Arcade

capítulo diecinueve

_____ salía de la ducha mientras el vapor de todo el agua caliente abundaba en la habitación. Mira a su alrededor y se siente feliz por el nuevo lugar en el que vive. Su tía Isabelle se aseguró de darle una buena habitación y decorarla a su gusto aún con sus objetos viejos.

Se para frente al espejo, completamente desnuda al quitarse la toalla que cubría su cuerpo. Da media vuelta hasta quedar de espaldas y se siente feliz. Su piel ya no estaba cubierta de hematomas horribles: morados, grises e incluso verdes. Ya no habia rasguños. Nunca más volvería a ver su cuerpo arruinado por los problemas de ira de una mujer enferma.

– ¡____! ¿Puedes bajar un momento? – escucha gritar a su tía desde la sala. Inmediatamente le responde que ya bajaba.

Se apresura en vestirse con la ropa nueva que su tía compró para ella y baja rápido, con el cabello húmedo.

– ¿Si? –llega la joven a la sala y el aroma del chocolate caliente invade sus fosas nasales.

– Mira, preparé chocolate caliente – dice la mujer mientras soltaba un malvavisco dentro de la taza– Siéntate, quiero hablarte de algo.

– Uhm... no me gusta ese tono –dice ____ sentándose en el sofá y agarrando la taza con ambas manos– ¿Es una mala noticia, verdad? –suspira.

– Es... Bueno, depende, para mí es una de las mejores noticias que podría haber recibido –Isabelle sonríe un poco– Compré una casa en Wisconsin. Hace ya unos meses antes de que supiera que te quedarías con nosotras...

– Ay no.

– Si, lo siento –suspira– No sabía cómo decírtelo.

– Por eso el garage está lleno de cajas ¿Verdad?.

– Así es. Estaba lista para mudarme, y claro, tu vienes conmigo. No hay nada que puedas hacer para no venir. Tenemos una semana para mudarnos.

– ¿¡Una semana?! Eso es muy poco tiempo, tía. Carajo, no puede ser. ¿Cómo se lo diré a Rich...? –carraspea– Digo, a todos mis amigos.

– Derry no es el lugar ideal para criar a un hijo. No hay universidades cerca, no hay oportunidades. Tus amigos seguramente terminen por mudarse en algún momento también.

La mujer hablaba con la razón. Derry no tenía nada para ofrecer a nadie. No había oportunidades laborales ni buenos lugares donde estudiar. Crecer en Derry era duro y solo aquellos con buenas posibilidades podía mudarse lejos en busca de un mejor futuro.

[...]

Richie disfrutaba la tarde como mejor sabía hacerlo: sentando en el porche de su casa mientras jugaba con su consola de videojuegos.

– ¡MUERETE MARICA! –Richie presiona con fuerza la pantalla, furioso.

Las ruedas de una bicicleta se detienen justo junto a sus pies, haciendolo sobresaltar. Al subir la mirada ve a _____, con la respiración agitada y el cabello hecho un desastre: húmedo y casi enredado por la prisa con la que había salido desde su casa.

– ¡Richie! –ella baja de la bicicleta haciéndola caer en el cesped– No me vas a creer –se acerca precipitadamente al muchacho– ¡Me mudaré a Wisconsin!.

Aquellas palabras se clavan como puñales en el cuerpo de Richie.

– ¿Que...? –grita el, ahogando un suspiro de asombro– ¿¡Cómo?! –pregunta y ____ lo abraza con mucha fuerza.

– Así como escuchaste. No tenía idea... será en una semana, Rich, en solo una puta semana –llora _____– No quería irme, justo cuando todo parecía mejorar, justo cuando estoy tan bien contigo y los chicos –ella lo mira a los ojos y ve como los suyos estaban apunto de soltar lágrimas también.

– No pasa nada ¿Si? –Rich intenta sonreír– Ahora existen las llamadas, las cartas, hay muchas formas de no perder contacto.

– Pero no será lo mismo. No volverá a ser igual jamás. Estuve investigando y son casi  24 horas de viaje... ¿No es mucho no? Podemos vernos una vez al mes.

– Es... No sé, quizá demasiado largo y costoso –Rich mira a _____ y acaricia su mejilla– Podemos con eso. Pudimos contra un payaso estúpido ¿Por qué no con la distancia?.

– Tienes razón... –ella le sonríe un poco.

– Como sea, voy a aprovecharte muy bien esta semana.

– ¿Tendremos sexo? –pregunta _____.

Richie se sonroja notoriamente. Todo su rostro pálido ahora se encontraba rojo por la vergüenza.

– ¿¡S-Sexo?! –traga saliva asombrado– Yo... Yo no... ¡No sé cómo hacerlo! Mierda ni siquiera se cómo pedir condones en la farmacia –la chica comienza a carcajear.

– ¡Idiota! Era broma –ella llena de besos el rostro pecoso y rojo de Rich– Solo jugaba. Hay que planear más salidas con los perdedores –suspira.

– De eso ni hablar –Rich suspira– Oye, entremos ¿Si? Hace unos días renté una película y aún no la he visto. Antes de devolverla hay que verla los dos.

– Espero que sea una buena eh.

[...]

Los chicos caen sobra la alfombra entre carcajadas. Si había algo que los divertía demasiado eran los videojuegos así que le sacaban el mayor provecho a la consola del muchacho.

Richie la mira reir a carcajadas, tendida sobre la alfombra. Sonríe y siente las tan nombradas "mariposas en el estómago". Era una sensación extraña, pero la amaba. Amaba el hecho de haber tenido tantas primeras experiencias y sensaciones con _____.

– ¡Mierda! Ya son las diez. Mi tía debe estar preocupada –dice mirando el reloj.

– Descuida, yo te acompaño –Rich se sienta y apoya la espalda en su cama, aún en el suelo.

– Gracias, que caballero.

Ella gatea a su lado y se recuesta con la cabeza en el regazo del chico.

– Extrañaré esto –Rich acaricia sus mejillas– Carajo, no quiero sonar cursi pero... De verdad no me voy a acostumbrar a qué tú rostro y... Todo de ti se convierta en un recuerdo nada más.

– Rich, yo... –se levanta– Aún nos mantendremos firmes a los recuerdos ¿Si? Yo jamás me olvidaré de ti –toma las manos de Richard– Y se que tú tampoco de mi. Además tenemos como cincuenta polaroid –rie– ¿Recuerdos? Tenemos por montón.

– Tienes razón. Y no te permitiré olvidarme porque te enviaré cartas siempre.

– Ojalá mi tía jamás lea las obscenidades que seguramente escribirás.

– Y las fotos –Rich mueve sus cejas bromeando.

Aunque el futuro era incierto, sabían que el romance que más lindo les parecía ahora, en unos años solo sería un bonito recuerdo. Eran un romance adolescente, más bien, el primero de los muchos que podrían llegar a tener con el pasar del tiempo.

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