capítulo siete

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    Están frente a aquella casa. Donde todos los puntos se unían. Y lucía muy aterradora, obviamente, una casa abandonada, con el césped muy largo, basura por todos lados, telaraña, polvo, las ventanas sucias al igual que las tablas de madera.

— Alguien debería quedarse aquí afuera. Digo... en caso de que algo malo ocurra —dice Stan, a lo cual Bill le da la razón.

— ¿Q-Quien quiere quedarse?.

   Todos levantan la mano, la única que no lo había hecho era Beverly.

   Así que deciden hacer piedra papel o tijera para saber quiénes irían. Al final, los perdedores eran Bill, Eddie y _____.

— Yo... quiero entrar en lugar de _____. ¿Puedo? —se ofrece Richie, y en su mirada se puede reflejar la preocupación.

— No hace falta Rich, entraré yo —dice ella, que tampoco quería dejar que el pelinegro entrara.

   Ninguno quería admitirlo, pero se preocupaban uno por el otro. Tenían la necesidad de protegerse.

— Déjame entrar a mi —suplica Richie.

— Entraremos los dos —dice ____ con un tono de voz firme, mientras se adelantaba a entrar al lugar, dejando a los chicos atrás— Huele a mierda aquí.

— No respiren por la boca —les aconseja el bocazas.

— ¿Por qué? —pregunta Eddie.

— Te lo estás comiendo.

     Los cuatro miran a sus alrededores, e inspeccionan el lugar con la mirada. Está en muy malas condiciones al ser una casa abandonada hace muchísimos años.

— ¿Ese es el sótano? —pregunta Bill, asomando la cabeza hacia unas escaleras que bajaban, pero todo está oscuro.

— No creo que sea conveniente bajar.

     _____ voltea hacia uno de los rincones de la casa. Hay uno en específico, lleno de telaraña, Richie mete la mano entre toda la telaraña y saca un papel arrugado, logra distinguir una expresión asustada. Perdiendo todo el orgullo, se acerca a el preocupada.

— ¿Todo bien? —le pregunta, pero el de gafas se gira, con los ojos bien abiertos y manos temblorosas. Para ese punto, Bill y Eddie se acercan a ellos.

— Dice... Dice que desaparecí —suelta Richie, mostrándoles el anuncio de desaparecido.

— T-Tu no desapareciste Richie —dice Bill.

— Dice policía ciudad de Derry. Es mi camiseta... mi cabello, es mi cara. ¡Es mi nombre, es mi edad, es la fecha, lo dice aquí!

    La chica toma los hombros de Richie, transmitiendole calma y seguridad, diciéndole que todo iba a estar bien con aquel simple tacto.

— ¡Voy a desaparecer! —grita Richie.

— Mírame Richie, mírame. Eso no es real, está jugando contigo. Estás bien, y lo seguirás estando —habla ____ con firmeza, a lo cual el pelinegro asiente ligeramente con la cabeza, un poco más seguro de sus palabras.

¿Hola? —una voz femenina se escucha en la planta de arriba— ¿Hola? Ayúdenme por favor.

— Chicos... —susurra ____, con una mirada suplicante— Solo vámonos.

— Bill —susurra Eddie, intentando convencerlo, pero el castaño se asoma a las escaleras con sus amigos pisandole los talones.

    Arriba, estaba ella... Betty Ripsom, con un aspecto realmente descuidado, una expresión genuina de terror. Y por un momento, los mira, hasta que luego desaparece sin más, dando un aterrador grito de auxilio.

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