DxD El Asgardiano

Fracaso

El cuerpo de Loki fue expulsado a gran velocidad del interior de la cabaña, atravesando con gran facilidad la pared echa de troncos y siguiendo de largo hasta que finalmente se topo contra un de los arboles que rodeaban la casa de Freya, impactando con fuerza contra el mismo haciendo que las hojas se sacudieran y comenzaran a caer una por una hacia el suelo. Por otro lado en el interior de la cabaña estaba Fenrir con el brazo extendido y el cuerpo ligeramente inclinado hacia adelante, dejando ver que fue él quien arrojó al dios por el hueco de la pared, Mei y Freya se encontraban detrás de él, mirando toda la situación con un rostro inexpresivo. Una porque simplemente no tenía interés en lo que estaba sucediendo y la otra porque no sabía cómo sentirse al respecto con el hecho de que su pequeño hijo había arrojado a un dios Aesir por la pared, como si de una muñeca de trapo se tratara. 

Un pequeño suspiro escapó de sus labios cuando vio que el muchacho comenzó a caminar hacia el agujero en la pared, dispuesto a salir al exterior para buscar al hijo de Odin y continuar con su poco ortodoxo interrogatorio. - No te sobre esfuerces demasiado - Dijo la mujer de pelo rosa mientras levantaba las sillas que se habían caído a causa del repentino revuelo que se había dado en ese pequeño cuarto. 

- Puede que tus heridas externas hayan sanado, pero el daño interno en tu brazo aun es grave, si lo pones bajo mucho estrés podrías perderlo permanentemente - 

- si, si ya lo sé - Respondió el despreocupado joven mientras salía de la cabaña y seguía el rastro de destrucción que había dejado el cuerpo de Loki. - Solo un par de golpes para sentirme a gusto - 

Cuando Fenrir peleó contra Magni en el palacio real, este desactivo las runas de seguridad que regulaban cuanta fuerza podía usar, como resultado su brazo sufrió enormes daños, el musculo se desgarro a causa de la presión y parte de los huesos se fracturaron, sobre todo la parte de la mano. Fue únicamente por el tratamiento de Mei que Fenrir era capaz de mover su brazo nuevamente, pero aun así, si utilizaba las runas para pelear corría el riesgo de perder el brazo de forma permanente. Loki por otra parte no estaba en mejores condiciones, desde el momento en el que puso su plan en marcha estuvo esforzándose demasiado, primero utilizo un hechizo de gran nivel para bloquear la vista de Odin en todos los reinos, luego trasporto a Jormungandr desde Midgard hasta Muspelheim, y transportar semejante bestia requería una cantidad exagerada de energía mágica, y por último tuvo que crear un clon de si mismo para una herramienta en Nifelheim, aunque al parecer su clon fue derrotado por Mótsognir antes de poder llegar al taller de Ivaldi. Lo que dejar como resultado a un Loki completamente agotado, siendo incapaz de bloquear un simple golpe de Fenrir, aunque para ser justos el hijo de Odin no era precisamente un luchador cuerpo a cuerpo, por lo que incluso estando en su cien por ciento pocas son las cosas que podría hacer en una pelea directa contra el perro de guerra. 

- Eso...no lo vi venir - Exclamó mientras se tomaba unos segundos para recuperarse del shock inicial, después de todo atravesó una pared y unos cuantos árboles de un momento a otro y antes de poder procesar la situación ya se encontraba con la espalda incrustada en un tronco a varios metros de su posición inicial. 

- Espero que te quede espacio para más - Caminando por el rastro de árboles arrancados estaba Fenrir, acercandose lentamente mientras cerraba y abría la mano repetidas veces, acostumbrándose a su brazo recién curado. - Porque me arruinaste la vida en menos de tres días - 

Una vez que se encontró frente a Loki, el Asgardiano no pudo evitar sonreír con malicia mientras el tatuaje en su brazo brillaba con un pequeño destello dorado. -Así que voy a devolverte el favor, arruinando tu vida en menos de tres minutos - 

Loki levantó de manera temblorosa su mano, mientras que una serie de círculos mágicos se comenzaban a formar frente a el, pero este ciruclo fue rapidamente destruido por el pie de Fenrir, que atravesó el luminoso circulo como si de simple cristal se tratara, hasta que impactó contra el rostro de Loki hundiendolo nuevamente contra el tronco. La debilidad de todo hechicero era el tiempo, sin importar que tan fuerte fuera el mago siempre estaría bajo la ley de tiempo, todos los hechizos requieren un tiempo de preparación y solo los mas expertos pueden acortar el tiempo requerido, sin embargo a una distancia tan corta no importaba lo rápido que fuera el mago, guerreros cuerpo a cuerpo como Fenrir podían acortar la distancia en cuestión de segundos, superando la frágil estructura de los círculos incompletos. En otras palabras Loki estaba en completa desventaja.