, hace rato me presumias tu valentía —el nombrado traga en seco.

— Estaba bromeando —rueda los ojos.

— ¡Yo primero!.

    Voltean a ver, y se trata de Beverly, quién de un solo movimiento desprende su vestido, para quedar totalmente en ropa interior.

— Maricas —la pelirroja sonríe antes de correr hacia el borde, saltar al agua y caer magníficamente.

— ¡Nos humilló una niña! —grita Richie.

— A ustedes los humilla cualquiera.

— Eso dolió —dice Bill tocandose el pecho a modo de broma— ¡Ahora tú!.

    ____  es empujada por el castaño al agua, luego caen de a uno, y finalmente todos están abajo.

— ¡Richie! Ven, mira —lo llama ___ mirando fijamente al agua.

— ¿Que pasa? ¿Te diste cuenta que no puedes vivir sin mí? —pregunta él acercándose.

— Encontré algo acá, pero no sé que es —señala el agua.

    Richie asoma el rostro al agua, intentando descifrar que había visto, pero inmediatamente siente unos brazos y un cuerpo apoyarse detrás suyo y hundirse ambos en el agua.

— ¡Voy a matarte! —exclama Richie saliendo del agua, exaltado y riendo.

— ¡Si me atrapas!.

    Tras una linda tarde juntos los ocho, finalmente salen del agua, ya que comenzaban a cansarse de tanto estar metidos en el lago.

 
— Para que te saques —Richie lanza una toalla a los brazos de ____.

— Qué caballero —ella entrecierra los ojos mientras pasaba la toalla por sus brazos y torso.

— Lo sé, nena, lo sé.

   ____ se acerca a Beverly, quién se encuentra tendida sobre una toalla en el suelo, ella, al verla, le sonríe amigablemente.

— ¿____, verdad? —pregunta, y la nombrada asiente con la cabeza— Escuché de ti, eres la mejor en rugby.

— Oh, ¿en serio? Gracias —ella se sonroja— Bueno... Supongo que tú y yo somos las recién llegadas.

— Pensé que se conocían desde hace mucho.

— No en realidad —rie.

— ¡Atención Ben, estamos en verano! —exclama Richie mientras revisaba la mochila del rubio.

— Lo sé —dice avergonzado, mira la libreta que Richie sacaba— Es una investigación de Derry.

— ¿Que tiene de interesante este pueblucho? —pregunta ____ caminando hacia ellos.

— Cosas muy aterradoras, creeme.

    En conclusión, Ben les enseñó un sinfín de cosas que ellos no sabían acerca de su pueblo. Entre todas las cosas impactantes, se encontraba una extraña criatura que aparecía cada veintisiete años y no traía sucesos nada buenos consigo.

— Podemos ir a mi casa, tengo más cosas ahí —dice Ben.

(...)

   

— Estás callada —dice Richie— Casi te orinas encima cuando Ben hablaba.

— E-Es que... ya sabes, ¿a ti no te da miedo? Es más, ahora mismo podría aparecer esa cosa maldita, y no sabrán nada de nosotros —exagera.

— Mientras tu estes conmigo, y yo tenga esto enormes músculos... no tienes que preocuparte.

— Tus brazos son fideos.

— ¿Y tú? ¿Haces rugby, no? ¡A ver tacleame!.

— Luego chillaras —bufa.

    Tras avanzar unas cuantas casas, llegan a la casa de ____, por lo que se despide de Richie y entra al porche. La puerta de la casa se abre antes de que ella pudiese poner las llaves.

— Entra, ahora —dice su madre con un rostro de pocos amigos, y jalando a su hija hacia dentro.

— Hola mamá, creí que estabas en el trabajo aún —comenta nerviosa.

— Tía Annette te vió hoy saliendo de la casa de unos Hascom. Con un grupo de muchachos.

— Sí, son mis amigos, y también estaba Beverly. Solo fuimos para-

— ¡No me interesa! —grita— ¿Sabes que dirá la gente si saben que te juntas con todos esos chicos? ¡Y peor aún! ¡Con una Marsh! Creerán que eres igual que ella.

— No tiene nada de malo juntarme con ellos, mamá. Son buenos, lo que dicen de Beverly son rumores además... —intenta seguir hablando, pero un fuerte golpe en el rostro la deja totalmente aturdida— ¡Pero-

— ¡No me contradigas, soy tu madre y sé lo que es mejor para tí! No cometas un error, así que te quiero lejos de esos niños.

      ____ simplemente reprime todo lo que tenía que decir. ¿Que diferencia había si se alejaba de ellos? Después de todo, siempre fue igual, nunca pudo tener amigos estables por la desaprobación de su madre.

— Está bien...

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