демон [Todobaku]

семнадцать

Una batalla a muerte, que decidiría el futuro del mundo, se desarrollaba a cientos de metros de donde estaban. Eran perfectamente capaces de escucharla, incluso podían ver las llamaradas que iluminaban el cielo, eran conscientes de lo que sucedía pero a Katsuki no podría importarle menos. Tenía a Shouto delante de él, sufriendo, lo podía saber solo con mirar aquellos ojos que luchaban por volver a la normalidad pero terminaban cayendo en el vacío nuevamente.

Comenzó a caminar cuando vio caer la roca negra al suelo sin fuerza, sin voluntad, sin el permiso de su portador que seguía de pie inmóvil. Ignoró la molesta voz de Izuku, ignoró el sonido de la batalla ajena, ignoró la suave voz de Momo perdiendo la consciencia e ignoró su lado racional.

Solo importaba Shouto, nadie más.

Se detuvo frente a él, apenas unos centímetros entre sus cuerpos, admiró el color de sus ojos y suspiró desilusionado al no encontrar el bicolor que amaba.

Voy a recuperar el gris y el azul...

—Shouto, tú no eres un demonio... No eres el monstruo que todos creen que eres...

Utilizó un tono de voz suave y cariñoso, calmandolo mientras acariciaba su mejilla derecha, su piel tan suave y delicada como la recordaba. Obtuvo la atención del otro inmediatamente, la roca negra revoloteaba alrededor como sombras sin control ni forma pero Katsuki no les prestó atención, solo se centró en la mirada vacía de Shouto, una mirada que odiaba ver en su hermoso rostro.

—Responde algo, maldita sea. Necesito saber que sigues ahí, Shouto, no puedo perderte otra vez...

Nuevamente silencio, una expresión vacía y unos ojos que no eran los que recordaba, Katsuki perdía la paciencia. Gruñó tomándolo de las solapas de su ropa fina y extravagante, en él lucía muy bien, lo jaló hacia sí y unió sus frentes sin encontrar resistencia alguna.

—Yo... Shouto, tú lo sabes todo sobre mi, pero yo no sé nada sobre tí... Quiero saber, quiero conocerte mejor, quiero que estés a mi lado aún cuando te grito o te llamo por apodos ridículos...