El grupo permaneció en silencio e incómodo, Mina y Eijiro no esperaban que aceptará fácilmente pero tampoco esperaban una respuesta tan fría, como si la mera consideración, hubiera hecho a Katsuki asquearse o alguna sensación peor. Izuku miró al grupo que había reunido tras conocer a Ochako, pues aunque pertenecían al mismo reino, eran de diferentes de pueblos.
Tenya y Momo eran caballeros de un pueblo a las orillas del Reino Led, ambos habían aceptado unirse al grupo tras la desaparición del príncipe Shouto, pues la reina casi había enloquecido y eso había causado muchos desastres a los alrededores. No contaban con magia, solo buenas habilidades de lucha.
Tsuyu era hija de dos humanos con la capacidad de adquirir cualidades de las ranas, Kyoka era descendiente de una familia con la capacidad de alargar partes de su cuerpo, ambas venían del mismo pueblo y eran amigas cercanas. Toru era una chica invisible, también cercana a estas chicas y del mismo pueblo.
Fukimakage era tal cual como Katsuki lo había analizado, Mashirao era un ninja proveniente del mismo pueblo, no eran cercanos a pesar de crecer prácticamente juntos. Denki era hijo de una familia bien acomodada y Hanta era como su acompañante, pues a ninguno le gustaba el término de sirviente, eran grandes amigos pero ninguno poseía magia alguna.
—Iré a hablar con él.
Izuku se decidió, sentía que Katsuki debía ir con ellos y no se debía solo a su dragón, había algo que lo impulsaba a querer tenerlo con ellos.
Caminaba con el ceño fruncido y los puños apretados fuertemente, estaba molesto, eso no era algo nuevo. Solo podía cuestionarse lo que quería ese grupo de fenómenos con él, no por tener una cauliadad extraña o un poco de magia alguien podía ser útil, él tenía muchos ejemplos para comprobarlo.
Yuga, hijo de hadas que podían brillar, no podía pelear y hacía que su estómago brillará como una antorcha en la noche.
Rikido, huérfano de hadas, su única habilidad era la de crear postres exquisitos.
Minoru, descendiente de enanos, tenía su edad y media lo mismo que un niño de cinco años.
Mezo, hijo de cambia-formas, podía cambiar su cuerpo a voluntad aumentado o disminuyendo partes (manos, ojos, oídos, etc.) pero era un pacifista.
Koji, hijo de hadas de diferentes clases, podía hablar con animales y tenía la piel como una roca suave pero más pacifista que el anterior.
Todos nacidos en un lugar mágico, con cualidades únicas, pero inútiles...
Suspiró dejándose caer en un claro del bosque que rodeaba aquel pueblo, Drakon se había hecho de un tamaño casi diminuto para esconderse en su larga capa, al parecer tomaría la siesta de la tarde. Katsuki escuchó sonidos extraños provenientes de los arbustos, frunció el ceño sabiendo que alguna de las sanguijuelas lo habría seguido, apretó los labios al ver que se trataba de Izuku.
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демон [Todobaku]
Romance¿Existe la magia? Los más jóvenes, tanto de reinos civilizados y tribus salvajes, desconocen la respuesta a esta simple pregunta. Aunque hay una que pueden responder de forma afirmativa e inmediata, sin ninguna duda o vacilación posible: "¿Existen...