Arcade

capitulo nueve

     _____ conduce su bicicleta justo detrás de Richie. Ambos se dirigían a la casa de la chica, en un silencio incómodo. No soltaron ni una palabra desde la pelea fuera de la casa de los Kaspbrak.

   Richie lloraba en silencio. No sabía bien si le dolió más aquel golpe, o el haber peleado con su mejor amigo. Le dijo cosas tan hirientes, y sin pensarlo. Jamás habría querido lastimarlo de esa forma.

    Finalmente llegan. Dejan sus bicicletas sobre el asfalto, y en cuanto ____ se distrae, el chico limpia sus propias lágrimas con rapidez y actúa con normalidad.

— Así que... me besaste —dice Richie. Sonriendo instantáneamente de solo recordarlo.

— Solo fue un beso.

   ____ se para frente a el, y con su pulgar acaricia la mejilla de Richie, cerca del moretón que se estaba formando.

— Te llevaste un buen puñetazo —ella hace una mueca de dolor mientras dejaba un beso sobre su mejilla— ¿Te duele?.

— ¿El golpe? Un poco. Pero tus besos no, así que puedes darme más —sonríe orgulloso.

— No te aproveches de la situación gafotas. Y... Tratemos de no evadir el tema ¿quieres? Richie ¿cómo te sientes?.

   Él no responde. Toma asiento justo en la acera, pone sus rodillas cerca de su pecho y lanza un suspiro. Su amiga se sienta a su lado y acaricia su espalda. No solía ser afectiva, pero con Richie le daban ganas de serlo, el necesitaba su apoyo y lo sabía.

— De la mierda.

— Tienes que saber qué... fue un momento bastante tenso. Todos estamos asustados, el miedo y el enojo nos llevaron a decir y hacer cosas sin pensar —dice ____, sin dejar de acariciar su espalda— Sé que te sientes culpable por lo que le dijiste a Bill. Son amigos, pero pasamos un mal momento. Estoy segura de que podrán arreglarlo.

— ¿Crees que me perdonará el haberme portado como idiota? —Rich solloza.

— Tu siempre eres idiota.

— hey —suelta una risa, y ella le sonríe.

— Claro que te perdonará. Sé que su amistad es una de las más leales, nada podrá separarlos. Yo podría hablar con el. Luego de unos días, las cosas se aclararán.

     El pelinegro se refugia en los brazos de ______, soltándose a llorar con fuerza. Ella se pone nerviosa ¿cómo se consolaba a alguien que lloraba así? ¿Que debía decir?.

— ¿P-Por que eres tan buena conmigo? Aún cuando yo era un desconocido... estuviste ahí para darme consejos y ayudarme —susurra, con una extraña sonrisa en sus labios— Jamás había llorado frente a alguien, y llegas tú y en menos de un minuto ya me he soltado hacía ti ¡y parezco un tarado!.

— Bueno, no sé. Me gusta ayudar a otros. Incluso a bobos como tú —dice ____ mientras se levantaba del suelo— Ven, levántate.

    Richie obedece, se levanta y de inmediato toma las manos de la chica. Está más que claro que ninguno confesaría ningún sentimiento, Richie tenía ganas, pero no veía las intenciones de ____, así que prefería callar.

— Gracias.

— No es nada.

— Espero que no me pegues por esto. Pero... ¡Me besaste! ¡Yo sabía que te morias por mí! —exclama Richie, saltando de un lado a otro, aún con ____ tomada de la mano.

— Pensé que un vagabundo los degollaria. Quería que te fueras de éste mundo luego de haber recibido lo más valioso que puede existir —rueda los ojos— ¿Por qué? ¿Quieres otro?.

— Bueno... no me molestaría.

    Richie cierra los ojos, esperando sentir el tacto de los labios de la chica con los suyos. Aún no podía olvidar aquella sensación tan... mágica. Pasan unos segundos, y no sentía nada. Abre los ojos confundido.

— Estoy esperando.

— Idiota.

    _____ se abalanza al cuerpo del chico, colocando sus manos sobre su pecho y besándolo. Era un beso muy intenso, pero aún así se veía dulce. Richie no sabía muy bien dónde poner sus manos, hasta que se anima a dejarlas sobre sus caderas.

    Se quedan ahí un par de minutos, solo se separaban para tomar aire y seguir con lo suyo.

— Necesitaré una ducha fría luego de esto —dice Richie. Ella, al escucharlo, se separa abruptamente entre risas y le da un empujón— Solo decía.

— Richie eso fue asqueroso.

— ¿¡El beso?!.

— No. Besas bien, gafotas, pensé que solo alardeabas —le sonríe coqueta, pero sin quitar la expresión dura en su rostro— me refería a la maldita ducha fría.

— Bueno, te invito a ducharte conmigo si quieres.

— ¡Hey! Fueron unos besos.

— ¿Nos veremos esta semana?.

— Por supuesto.

(...)

— Idiota —murmura una de las chicas mientras le daba un empujón a ____, quien solo caminaba por la acera.

    Ella la reconoce. Otra malcriada más del equipo de rugby.

— ¡Si tienes algo que decirme dímelo en la cara! —grita ___.

— No sabía que podías ser tan feroz.

   Se da media vuelta, y mira a la dueña de aquella voz.

— ¡Bev! ¿Que tal? Pasaron muchos días sin verte —le sonríe, algo incómoda. Se suponía que aún no se habían "reconciliado". Nadie del grupo lo había hecho.

— Lo sé —dice Beverly, haciendo una mueca— Como sea. Esperaba verte, quería que hablemos.

— Igual yo.

   Las dos empiezan a caminar, sin rumbo alguno. Apreciando lo pacífico que era Derry. Solo querían un momento de calma.

— Mira... No sé cómo hacer que todos volvamos a ser amigos como antes, pero-

— ¿Sabes que Bill está muy afectado no? Su hermano está desaparecido y ninguno quiere ayudarlo —Beverly la interrumpe— Yo te hablaba para intentar que volvamos a Neibolt.

— ¿Por qué todo se tiene que tratar de Bill?.

— _____.... ¡Estuvimos juntos cuando peleamos contra Bowers! Enfrentamos a un montón de cosas juntos, si volvemos a unirnos podemos-

— ¡Si entiendo! ¡Su hermano desapareció pero no es el único que lo está pasando mal! —rueda los ojos, poniéndose frente a Beverly— Todos estamos asustados, no nos estamos enfrentando a unos orangutanes como los amigos de Bowers. Esto es más serio. Metete eso en tu cabeza de zanahoria.

— No quiero pelear contigo, solo quiero que lleguemos a un acuerdo —dice ella tranquilamente.

— No podemos hablarlo, solo ves desde el punto de perspectiva de Bill. Porque te tiene babeando, solo te fijas en lo que él siente.

— ¿A qué te refieres?.

— No volví a hablar con los otros chicos... pero —traga saliva, ____ no sabía si debía decirlo— Aquel día estuve con Richie. Está muy triste y asustado. Estoy segura de que los demás igual. No es algo que tomemos a la ligera.

— Pero...

— Mira, estoy dispuesta a arreglar las cosas. Solo danos tiempo. A todos.

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