Cada viernes por la noche [Larry Stylinson]

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Ya era verano y el bar se llenaba de universitarios que salían de vacaciones. Como estaba libre, iba todos los días. Siempre con mi típica alegría desbordante por todos lados hasta que un hecho borró mi sonrisa.

Hacía mucho que no lo veía. Extrañaba su ser animando el bar.

—Trajo una chica.

—¿Seguro Zayn? Puede ser una amiga...

—Es una cita. Se lo dijo a Louis.

—Oh —murmuré—. Deben estar jugando a los heteros —bromeé y Zayn se carcajeó muy alto.

De todas formas no importaba. Louis estaba con Eleanor y Harry con esa jovencita que parecía sacada de una revista.

—¡Vete al demonio, Louis Tomlinson! ¡Eres un maldito descarado! No quiero volverte a ver nunca, ¿oíste? Eres hombre muerto para mí. ¡Púdrete, infeliz!

Bueno, a lo mejor ya no seguía con Eleanor. Que triste.

—¿Te lo contó? —dijo Zayn al rato a punto de soltarlo todo. Yo negué y él se preparó emocionado para contar la mejor noticia—. Le cortó. Ni siquiera le explicó porqué. Se levantó y fue como "hoy no quiero tener más novia" y la dejó. ¡Qué le pasa! Llevaban tiempo juntos. Ella estaba muy ilusionada, era su príncipe o algo así decía. Pobre, ni una explicación recibió... Eleanor no era mala ni nada por el estilo, me caía bien después de todo. Uno se acostumbra.

Y sentí compasión por Eleanor y ganas de abofetear a Louis.

¿Qué diablos le ocurría? Él no dejaría que alguien le hiciera eso a sus hermanas. Era un malnacido, como él describió a los hombres que usaban a las mujeres para su ego, placer o lo que fuera. Louis andaba mal, no podía haber hecho eso. Si no sentía algo por Eleanor tenía que haberle dejado en claro desde antes y no dejar que pasaran los meses para botarla en el mejor momento de ella.

—¿Qué miran? —nos reprendió.

—Espero que tengas explicaciones, Louis Williams Tomlinson.

—Solo mira —señaló al rizado negando una y otra vez—. Me dije a mí mismo varias veces que ella me gustaba pero no podía ocultar lo que en verdad quería.

Y toda ira se esfumó.

Asentí cabizbajo. Me partía el alma verlo tan... derrotado. Triste. Hacía tiempo que no lo veía así. Antes era por la pérdida de sus padres, luego por el accidente de su hermana mediana y la última vez fue cuando sus abuelos se llevaron a los mellizos y botaron a las gemelas en un internado. Siempre le arrebataban lo que él quería dejándolo expuesto a todo, al mundo despiadado y sus secuaces.

Tenía todo y a todos. Y ahora solo algunos o a ninguno de ellos.

No podía recibir tanta mierda junta. No todo el maldito tiempo.

—Iré a ver qué ordenarán.

—Voy yo —se adelantó Zayn pero Louis lo ignoró y fue él mismo abriendo paso al dolor otra maldita vez. Era un jodido círculo vicioso del cual no podía salir.

—Bienvenidos al mejor bar de Londres, Rodaster. Soy Louis, ¿qué puedo hacer por ustedes?

—Lo de siempre —dijo Harry sin levantar la vista de su teléfono pero reconociendo la voz de Louis.

—¿Qué es eso? —rio su acompañante.

—Una triple hamburguesa con extra queso y sin aderezos —dijeron ambos al mismo tiempo.

Louis sonrió y su corazón comenzó a latir desenfrenadamente. Harry ni se inmutó. Podía ver que algo le ocurría. Era como si ignorando al castaño se sentía mejor y eso era algo que yo hacía cuando Zayn me decía una y otra vez que me quería pero no quería aceptarlo. No quería aceptar que me gustaba.

¿Sería que Harry..?

—Lo tendré en cuenta, Harry. Yo quiero pastas.

Antes de cerrar, el rizado fue a hacer karaoke como le era costumbre. Su ánimo mejoró y pudo divertirse. Me les uní con otro micrófono. La cita de Harry puso "barbie girl" y todos enloquecimos cantándola. No podía respirar de tantas risas. Las noches de verano eran geniales sobretodo cuando se las pasaba así de genial.

Desde lejos, Louis se hallaba apoyado en la barra mientras nos observaba sonriendo. Lo llamé para que viniera pero él negó. Harry mejoró su humor y volvía a ser el de siempre.

En realidad, Harry no volvió a ser el de siempre después de ese día.